domingo, 4 de noviembre de 2018

DE 40 AÑOS DE CORRUPCIÓN EN ESPAÑA …Y DE LA SITUACIÓN DE CATALUÑA


DE 40 AÑOS DE CORRUPCIÓN EN ESPAÑA

…y de la situación de Cataluña

 Autor: Carnet Por Puntos 2018-11-04
Pulse enlace 40 años de Corrupción , la verdad del 23 F.  
De la dictadura a la democracia.

La dictadura fue una desgracia para España. El odio se había instalado en unos y otros y los bandos enfrentados, los nacionales contra los comunistas, monárquicos contra republicanos, ricos contra pobres, izquierda contra derecha… hicieron imposible la consolidación de la II República. Una sublevación militar con apoyo de la derecha, de la Iglesia (especialmente castigada con crímenes y atentados contra sus miembros) y los terratenientes y dueños de la tierra y la producción provocó una guerra civil de tres años, cientos de miles de muertos y dos bandos que se torturaban y asesinaban sin piedad uno al otro por pensar distinto. Ninguna justificación hay para levantarse en armas contra la democracia. Aunque era imperfecta y se cometían muchos crímenes, robos y había un número muy importante de la población en extrema pobreza. Esta historia está contada por escritores de uno y otro bando y por otros independientes con distintos argumentos. El dictador sobrevivió durante 37 años con un amplio respaldo popular hasta morir en la cama y con actos públicos de relevante apoyo en vida y durante el tiempo que estuvo expuesto su cadáver.
Acabada la guerra hubo campos de concentración, persecución, acoso, exiliados y crímenes que el bando ganador niega o reduce a casos aislados. También hubo durante la guerra asesinatos y torturas por el bando republicano, y nadie puede asegurar hoy que de haber vencido el bando perdedor el trato que recibirían los perdedores hubiera sido distinto. La guerra saca lo peor de cada persona hasta convertirla en alimaña. El dictador mantuvo al país neutral durante la II Guerra mundial, lo que le permitió salir de la misma en mejores condiciones que ningún otro de los aliados del eje fascista. La necesidad de Estados Unidos de tener bases en la península ibérica por nuestra posición geoestratégica ayudó a que las relaciones se consolidaran y a que el Plan Marshall, dinero para la reconstrucción europea, llegara también a España. Estados Unidos se interesó pronto por la situación del país y quería influir, y lo hizo, en la sucesión tras la muerte del dictador. Hay libros suficientes para no insistir aquí, donde se evidencia que Juan Carlos I consiguió el parabién de Franco y de Henry Kissinger, secretario de Estado norteamericano. Se elaboró la ley de Sucesión. El hermano menor del futuro rey murió en un accidente al disparársele el arma a Juan Carlos, coincidiendo, según algunos escritores, con que su padre y legítimo heredero de la dinastía monárquica, Juan de Borbón, amenazó a Juan Carlos con desheredarlo de dichos derechos porque estaba dejándose dirigir por Franco sin atender a los intereses de la Corona. Muerto Franco, Juan Carlos heredó la jefatura del Estado con el apoyo del régimen y el ejército. La constitución de 1978 contempló la Monarquía parlamentaria como forma de Estado y un año antes recibiría también la legitimidad dinástica en un sobrio acto con su padre.

El vecino del sur, Marruecos, aprovechó la inestabilidad del relevo de Franco para lanzar la “Marcha verde” contra territorios españoles en África. También hay suficiente literatura al respecto. El Rey estuvo allí como futuro sucesor y jefe de Estado en funciones con Franco agonizante, comprometiendo a los españoles que los defendería, para pocos días después abandonar el ejército los territorios españoles en África. El Sáhara Occidental era la provincia 53 de España y debería haberse sometido a un proceso de descolonización como los territorios de la zona, con un referéndum, y si así lo decidían, un estado independiente. Eran territorios indefendibles frente a Marruecos, apoyado por Estados Unidos y Francia, incluso entrando en

