|
Tarjetas opacas. ¿Tenía Cipriano Muñoz una?
|
Lo de las tarjetas opacas, como ya comenté, es un asunto que
traerá cola, y mucha. De momento, Hacienda no solo quiere investigar a los 86
titulares de las supuestas tarjetas opacas de Caja Madrid, sino que quiere
averiguar si otras entidades usaban el procedimiento o no. procedimiento que
parece que tiene antecedentes hasta de los años 80.
Ahora que Rato y Blesa ya están oficialmente imputados en el
asunto, parece ser que están saliendo nuevos comentarios interesantes.
Hacienda sabía lo de las tarjetas opacas
Por lo visto el inspector de Hacienda Cipriano Muñoz conocía
perfectamente la existencia de dichas tarjetas opacas. Claro que podríamos
pensar que es una manera de tirar balones fuera puesto que este señor ya ha
fallecido, pero en uno de los correos electrónicos de Blesa intervenidos
aparece el comentario de cuando se jubiló este señor, haciendo constar que
podría ser un problema el nombramiento de su sucesor. Esto, a primera vista,
evidencia que el tal Cipriano sí que era conocedor del asunto. Cabría preguntarse
si también tenía una, o lo remuneraban de otro modo.
Según dicen, el arreglo con Cipriano Muñoz, inspector de
Hacienda consistió en que levantara un acta por un importe similar al que
hubiese ocasionado lo de las tarjetas opacas. De esa manera Hacienda cobraba lo
no ingresado, Cipriano tenía un acta positiva más en su historial como plus, y
el sistema de sobresueldos se perpetuaba. Nada menciona de si se untó o no a
Muñoz, pero parece algo obvio visto lo visto.
Desde la propia Agencia Tributaria parece que se acepta que
Cipriano aceptaba de manera habitual comidas y regalos de Caja Madrid: «Era
una vergüenza para el cuerpo de inspectores de Hacienda», pero nadie pareció
denunciarlo.
Montoro dice estar indignado porque el asunto ha salpicado a su
antiguo compañero de gobierno Rodrigo Rato, pero indignado o no, lo cierto es
que él cobra un buen pico por dietas
de alojamiento cuando tiene tres pisos en propiedad en Madrid. O
sea, que cada cual se indigna de lo de los demás, pero no de lo suyo propio.
Ramón Cerdá