Cosidó
firmó personalmente el otro soborno al chófer de Bárcenas: la entrada en la
Academia de Policía
El
pago de los 48.000 euros
al chófer de Luis
Bárcenas durante dos años y procedentes de los fondos
reservados los coordinó Ignacio
Cosidó y los entregó mes a mes el comisario José Villarejo.
Y el segundo soborno al conductor del ex tesorero, la entrada en la
Academia de Policía,
la firmó personalmente, de nuevo, el que fuera por aquel entonces director
general de Policía, Ignacio Cosidó.
Esos
fueron los dos pagos correspondientes al soborno que recibió Sergio Ríos Esgueva
como contraprestación por una labor muy especial y delicada: el rescate de
documentos de
altos cargos del PP que se encontraban en poder de Luis Bárcenas y que, según
el plan inicial, debían ser retirados de circulación para evitar que llegasen a
manos de la Justicia. La orden incluía la recuperación de documentos de Javier Arenas,
Soraya Sáenz de
Santamaría y María
Dolores de Cospedal.
La
labor del conductor del ex tesorero no debió dejar descontentos a los
coordinadores del dispositivo policial de recuperación de documentos. Porque
efectivamente se cumplieron los pagos. Y uno de ellos era efectivamente la
entrada del conductor de Bárcenas en la Academia de Policía Nacional en la
escala básica. Y el máximo responsable de la Academia era el propio director
general de la Policía: Ignacio Cosidó.
Cosidó
validó la orden de entrada en la Academia de Policía del chófer de Bárcenas el
27 de julio de 2015
La
orden de ingreso en la Academia, de hecho, fue firmada personalmente por Cosidó
y publicada en el Boletín Oficial del Estado con fecha de 27 de julio de 2015,
tal y como revea el documento que hoy publica OKDIARIO.
La
Resolución en cuestión con el nombre de Sergio Ríos como aspirante a ser
policía con derecho a entrar en la Academia fue emitida por el entonces
director de la Policía el “16 de julio de 2015”, con membrete de “la Dirección
General de la Policía, por la que publica la relación de aspirantes a ingreso
en la Escala Básica, categoría de Policía, del Cuerpo Nacional de Policía”. El
paso se realizaba tras superar “la fase de oposición, convocada por Resolución de
24 de junio de 2014”, aunque, casualmente, el resultado de la oposición confirmaba el
soborno pactado con el conductor: que incluía, efectivamente,
entrar en la Academia. Gracias a ello, el chófer del ex tesorero fue nombrado
dentro del grupo de “Policías alumnos” que “han de realizar el curso de
formación”. El curso de formación también lo pasó. Y en la misma posición que
la entrada en la Academia: el penúltimo de toda la promoción.
El
documento plasma literalmente la firma de quién se hace responsable de la
entrada en el ciclo formativo de policía: “Madrid, 16 de julio de 2015.–El
Director General de la Policía, Ignacio Cosidó Gutiérrez”. La entrada de Ríos
en la Policía dejo en evidencia el enchufe desde el primer momento. Y es que el
chófer de Bárcenas había nacido el 20 de enero de 1975, como recoge otro de los
documentos publicados por este diario.
Entró
en la Academia con 40 años y fue destinado a la ‘privilegiada’ Brigada Móvil
Sergio Ríos entró en la
academia con 40 años
y salió hacia su primer destino con 42 años. Todo un récord cuando lo norma es
que los acuden a la Academia de la Policía lo hagan con una edad cercana a los
25 años.
Y
es que fue incrustado en la Academia con el destino ya fijado fuese como fuese:
él iba a ser policía nacional, no porque estuviese más o menos preparado. Sino
porque así se había pactado como parte del pago por rescatar documentos y
grabaciones mientras estaba ocupado como conductor de Luis Bárcenas.
Sergio
Ríos, además, acabó en una de las plazas más deseadas de la Policía: la de
policía en el transporte, lo que antes se denominaba Brigada Móvil. En esa
plaza, los
policías realizan viajes en AVE, avión, barco, etc. Y
descuentan todo el tiempo del viaje del horario logrando librar durante varios
días. Además, esta plaza permite viajar gratis en el AVE. Y accedió a esa plaza
pese a haber quedado el penúltimo.
Fondos
reservados
La
realidad es que desde Interior gestionaron los pagos de dinero con cargo a la
bolsa de fondos reservados. Y desde el mismo Ministerio igualmente gestionaron
el enchufe en el Cuerpo Nacional de Policía. El mecanismo de soborno dejaba, de
este modo, contento a Sergio Ríos -el chófer topo- y generaba un sistema
aparentemente discreto y secreto que no debería haber sido desvelado. De hecho,
no lo fue hasta que el registro
del domicilio del comisario José Villarejo por parte de
Asuntos Internos desveló las pistas de la existencia de este dispositivo de
destrucción de pruebas.
El
fin último era -tal y como ha publicado OKDIARIO- detectar y retirar documentos
y grabaciones de tres personas en concreto: Javier Arenas, Soraya
Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, tal y como consta en
el material investigado por Asuntos Internos y en la propia Fiscalía.
Sergio
Ríos se había ganado la confianza del ex tesorero del PP. Y eso lo convertía en
el hombre perfecto para este cometido. Y esa idoneidad hizo pensar a los mandos
de Interior que, si quería una plaza en la Policía como parte del pago, tampoco
pasaba nada por dársela.