Sandra Mozarowsky
guerra, pero era exigible un referéndum que cuarenta años después sigue sin celebrarse a pesar de las resoluciones de la ONU. Quienes allí residían eran saharauis, españoles, fueron abandonados y cientos de ellos perdieron todos sus bienes, otros murieron bombardeados con Napalm, detenidos, torturados y asesinados. Pasadas cuatro décadas siguen en campamentos de refugiados en Dajla (antigua Villa Cisneros) y en Tinduf (Argelia). Felipe González acudió en 1976 a un campamento saharaui comprometiendo su apoyo a la legalidad internacional pero poco tiempo después se olvidó y desde entonces ha sido aliado fiel del reino de Marruecos. España, como Estado colonizador no ha cumplido con sus obligaciones. Cada día es más evidente que el reino alauita es un eslabón fundamental en la política norteamericana, francesa y del mundo Occidental para contener el radicalismo yihadista, y frente a eso España tiene poco que hacer. Pero una mínima dignidad, coherencia y defensa del derecho internacional y de sus nacionales para ser respetada como nación les era exigibles a todos los responsables y no la tuvieron.

Del Rey emérito y su relación con las mujeres se empezó a hablar pronto. Se le relacionó con varias mujeres siendo una de las primeras una actriz que era joven y guapa y protagonizó algunas películas de destape, que murió con 19 años en extrañas circunstancias. Sandra Mozarowsky. Existe información en la red al respecto. Nadiuska, Bárbara Rey, Corinna… y otras muchas más.

Juan Carlos Rey – Adolfo Suárez

Hay que reconocer que el primer paso para salir de la dictadura lo dio el rey Juan Carlos I, al decidir nombrar como presidente del Gobierno a Adolfo Suárez. Las exigencias internacionales para España eran un sistema democrático y, sobre todo y especialmente, la apertura al mercado, al liberalismo económico, lo que llevaba también a la Alianza Atlántica de los países democráticos de Occidente con EEUU en la OTAN. En ningún caso se podía mantener la economía cerrada que mantenía España con su autarquía económica y leyes propias, unas mejores y otras peores, ajenas al poder económico-financiero del mundo, al liberalismo económico. No es que quisieran que los españoles tuviésemos derechos y libertades, que eso en la división de bloques ya se daba por hecho, sino que nos convirtiéramos en un nuevo mercado. La reconversión industrial que protagonizó Felipe González fue eso, cerrar sectores productivos españoles para que vinieran empresas de capital internacional a instalarse. En algunos casos era necesario pero en otros en absoluto, y su deriva de privatizaciones llego al paroxismo con Aznar. Sectores estratégicos como el agua o la energía, las comunicaciones y otros muchos servicios cuestan hoy más caros que cuando dependían del Estado, diputaciones o ayuntamientos. Es el mercado neoliberal quien decide y todos los regímenes, desde el estadounidense donde la gente muere sin asistencia médica porque no puede pagarla, hasta el chino, régimen comunista sin libertades individuales, están sometidos a la lógica mercantil que gobierna la humanidad.

En ese tránsito político y social de la dictadura a la democracia resultó que la relación entre el jefe del Estado y el presidente del Gobierno no funcionó bien. Un político que había sido secretario general del Movimiento, que aunaba a Falange y franquismo planteaba reformas que al rey le parecían o muy arriesgadas o insuficiente (esa parte de la historia se la llevó Adolfo Suárez a la tumba con su alzheimer). A quienes conocen esta historia, la foto del rey y Adolfo Suárez de espaldas, cuando ya el ex presidente no sabía ni quien era, evidencia la falta absoluta de moral y escrúpulos que ha presidido la práctica política en este país en los últimos cuarenta años y algo más, durante la transición y la democracia.
Lo cierto es que ante la presión del terrorismo de una parte, y los militares exigiendo respuestas de otra, al rey se le ocurrió fiarse de sus dos militares de más confianza (Alfonso Armada había sido su preceptor durante años) y Jaime Milan del Bosch, para urdir una trama que desalojara a Suárez sin que se viera su mano. Armada contactó con el PSOE (Enrique Múgica) y con el PCE y les planteó la necesidad de un gobierno de concentración nacional auspiciado por el rey que él mismo presidiría, que conduciría a la plena democracia. Todos estuvieron de acuerdo (AP -actual PP-, PSOE, UCD y PCE) y se puso en marcha el proceso. Se embarcó a Tejero y a otros oficiales en el asunto, al coronel Cortina, de la AOME (Agrupación Operativa de Misiones Especiales) del CESID (su participación ratifica completamente la dirección real de la conjura), y cuando estaba todo decidido, Tejero, al conocer la lista del Gobierno que le mostró Armada en el Congreso dijo que era una traición, que lo habían engañado y que no entregaba a los diputados secuestrados a nadie. Vino la noche de los transistores, los acuerdos conocidos como “pacto del capó”, la exigencia de Tejero de que de teniente abajo no se exigiría responsabilidad a nadie (como así fue) y el juicio posterior como golpistas traidores contra todos aquellos que habían actuado siguiendo órdenes de generales de absoluta lealtad al Rey. Al parecer lo previsto es que Armada fuera a  Zarzuela y desde allí, con la situación controlada en el Congreso, se dirigiría al mismo acompañado por el Rey o precediéndole un tiempo antes; como el general Fernández Campos impidió el acceso de Armada al Palacio Real éste se fue solo al congreso con el desenlace conocido, lo que hizo al Rey cambiar su posición y abandonar a los que se habían embarcado por él en el golpe de Estado. Por esto existen dudas en si el “elefante blanco” que anunciaron los guardias civiles, la “autoridad, militar por supuesto” era Armada o el Rey. ¿Lo sabremos algún día?

