ALFRED BOSCH, PORTAVOZ ESQUERRA REPUBLICANA DE
CATALUNYA.
Rafael del Barco Carreras
Barcelona 15-08-2014. Pujol, y la “ética” que
predicaba desde su “Centre d´Estudis”, han calado tan hondo en la casta
política catalana, que diríamos que el más puro cinismo domina todo el arco
político catalán, desde el llamado “centro” a las llamadas izquierdas. Crónica
Global:
Bosch asegura que la actitud delictiva del ex presidente
autonómico es "un mal endémico y sistemático" del "Estado de las
Autonomías". Propone combatirlo con la independencia.
Esquerra Republicana de Catalunya a través de su
portavoz en el Congreso Alfred Bosch nos cuenta a los esquilmados catalanes
y españoles que Pujol o la mordida ¡dentellada! institucionalizada es “un mal
endémico y sistemático” del Estado de las Autonomías. Es decir, que cada
concesión pública comporta su correspondiente pago en negro.
¡Y propone combatirlo con la independencia! Una
independencia, se entiende, regida por estos independentistas. Bosch se olvida
que su partido ha participado y se ha beneficiado por activa o pasiva de estos
35 años de endémico y sistemático expolio. Un partido que pasó por la Rahola y
Colom a Carod Rovira; ¡los tripartitos de Pascual Maragall y Josep Montilla!,
con la Burbuja Inmobiliaria y la quiebra fraudulenta de Catalunya Caixa (77.000
millones de euros de pasivo) y ocho cajas más.
Un cinismo oportunista que abarca a toda la casta
política catalana. Cinismo o autodefensa. Los procesos contra el Clan Pujol, al
igual que los 53 imputados en el caso Catalunya Caixa, o los casi 200 de los
ERE andaluces, deberán sumar, no solo a los ya ancianos Jordi y Marta, sino
decenas de individuos como colaboradores necesarios o muy activos autores. La
red recaudatoria, las empresas contribuyentes, las miles de actas firmadas en
todo tipo de entidades públicas, los bancos pagando efectivo que se debía
comunicar al Banco de España, sobrepasarían en mucho los 200 del caso ERE. Si
en el deshilachado Caso Hacienda de Barcelona (juicio 2009-2010) surgieron
pruebas de principio de los 80, en el Caso Pujol, si se remontan en el tiempo,
si no llenarían banquillo por las oportunas prescripciones, podría citarse como
testigos a casi toda esa “casta” catalana.
Siempre digo que me preocupa menos la independencia
(me da lo mismo un DNI u otro) que una Cataluña regida por semejantes
individuos: la dictadura del cinismo y la corrupción.
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