EL REY JUAN CARLOS, SAMARANCH... Y JORDI PUJOL.
Rafael del Barco Carreras
Barcelona 1-2-2017. Me harta leer que Pujol haya sido el gran
'dinamizador' de Cataluña, y Barcelona en concreto. "Fe país"
decía él. Para mí insisto no pasa de gran chupóptero, al igual que sus
discípulos o fieles del independentismo. Barcelona, mal que me pese, tuvo un
antes y un después con Samaranch, franquista amigo o maestro de Narcís
Serra, del propio Pujol, y sobretodos del rey Juan Carlos.
Los 4 millones de turistas, la mitad del total que dicen visitó o pernoctó en
Barcelona, y que el año pasado hicieron cola en la Sagrada Familia, antes o
después de fotografiar La Pedrera o el Parque Güell, aunque preocupen a la Colau,
por tópico que parezca, son fruto de las Olimpíadas de Samaranch. El obligado
tantra se debería repetir en las 'madrazas' o escuelas públicas catalanas,
relegando a Pujol, ahora desacreditado, a simple comparsa. Sin Samaranch la
quiebra del tejido industrial catalán, barrido por la total incompetencia
frente a los tigres asiáticos, al igual que la mugre que cubría La Pedrera,
hubiera degenerado la vieja Barcelona hasta su oscurantismo total. Las grandes
fábricas e infinitos talleres, o barracas tipo Somorrostro, Montjuich, o El
Carmelo, que atenazaban Barcelona y su litoral jamás se hubieran convertido en
pisos de entre 400.000 euros a varios millones, o docenas de lujosos hoteles.
Hoteles, multinacionales, y grandes superficies comerciales.
Mi única duda fuera quién se enriqueció más si Samaranch o Pujol. Dicen
que su colección de arte en Suiza es muy superior en cantidad y calidad a la de
la Baronesa Thyssen, Tita Cervera, surgida del oscuro nazismo, por lo
que su fortuna pudiera alcanzar la de los Pujol repartida en negro por varios
paraísos fiscales. Y si la de Pujol surgió de estrujar Cataluña, sería injusto
atribuir la de Samaranch a únicamente las Olimpíadas barcelonesas... dirigió
varias más.Y que quizá la merezca más que Pujol, cuya única aportación fuera
parar la mano en las obras públicas tras RECALIFICAR media Barcelona o media
Cataluña, aunque lo concerniente a los cinturones ya lo fuera en época de PORCIOLES.
De nuevo me apetece, ante la avalancha de noticias sobre el rey Juan
Carlos y la insistencia victimista del independentismo, o la actualidad de
los DE LA ROSA, repetir mi primer escrito HACE DIEZ años en este blog, y
esparcido al tun tun en Internet:
JUAN ANTONIO SAMARANCH TORELLÓ
Marqués de Samaranch.
Rafael del Barco Carreras
Nacido en Barcelona el 17-07-1920. De familia del textil a falangista entre
los grandes del Régimen, y en Barcelona bajo el manto del cuñadísimo Ramón
Serrano Suñer, virrey en la sombra y en toda actividad política y económica de
la ciudad. PODER ABSOLUTO. Y puesto que todos son tan longevos, por vía de
sucesiones, cumpliendo a la perfección la Ley de Peter de todo fascismo,
lealtad y reparto sin fisuras, llegamos hasta nuestros días.
Si traspasar el silencio absoluto del Sistema y Régimen es imposible, y aun
treinta y dos años después de muerto el Caudillo difícil husmear en vida y
milagros de los de PISTOLA AL CINTO durante los años 40, 50, hasta entrados los
60 que los del OPUS DEI, y el propio devenir mundial, impondrían otro estilo
(pero aun eso lo tenía cubierto por unos cursos en la Universidad de Navarra),
más allá de inauguraciones y “grandes triunfos de paz y desarrollo” debemos
acudir a gente de más de ochenta años, que unos por opuestos y los otros por
adictos o de buena fe, enmierdan los relatos con demasiada fantasía, sin más
remedio que atenernos a sus cargos y “negocios” para involucrarlos, y por
deducción lógica recrear su total e impune MANDO EN PLAZA.
Por mi generación, 67 años, no alcanzo el primer y terrible franquismo, el de
los fusilamientos a saco y los ocho mil por juicios sumarísimos documentados en
Barcelona hasta 1952 en que se lavaría la imagen ante los Aliados. Permanecen
los recuerdos de la miseria de mi barrio, Nuestra Señora del Coll, o por mi
familia, trabajadores, con mi madre, obrera de fábrica, prefiriendo su durísima
situación al peligro real y sucedido de un pelotón de la FAI o la CNT buscando
a mi padre por burgués y poseer una parada en la Plaza de La Libertad, Gracia,
a pesar de su obligado carné de la UGT, y su activismo en el Casals Republicá
de Nostra Señora del Coll. Los veinte años de diferencia le sitúan tan en
primer plano de la más dura época franquista en Barcelona que es imposible
enmarcarlo en otro contexto histórico y máxime cuando en 1954 ya es Concejal de
Deportes del Ayuntamiento de Barcelona. Por muy genio que fuera, o por bien que
le diera al palo en el hokey, nadie, sin la total inmersión, escalaba entonces
el más mínimo cargo político.