España no se respeta a sí misma, a su ciudadanía, manteniendo en secreto estos asuntos capitales de nuestra historia y enseñando en las escuelas hechos falsos que antes o después se descubrirán.

El Gobierno que el general Alfonso Armada Comín planteó a Tejero y que estaba pactado con el Rey y todos los partidos implicados era el siguiente:
-       Presidente: Alfonso Armada (militar)
-       Vicepresidente para Asuntos Políticos, Felipe González (PSOE)
-       Vicepresidente para Asuntos Económicos, José María López de Letona (Banquero)
-       Ministro Asuntos Exteriores, José María de Areilza
-       Ministro de Defensa, Manuel Fraga (AP)
-       Ministro de Justicia, Gregorio Peces-Barba (PSOE)
-       Ministro de Interior, Manuel Saavedra (militar)
-       Ministro de Hacienda, Pio Cabanillas (UCD)
-       Ministro de Economía, Ramón Tamames (PCE)
-       Ministro de Sanidad, Enrique Múgica (PSOE)
-       Ministro de Transportes, Javier Solana (PSOE)
-       Ministro de Trabajo, Jordi Solé Tura (PSUC)
-       Ministro de Obras Públicas, José Luís Álvarez (UCD)
-       Ministro de Educación, Miguel Herrero Rodríguez de Miñón (UCD)
-       Ministro de Industria, Agustín Rodríguez Sahagún (UCD)
-       Ministro de Comercio Carlos Ferrer Salat (CEOE)
-       Ministro de Información, Luís María Anson (periodista)
-       Ministro de Cultura, Joaquín Garrigues Walker (liberal)
-       Ministro de Autonomías José Antonio Sáenz de Santamaría (militar)

Tras la negativa de Tejero, decidieron los poderes del Estado (el Rey, UCD, PSOE, AP, PCE…) que los militares participantes en el intento de golpe por lealtad al Rey debían ser acusados de golpistas, sufrir el deshonor personal y familiar y pasar unos años en la cárcel, y que quien impidió el golpe de Estado al final, Tejero, pasara a ser una bestia parda. Se creó una historia falsa como más interesaba al Rey y a los políticos implicados: un grupo de militares con añoranzas franquistas habían querido dar un golpe de Estado y el Rey lo había impedido. La verdad es que el Rey instigó a un grupo de militares leales a él como heredero de Franco y los utilizó para conseguir con una mentira obscena un respaldo popular que ha mantenido hasta su accidente en la cacería de elefantes en Bostwana. ¿Y la conciencia? ¿Y la moral? ¿Y la vergüenza, la lealtad, la honradez, la verdad…? no existen en estos comportamientos incalificables (o sí, pero serían insultos a autoridades y están penados). Sobre esos cimientos de podredumbre y de ausencia de moral, un estercolero con ciénaga putrefacta donde anida lo peor de la condición humana se asentó la actual democracia. ¿Qué nos puede extrañar de lo que estamos viviendo hoy?