LA BURBURJA INMOBILIARIA SIGUE SU CURSO
Rafael del Barco
Carreras
Barcelona 6-8-2018. Mientras Torra, sintiéndose dueño del momento en España,
además que en Cataluña, amenaza con elecciones y con 'revoluciones' si la
sentencia por el 1-OCT no le gusta, el mercado inmobiliario catalán,
competencia de la Generalitat, y el español, retoman el corrupto desmadre que
estallara hace diez años. Publica EL MUNDO:
"Tras una década de
crisis, los españoles han dejado de hipotecarse y han aprendido a alquilar,
aunque dedican casi la mitad del sueldo a pagar la vivienda en pleno 'boom' de
los pisos turísticos. ¿Estamos ante una nueva burbuja inmobiliaria?"
MI ESCRITO ¡¡¡HACE 10 AÑOS!!!
06 Ago 2008
Desde la VILA OLÍMPICA
al FÓRUM,
pasando por DON PISO
El nombre tenía gracia aunque fuera un refrito del DON ALGODÓN de
mucho antes. Que su dueño optara al BARÇA, era lógico, la entidad pasaría de
los textileros a los inmobiliarios, para acabar en “abogados”. Ante mi
pesimismo, un contento conocido se incomodó cuando me contaba sus inicios en
una oficina Don Piso, a la par que me proponía porcentajes en negro si le
proporcionaba clientes.
Lo de “franquicia” lo entendí menos. Ya no es que fuera un
resentido del mundo inmobiliario es que no entendía el concepto. Por los 70
tuve un equipo de vendedores y no me los imaginaba en torno a una oficina
pagando un porcentaje por la “filosofía del negocio”. Pero lo de Fincas Corral
olía peor.
La primera de las sorpresas, el marido de la titular era el
delegado de la CAIXA cercana. Empecé a entender. Yo me hice
“inmobiliario” a través de la pequeña Caja General de Crédito, Sociedad
Cooperativa. Ahora los negocios inmobiliarios giraban en torno a las Cajas y
Caixas, confederadas. Y la BURBUJA crecía, operaciones de gran calado, y
buenas, de dinero, se daban en el meollo de la gran Barcelona, y cerrar ventas
por 120 millones de pesetas por pisos del Ensanche que la propia CAIXA había
vendido por siete u ocho millones apenas veinte años antes, era común. En el
Paseo de Gracia se vendieron los áticos más caros del Mundo. Y se recreó la
“venta sobre plano”. En un mercado que sobraba producto los compradores pagaban
por “fantasías”. El tocomocho de nuevo de moda. Valía cualquier cantidad de
anticipo, el agente cobraba su comisión, a menudo toda la “paga y señal”. El
argumento de que la simple entrega crecía al 20% anual, contundente. Un mercado
artificial, atípico, distorsionado, que desde La Vila Olímpica del 92,
con sus inalcanzables 40 millones de pesetas por piso, pasa en 10 años a
otra macro inversión, el FÓRUM, con pisos a UN MILLÓN DE EUROS.
Los milagros y pelotazos de los Planes de Urbanización de La Ribera,
transformando los húmedos suburbios de barracas y fábricas, Somorrostro, Camp
de la Bota, El Besos, en lujosas viviendas compitiendo con Sarriá Pedralbes.
Planes de Narcís Serra, Maragall y Pujol. Pisos para trabajadores con
yate. La inmensa mayoría de ciudadanos ni comprendió los precios ni soñó vivir
allí, y sobraron pisos, y sobran. Nadie compra a esos precios.
Y si no se vendía, el negocio consistía en presentar la
“certificación de obra” y abonada en cuenta. Eso, y vender a treinta años, a
gente que ni podían pagar el plazo mensual, una aberración para un ex alumno
del Instituto Bancario de los 60, cuando la banca prestaba máximo a tres meses,
descuento comercial bancario, pues su pasivo, dinero de los clientes, exigible
a la vista. Aunque recolocaran las artificiosas hipotecas en mercados financieros
que no controlaban la filosofía de tan peculiares operaciones, aquello
estallaría, sin duda.
La venta de DON PISO a HABITAT un anticipo de lo que se avecinaba,
y la especulación en bolsa con INMOBILIARIA COLONIAL SA, más de lo mismo pero
con BILLONES de pesetas. Dos operaciones que de por si demostraban que los
capitanes y oficiales de aquellos grandes transatlánticos arriaban botes sin
avisar a la tripulación, ni menos pasaje, que la nave tenía una gran vía de
agua y se hundía sin remedio. Como cualquier timador especialista en PIRÁMIDE
sabe, cuando ya no capta dinero, debe cerrar el chiringuito, y desaparecer.
La oficina donde mi conocido se inició ha cerrado. Al final de la
burbuja tenía tres pisos y un local. Los hay que tienen más de tres pisos,
hipotecados claro, y solo los gastos mensuales, sin amortización, suponen una
carga imposible. Un sueño roto, peor los que dan por perdido lo pagado por sus
propias viviendas, soñando que un milagro, o las promesas de Zapatero, les
solucione los pagos mensuales acumulados. Y antes de iniciar su carrera de
reciclado a inmobiliario hasta se hizo API.
Y de vuelta de todo,
recordé SOFICO, y los cientos de pequeños promotores inmobiliarios arruinados
por furibundos barbudos y sus gestoras de Ayuntamientos. Aquel joven arquitecto
de la Diputación (Comisión Provincial de Urbanismo) que me trató poco menos que
de delincuente al pedirle la recalificación de una de mis urbanizaciones
aprobada por un ayuntamiento. Un ecologista (otra nueva religión) espetándome
que el bosque reconquistaría su espacio. Contestarle la barbaridad de que
cuando el Mundo tuviera 30 o 40 mil millones de habitantes todo el globo
terráqueo sería una gran bola de asfalto, cemento, hormigón, cristal y
aluminio, rompió la inútil entrevista. El antifranquismo tras muerto Franco, un
barbudo de sus funcionarios señalándome como la demoníaca expresión del
Régimen. O la multipropiedad, la gran estafa sindical de la PSV, y de nuevo lo
mismo multiplicado por diez, veinte o treinta… pasados treinta y cinco años, y
todo igual… ayuntamientos recalificando, costa y montañas llenas de casas, con
Leyes del Suelo, las Comisiones Provinciales de Urbanismo, el obligado aval
bancario, el siempre presente API garantizador… la fortaleza de las nuevas
inmobiliarias… todo igual… pero más grande, más nefasto… franquistas,
socialistas, pujolistas… la pela… la estafa…
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