Mayorías y coaliciones, ¿qué es lo
más democrático?
by Ramón
Cerdá
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Yo nunca he entendido muy bien todo el asunto de las elecciones
y de cómo se computan y tratan los votos de los ciudadanos; a poco que me he
puesto a pensar en ello siempre he terminado pensando que el voto es manipulado
con la excusa de que es por el bien del pueblo (como los de Tráfico: por
nuestra seguridad). Eso de mayorías y coaliciones, y quién manda o deja de
mandar después de cada votación y los miles y miles de votantes que quedan con
la boca abierta cuando ven que su voto es utilizado (o manipulado) para formar
una colación con un partido al que ellos nunca, jamás, hubiesen votado, es
patético. Es normal que ante una cosa así se sientan traicionados.
Mayorías y coaliciones. ¿Tiene sentido lo de la lista más
votada?
Desde mi ignorancia político-electoral, siempre he pensado
(incluso antes de tener edad para votar), que debería gobernar quien más votos
tiene. Tal vez sea un modo muy simplista de ver las cosas, o de una lógica
púber, pero ¿no se trata de eso lo de votar?: que cuente la opinión de la
mayoría, ¿o no? Pues no, no es así, nunca ha sido así y eso es lo que no he
entendido jamás del sistema democrático.
Ahora los del PP intentan cambiar la ley electoral para que
gobierne la lista más votada, lo cual, he de decir, que desde una postura
aséptica, me parece de lo más lógico. Cierto que tampoco soy un completo idiota
y sé que eso lo promueven ahora que es cuando les interesa y no antes porque
han sido los primeros en aprovecharse de las coaliciones cuando les ha venido
bien. De hecho, si no recuerdo mal (lo de la política no lo sigo de cerca, todo
hay que decirlo) Rita Barberá empezó gobernando en minoría. Por eso, querer
cambiarlo ahora puede parecer inoportuno (o más bien oportunista), pero creo
que habría que pensarlo bien y... ¿por qué no? ¿Por qué no hacer un referéndum
en el que la gente simplemente diga si quiere que gobierne el partido más
votado o no? Es posible que ni siquiera ese referéndum sirviera de mucho porque
podría estar viciado desde el principio, muchos que votan a minoritarios que
pueden pensar que nunca podrían gobernar los suyos, pueden creer más prudente
mantener el sistema actual que puede servir de coladero a las personas más
insospechadas. No lo sé, puede que no lo sepa nunca, pero lo que sí sé es que
yo creo que debería de gobernar quien más votos es capaz de recolectar.
El otro día vi un chiste que resumía el asunto de manera
brillante:
9 amigos se reúnen para preparar una comida y deciden hacer
votaciones:
4 votan por comer paella
3 votan por la fabada
2 votan por barbacoa
El sentido común apunta por la paella en este caso porque hay
mayoría, pero alguien decide hacer una coalición llamada «Fabes a la barbacoa».
¿Cuál es el resultado? Ninguno de los nueve come lo que quería y, además, el
resultado: fabes a la barbacoa, es nefasto culinariamente hablando. Claro que,
eso sí, es muy democrático y todos tendrían que disfrutar de la comida.
A mí me da la sensación de que vamos a comer muchas de esas
«fabes a la barbacoa» a partir de ahora.
Ramón Cerdá
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