Olvidando pues si el Gobernador Civil se liaba o no con las cupletistas y
coristas del Molino, o si Samaranch formara corte con los magnates o mangantes
en aquellas bacanales en el palco y cerrando el teatrillo, lo cierto en cuanto
a mi vida, es que una vez alcanzara la Presidencia de la DIPUTACIÓN DE
BARCELONA, 1973 al 1977, después de varios cargos del Régimen, hasta con el
santa santorum de Procurador en Cortes, se le encuentra en relación directa con
los ASUNTOS de los DE LA ROSA. Sospechosa la propiedad de unos valiosísimos
terrenos junto a los del Consorcio de la Zona Franca, o la propia compra años
más tarde por su dominado RACC Real Automóvil Club de Cataluña de los terrenos
de Montornés, CIRCUÍTO DE CATALUÑA, por los que sufrí tres años de cárcel.
De entrada su Diputación aprueba el proyecto CITA, 1974, cuya realización se
concede al CONSORCIO DE LA ZONA FRANCA, otorgando poderes absolutos a ANTONIO
DE LA ROSA VÁZQUEZ, un abogado del Estado, segundo en Poder de la Hacienda de
Barcelona, capitán y condecorado de guerra, y acérrimo del Movimiento. Un
hombre de misa diaria, “Santo” dijeron sus empleados, doscientos nombrados por
su dedo de entre sus amistades. Sin embargo entonces ya disfrutaba de una
docena de los mejores coches de la ciudad aparcados en el parking de la calle
Granada cercana a su domicilio de la Diagonal, que cambiaría por otro en Reina
Victoria de cuatrocientos metros. Todo a la vista, como sus putas. Parecido
ambiente para cualquiera de los grandes de la ciudad. En los setenta ya nadie
de los altos funcionarios públicos aparcaba sus coches lejos del lugar de
trabajo como era corriente después de la guerra y por los cincuenta y sesenta,
aunque el fariseismo con las queridas obligaba prudencias o círculos cerrados.
Suponerles ricos era de dominio común, y sin duda los Abogados del Estado,
Notarios o Registradores de la Propiedad.
Proyecto CITA, un centro, a pie de autopista y cercano a Granollers, receptor y
distribuidor de mercancías y camiones aligerando la circulación ciudadana de
vehículos pesados absorbiendo todos los almacenes y agencias de transporte del
Pueblo Nuevo. Una gran idea bombardeada (para crear problemas y derivar a otros
intereses el pastel urbanístico y constructor) tras la muerte de Franco por
todas las ideologías políticas que formando Gestoras dominaron los
Ayuntamientos del entorno de Barcelona. Pero proyecto y créditos ya estaban en
marcha, y con o sin su realización, desde los primeros talones el 20-11-75, día
de la muerte de Franco, para la compra de terrenos en la zona, el dinero se
trasvasaría a bolsillos concretos, proceso ya antes iniciado en la construcción
de la sede social, parking y almacenes de la Zona Franca que aparecerían
multiplicados por mucho en la final denuncia al juzgado, cinco años después. Es
difícil imaginar que quien dirigiera la operación por Presidente de la
Diputación con vocalía en el propio Consorcio, y en relación directa con la
Caixa que lideraba la colocación de las obligaciones que financiarían el
proyecto, no supiera de él los cuatro años en que desaparecen 10.000 millones,
y con otro camarada Santiago Udina Martorell (y más OPUS DEI) formando parte
del Comité de la CAIXA y delegado del Estado en el Consorcio, con firma al
igual que De la Rosa, al que sustituirá en 1977 (año en que se va a Moscú) el
engañado y condenado Bruna de Quijano. Sin embargo posteriormente sigue en
negocios con Javier de la Rosa, y hasta unirán sus vacaciones en la bucólica
Cadaqués, sustituyéndole los hijos, 1991, en la bicoca de los consejos de
Administración de quien sabía de sobras como trataba proyectos y empresas.
Vaciarlos y a Suiza. Suiza, siempre Suiza, allí daría el salto a la fama
mundial. El COI.
Si en la Barcelona franquista era necesario el funambulismo para pasearse en la
cuerda de la política, desde Moscú de Embajador en 1977 al COI de Presidente en
1980, representa un triple salto mortal. Dejaría en ridículo al Fouché francés.
