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Peaje de las autopistas portuguesas.
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Mucho se puede criticar de España, pero por lo menos parecemos
un poco más organizados que los portugueses en cuanto al tema de los peajes de
las autopistas.
¿Qué pasa con el peaje de las autopistas portuguesas?
Me sorprende que hayan sido tan dejados como para permitir que
más de 300.000 españoles hayan usado sus autopistas sin pagar peaje. Y supongo,
aunque las noticias que he leído del tema no dicen nada de ello, que también
habrá usuarios de otros países en la misma situación.
Por lo visto el problema está en que no se puede pagar el peaje
de las autopistas ni en efectivo, ni en tarjeta de crédito, lo cual es
inaudito. Vamos, que hace falta ser muy torpe para crear un sistema tan
estúpido. ¿Qué hacen con todos los extranjeros que se meten en sus autopistas?,
pues por lo visto dejarlos pasar sin pagar porque sus sistemas no lo permiten
y, evidentemente, carecen de fuerza legal para retener a nadie.
Sistemas de pago en el peaje de las autopistas portuguesas:
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Easy Toll: el sistema que consiste en
asociar la matrícula a una tarjeta de crédito. El pago se carga de forma
inmediata cuando pasamos por un peaje en Portugal. Para asociar nuestra
matrícula a nuestra tarjeta es necesario acceder a la web portugaltolls.com.
Toll Card: el pago se realiza con una
tarjeta previamente cargada con 5, 10, 20 o 40 euros. Se asocia la tarjeta a la
matrícula mediante un SMS desde el móvil. Al conductor se le advierte mediante
un SMS cuando su tarjeta se queda sin saldo. Para adquirir esta tarjeta prepago
se debe acudir a una oficina de correo portuguesa, aunque también la tienen
disponible en áreas de servicio. Otra forma de solicitar estar tarjeta es a
través de la web tollcard.pt.
Toll Service: se trata de un título
de prepago de tres días con el coste fijo de 20 euros. Solo está activo durante
dicho periodo de validez. Este sistema es exclusivo para automóviles y se puede
adquirir en las áreas de servicio de la autopista A24, en los aeropuertos de
Porto y Faro o en el Ikea de Matosinhos.
Vía Verde: dispositivo que se alquila
por 6 euros en la primera semana y 1,5 euros por cada semana adicional y que
exige una fianza, reembolsable, de 27,5 euros. Tiene 90 días de validez y se
asocia, en formato débito, a una cuenta bancaria.
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Y yo creía que nosotros éramos torpes.
Ahora parece ser que están reaccionando y reclamando (a través
de un abogado español) las deudas. Me pregunto qué pasará si los usuarios no
pagan. ¿Les compensará acudir a tribunales por unas deudas ridículas? Supongo
que no, salvo casos muy concretos como el de un usuario que ha acumulado en su
empresa de transportes una deuda superior a 500.000 euros.
Ramón Cerdá