En el sexto año de implantación de esta medida represora de los derechos de los trabajadores el balance es empleo precario y de baja calidad y productividad.
Este pasado 10 de febrero se han cumplido seis años de la imposición de la reforma laboral por parte del Gobierno de Mariano Rajoy con Fátima Báñez en el ministerio de Empleo. A pesar de los repetidos embustes del Gobierno del PP, no se han cumplido de los objetivos enunciados por esta lesiva reforma; sólo en el apartado de generación de empleo ha habido un incremento, pero este no fue de recuperación de empleos perdidos sino fruto de una reposición de plazas marcadas por la temporalidad extrema, los bajos salarios y condiciones laborales de clara explotación.
Todos los sindicatos y partidos, a excepción del PP, coinciden en que detrás de las cifras triunfalistas del discurso el Gobieno solo hay "precariedad, temporalidad, fraude y abuso empresarial".
Desde el sindicato UGT señalan que la reforma ha provocado "un desequilibrio en las relaciones laborales, al primar los convenios de empresa frente a los sectoriales", lo que ha provocado "un cambio estructural a peor en el mercado laboral, al fomentar el empleo de mala calidad, precario y de baja productividad".
Por su parte, desde CCOO se afirma que la devaluación salarial obedece "a la capacidad empresarial para modificar posteriormente los salarios pactados"; dado que los empresarios, gracias a esa reforma pueden imponer condiciones de trabajo de gran precariedad.
Por otro lado y por el mismo imperio de la reforma del PP se ha impuesto la externalización de tareas a través de las llamadas empresas de multiservicios que "están burlando las garantías mínimas que establecen los convenios colectivos de sector y están promoviendo empleos en condiciones laborales y salariales penosas".
Caída de los salarios
Según un aporte del PSOE, "el coste salarial medio mensual ha pasado de 2.033,78 euros anuales en el segundo trimestre de 2011 en datos actualizados por la variación del IPC, a 1.942,01 euros en 2017, una caída de un 4,9%".
Desde CCOO apuntan que "los salarios han perdido un 7,6% de poder adquisitivo entre 2008 y 2017", y ponen el acento en que "el 10% de los salarios más bajos han perdido un 22% y el segundo 10%, un 13,7%".
"Estos ingresos se han revelado como insuficientes para financiar los gastos contributivos, lo que ha llevado al Gobierno a paliar esta situación recurriendo al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que ha pasado de contar con casi 67.000 millones de euros a finales de 2011, a situarse hoy en día con poco más de 8.000 millones de euros", señalan los dirigentes socialistas.
Por su parte, el índice de precariedad de Eurostat señala que “el 56,8% del empleo creado en España es precario frente al 22% en el conjunto de la Unión Europea” y los socialistas puntualizan que "la tasa de precariedad, los asalariados con contrato temporal, después de ir disminuyendo con la crisis hasta llegar a representar el 23,1% en 2013, ha ido creciendo año a año y en 2017 es el 26,7% de todos los asalariados".
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