Un franquista, discípulo, camarada y amigo del gran Serrano Suñer, de la cuerda
de Himmler, Goebels, Mousolini o el Conde Ciano, trataría de tú a tú, primero a
los rusos comunistas que rizando el rizo de sus valores y astucia diplomática
le catapultaron al OLIMPO DEL COI, y después con los Americanos, en definitiva
patrocinadores de los JJOO, a los que no solo trataría de tú a tú, sino que les
ganaría el pulso ante el comité de corrupción de su propio Senado, ¡ahí es
nada!. Un maestro especialista en eso de la DEMOCRACIA ORGÁNICA, ese sistema
donde parece dominan las corrientes mayoritarias a través de comités y
asambleas, y donde en realidad manda un solo individuo y su corte, entre otras
razones porque todos los miembros de esos comités y asambleas, o son dependientes
o empleados suyos, o viven de sus dádivas y corrupciones. FASCISMO PURO. En la
cúspide de la jerarquía mundial, muchos comentaristas situaban al Presidente de
EEUU, el Papa, y tras ellos Samaranch, y para según quién el orden pudiera
invertirse.
El Poder lo demostró sobrado eligiendo Barcelona para los JJOO del 92. A decir
verdad la ciudad solo tenía una virtud, que Samarach quisiera pasar a la
Historia concediendo a dedo a su ciudad el más grande honor desde que Ataulfo
la creó capital de su Hispania, honor del que no quedan ni piedras, solo las
historias con Gala Placidia, entre otras porque Almanzor la arrasaría. Todo
estaba no solo por hacer sino por rehacer, hasta suciedad y hierbajos cubriendo
las obras de Gaudí. Autopistas de circunvalación, homologándola a cualquier
gran capital, maquillar las desastrosas entradas, reconstruir estadios y
urbanización de Monjuich, limpia la montaña de barraquismo, crear un puerto y
Ciudad Olímpica, hoteles, etc… etc.
España entera, el Banco de España, la Fábrica de Moneda, a disposición de la
inimaginable suerte para Barcelona. No en vano tres sucesivas depreciaciones
pusieron en la picota a la denostada PESETA hasta que se incluyó en el ECU y
después fagocitada por el EURO. Pero surgió otra ciudad, digna de los grandes
fabricantes, y de nuestros padres y abuelos, que crearon un Ensanche y
Modernismo envidiable (aunque él también interviniera en los desastres
urbanísticos franquistas, CIUDAD MERIDIANA). Se merece el marquesado, y hasta
la Presidencia de la CAIXA (en la que figuraba de consejero en 1984, y comité
ejecutivo 1985) otorgada en 1987 al poco de la nominación de Barcelona para los
JJOO, 1986, el cargo más suculento y poderoso de la pujante Cataluña, aunque él
ya no necesitara cargos y pujanza. Pero al igual que su maestro Serrano Suñer,
y todos los prohombres del franquismo, al Poder en abstracto añadían el
concreto del Dinero, y ciegos de ambición, acaparaban cuantos más cargos
remunerados mejor. Proyectos, recalificaciones, financiación, y hasta promoción
y construcción, todo en una mano y para un bolsillo. Desde 1980 a 1999 que se
retira y es nombrado Presidente de Honor, y lo mismo en el COI en el 2001, está
presente en tanto cargo y consejos de Administración, que solo con el don de la
ubicación, concedido a los dioses, pueden atenderse. Y si en la mayoría de esos
consejos de administración surgen descubiertos y desfalcos por cientos de miles
de millones, es de suponer que en los INSONDABLES E IMPENETRABES COI (así lo
creyeron en USA) Y CAIXA, ocurriría otro tanto. Superó en mucho a sus camaradas
Serrano Suñer, Mateu, Simarro, Galinsoga, Porcioles, Viola, que a la vez
amamantarían y pasarían el testigo a sus empleados, los dos sobrinos de buenos
camaradas, Serra y Maragall.
Y primer síntoma de que la España actual mantiene la misma filosofía fascista
de la de “camisa azul” es la total impunidad de su presencia y de sus hijos
como miembros de varios consejos de administración de las quebradas empresas,
estafas y saqueos de Javier de la Rosa. Ercros, Torras KIO, Gran Tibidabo, o la
oscura constructora Huarte y Cía, otros cien mil millones nunca aclarados. A
Samaranch, el divino, ni tocarlo. La Ley especial que convierte en semidioses a
varios españoles, y no solo al Rey, aplicable desde siglos. Nada ha cambiado,
con o sin Constitución. Tan elevado se halla que hasta Javier de la Rosa que
intenta involucrar al propio Rey, en ninguno de sus juicios y sumarios cita el
nombre de su divino Samaranch.
