Lo que sabe el CNI: todos los zulos de ETA con armas están localizados
ETA agoniza. Así lo aseguran fuentes
de los servicios de inteligencia al máximo nivel, que valoran el reciente
anuncio de la entrega de las armas como el paso definitivo hacia la disolución
de la banda. Al CNI nada le pilla por sorpresa: conoce con exactitud la
localización de la totalidad de zulos y arsenales que aún tiene disponibles la
banda.
ETA anunció hace casi seis años, el
20 de octubre de 2011, que ponía fin a 43 años de atentados. Desde entonces,
explican las fuentes consultadas por ECD, la lucha
antiterrorista del servicio secreto español se ha
dirigido en dos direcciones: evitar escisiones internas
en la banda, que puedan provocar la aparición de un nuevo frente violento; y,
sobre todo, localizar
y ‘quemar’ (impedir que se puedan volver a usar) todos
los zulos donde se almacenan las armas y explosivos que aún
poseen los terroristas.
Cinco años tras los zulos de ETA
El
Confidencial Digital ha tenido acceso a fuentes de máxima solvencia,
conocedoras de las acciones que viene protagonizando el Centro
Nacional de Inteligencia para verificar con garantías la
entrega de armas de ETA, anunciada el pasado viernes en
la edición digital de Le Monde.
Según explican
estas voces, los datos sobre la localización exacta de cada uno de los
arsenales de la banda terrorista están ya en poder de los
servicios de inteligencia españoles. Concretamente, de la
División de Contraterrorismo del CNI. De hecho, añaden, ETA
ya no tiene control efectivo sobre dichos arsenales.
Desde antes, pero sobre todo tras el
anuncio del final de la lucha armada, el CNI ha seguido recopilando
información sobre los lugares donde ETA iba escondiendo sus
armas y explosivos, junto con material para la fabricación de bombas: cordón
detonante, temporizadores…
En los últimos
cinco años, el Centro ha colaborado intensamente con la francesa Dirección
Central de Inteligencia Interior (DCRI), el principal organismo
gano de inteligencia. Y el resultado de estas tareas conjuntas ha sido la
elaboración de un mapa completo con la ubicación de todos los zulos
y arsenales actuales de ETA.
Están 'quemados', bajo vigilancia
La banda sabe
también que sus zulos
están ‘quemados’, porque se encuentran bajo vigilancia permanente.
Conocen que cualquier movimiento que se produzca en el entorno de alguno de
ellos puede llevar a la detención de quien se atreva a acercarse. Por ello,
explican las fuentes, hace tiempo que ETA ya no intenta acceder a
sus escondrijos de armas y explosivos.
Tal y como contó ECD, en el momento
en que se declaró el final de la lucha armada ETA disponía de un arsenal
de más de quinientas pistolas,
trescientos
subfusiles, fusiles de francotirador,
granadas
Jotake, cohetes
MKAR… y una ingente cantidad de amonal y material
para la fabricación de bombas.
Casi nadie en ETA sabe dónde están las armas
A la vez, Policía Nacional, Guardia
Civil y las fuerzas de seguridad francesa han intensificado los golpes contra
la estructura
logística de ETA. Una estrategia dirigida a dificultar aún más
el acceso de los terroristas a sus armas escondidas.
Por ese motivo, la
banda ha ido perdiendo paulatinamente a los miembros especializados en armamento y
zulos. Eran ellos quienes los gestionaban y conocían su
ubicación. Y quienes, por ejemplo, sabían cuándo caducaba una partida de
explosivos determinada y había que darles salida.
El último de estos golpes fue la
detención de Jean
Noël Etcheverry, un sindicalista del entorno de ETA al que la
banda había confiado la ubicación de parte de sus zulos. Actualmente, “
casi nadie de ETA sabe dónde están las armas”.
Sólo quedan unos
pocos que tienen conocimiento de la ubicación de los zulos. Uno de ellos es David
Urdín, tal y como apunta La Razón. Este joven, que huyó de
España y se integró en ETA para no ser condenado por delitos de ‘kale borroka’,
sería además el designado por la cúpula de la banda para escenificar la
anunciada entrega de armas.
Buscan un desarme “digno”
ETA, explican
estas fuentes, no revelaba a sus miembros la ubicación de los zulos para evitar
que una detención ponga en peligro la red de escondites de armas. La
información sobre la ubicación de estos permanecía oculta a casi la
totalidad del organigrama. Sólo unos pocos etarras –la cúpula,
principalmente- conocen cuántas armas tiene actualmente la banda y dónde se
esconden.
Con pocos miembros con capacidad para
gestionar los zulos, y con estos completamente “intervenidos” por los servicios
secretos franceses y españoles, “ ETA se ha quedado sin margen
de acción” y sin nada con lo que negociar, precisan las fuentes
de inteligencia consultadas.
“Se han dado
cuenta de que ya no pueden ser un agente político”. Como admitió el propio
Etcheverry, ahora buscan “llevar a cabo el desarme de una manera digna”.
¿Por qué no se procede a su desmantelamiento?
Si Francia y
España, a través de los servicios de inteligencia, conocen dónde están las
armas de ETA, ¿
por qué no se intervienen los zulos? La respuesta a esta
pregunta, explican las fuentes a las que ha tenido acceso ECD, esconde una
estrategia.
“La única forma eficaz de acabar con
ETA es que
ETA muera por sí misma”, relatan. Se trata de que no encuentren
otra salida que la de entregar voluntariamente los zulos. “Cualquier golpe
policial significativo contra el entramado de zulos, tanto en España como en el
País Vasco francés, podría ser entendida por una parte de la banda como una
especie de ‘declaración de guerra’ de parte de las fuerzas de seguridad”, con
las que ETA cree estar viviendo bajo un cierto estado de ‘tregua’.
Y es que, según
han podido constatar los servicios de inteligencia,
no todos los actuales miembros de la banda respaldan la entrega de armas. Los
integrantes más jóvenes, con apoyo de algún ‘veterano’, creen que sin armas no
hay capacidad de negociación. Pero se trata de una minoría que en principio está
“bajo control” de la cúpula de la organización.
Se quiere evitar, entonces, una
escisión entre los que aún integran la debilitada estructura de ETA. Por eso, “
Francia y España han acordado que sea ETA quien marque los tiempos de su
disolución”, aseguran. Aunque, si ambos países quisieran, “ETA
podría acabarse mañana”.
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