Hacienda persigue jubilados. ¿Quién no se avergüenza
de esto?
by Ramón
Cerdá
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Lo primero que tengo que decir antes de continuar escribiendo es
que ME AVERGÜENZO DE SER CONTRIBUYENTE DE UNA HACIENDA MEZQUINA. El otro día hablaba de las posibles consecuencias que
para los escritores (y otros creadores) podía tener la medida que impedía
compatibilizar la pensión con otros ingresos de origen literario. Algo
descabellado y sin sentido que supongo que tendrá su lucha en tribunales,
aunque no sé cómo terminará la cosa. Pero está visto que
Hacienda persigue jubilados (quizás porque son víctimas fáciles) con
cuestiones que hacen que todos (yo el primero) nos avergoncemos de su
prepotencia y su insaciabilidad recaudadora. Y más, cuando no se trata de
economía sumergida, sino de todo lo contrario: contrato, declaración de
ingresos en la renta, etc.
Hacienda persigue jubilados en lugar de centrarse en los
grandes defraudadores
Lo primero que quiero decir es que este caso que voy a comentar,
además de sangrante, no tiene ninguna lógica ni justificación. La primera
pregunta que yo me hago es: ¿Por qué un jubilado no puede complementar sus
escasos ingresos con pequeñas actividades que aprovechen su experiencia? ¿Es
eso lo que queremos?, ¿meterlos en una residencia al día siguiente de la
jubilación y quitarles toda la dignidad? ¿Borrarlos de la sociedad porque ya no
aportan nada? Nunca entenderé ciertas actitudes de la administración ni de
ciertos funcionarios que poco tienen de humanos.
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El caso que nos ocupa:
Maria del Rosario Nieto, 73 años, maestra jubilada. Contratada
para un curso de un día a la semana de una duración de dos horas para dar
clases de manualidades. Sueldo: entre 50 y 75 euros al mes.
Maria del Rosario incluye en su declaración de renta los
ingresos percibidos.
Resultado: Hacienda la multa con 24.000 euros
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Lo que Hacienda exige es más de veinte veces lo que esta señora
ha ingresado (y declarado), y según dicen desde la Universidad: «Nuestro error
fue contratarla porque podríamos haberle dado una gratificación o cualquier
cosa. La contratamos para hacer un curso de manualidades de la UP que impartía
un día a la semana durante dos hora».
Espero que lleven el asunto a tribunales y que Hacienda se lleve
el escarmiento merecido.
Ramón Cerdá
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