Pero la impunidad le viene de antes, formar parte de los Consejos de
Administración de la familia Franco, Banco de Madrid (donde también zascandileó
Javier de la Rosa, para endosar el muerto al Banesto), con todo un río de
dinero hacia la sucursal de Suiza, imprime carácter, experiencia y
salvoconducto hacia donde le diera la gana, que en principio es a la muy
especial URRS, retirándose de la España que podría acabar muy mal para gente de
tan inquebrantables adhesiones. Se repatriaría con la seguridad de consolidada
la postransición, y su persona más allá del bien y del mal.
En 1992, el Rey y él se llevaron todos los vítores. Se lo merecían puesto que
aunque el alumno Serra, ex empleado en su Diputación, era un genio a su estilo,
y Maragall, de la cuerda Porcioles, un obediente gestor, las obras amenazaron
tanto desastre (como ahora con las del AVE, tarde y mal), que los dos,
Samaranch y Rey, apretaron al máximo a Felipe González, que aun sin gozar de la
aureola total en aquel baile, participaría, y además con placer, porque la caja
del Partido rebosaría con Sevilla y Barcelona, como la del incipiente PSC de
Serra floreció por otro discípulo de Samarach, Javier de la Rosa y su Banco
Garriga Nogués, o sea, Banesto.
Debió sufrir cuando ya muy zarandeado, en manos de Pujol y brazos del abogado
de ambos Juan Piqué Vidal, apartaría a Javier del gran proyecto y realización
en curso, Gran Tibidabo – Port Aventura, cerrando la espita del crédito de la
CAIXA. Dicen que Vilarrasau le convencería que aquel amigo se había degenerado
tanto, y sin necesidad de los Pervertidores de su padre, que a pesar de las
vocalías de hijos en sus sociedades, debían clavarle el puyazo final. Los
créditos de la CAIXA a su caja particular y pagando sueldos supermillonarios a
todo el que apareciera con algún derecho de pernada, agotaba cualquier
paciencia. Le conocía de sobra, como Pujol y todo dirigente experimentado
español, pero era una vaca de tan fácil muñir que dolía acabar con ella, sin
embargo el reparto ya era tan escandalosamente masivo, y esta vez con la CAIXA
de su absoluta responsabilidad sustituyendo a los petrodólares kuwaitíes, que
no había otro remedio. El caput a De la Rosa, ya iniciado por los moros en
Londres y la Audiencia Nacional en Madrid, fue rotundo. Ni padre en la sombra,
el padre Antonio de su quinta, tres años más, aun en “busca y captura”
veraneaba en Cadaqués, ni menos Pujol, capaz de tragarse varias CAIXAS,
detendrían la caída del ídolo repartidor. El precioso Cadaqués nos podría
contar de las grandes cifras de los De la Rosa, su relación con Samaranch, y
todo el COI, puesto que su segundo después PRIMERO también veraneaba allí, y
¡de la CAIXA!. El Ampurdá de DALÍ se convertía los veranos en capital mundial
financiera, no en vano los bancos suizos tenían varios agentes fijos, como el
célebre Thierry Kern del juez Pascual Estevill y la propia Telefónica. Sin
olvidar el helicóptero, Trueno Azul, (dicen el más lujoso de Europa) de Javier,
en su continuo ir y venir a Andorra. Una época, donde los ordenadores no eran
tan eficientes como los actuales, obligaba mucho viaje para control de saldos,
órdenes de transferencias o movimiento en efectivo.
Yo, a años luz del astro sol, poco a objetar sobre el gran triunfador, y en mi
fuero interno agradeciéndole por barcelonés que mi ciudad resplandeciera de
nuevo, pero encontrarle en todos los negocios, o mejor estafas, de Javier de la
Rosa, y a mis espaldas TRES AÑOS DE CÁRCEL, me lo hacían intragable. Y a más
abundancia hasta mi socio Parés escaló su amistad, con su mujer Bibi Salisachs
apadrinando a una de sus hijas nacida en mi cautiverio (con Hola incluido),
sobrepasando pues el número de las tres casualidades que forman una prueba. Me
contaba Tito, según la prensa primer gerente de la Fundación Thyssen, que la
colección de pintura de Samaranch en Suiza sobrepasaba en cantidad y calidad a
la convertida en España “la mejor del Mundo”. Si les vendió algún cuadro falso,
como a mí, aunque devolviera el dinero disculpándose por su ignorancia, no me
extraña su desaparición de España y cargos en Los Ángeles. Los patriotas como
Samarach a Suiza y los casi apátridas, nacionalizado suizo, con cuadros de más
que dudosa procedencia, soñando por amor con España.
Su franquismo, corrupto COI, Cadaqués, la Caixa, le sitúan en primer plano de
mi
Y si en la web murió víctima de los ciberataques, repitiéndolo espero
permanezca en INTERNET mínimo otros DIEZ AÑOS.
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