EVANGELIO
POLÍTICO.
Siempre
pensé que el socialismo real debería de ser lo más idóneo para las clases media
y trabajadora, pero observando la realidad tras cuatro décadas de democracia,
salvo pequeños avances sociales, acabó entrando en esa doctrina partidista que
ayer llamaba el evangelio institucional, y eso, les hizo caer en las viejas
costumbres, en esa "casta" que decía Pablo Iglesias, y que también él
fue absorbido. En el Parlamento las intervenciones se parecen mucho a la de aquellos curas del pasado que se subía al púlpito
y nos contaban la vida de Jesús desde la bodas de Canaán hasta su resurrección.
Mucho
evangelio político y poco milagro real.
Y
como El Buscón, de nada nos sirve cambiar de lugar y hasta a veces de voto, si
no cambian y cambiamos de vida y de costumbres, la política es hacer, es
servir, a la colectividad más necesitada, para el evangelio ya tiene la
ciudadanía los templos, el que quiera creer que crea.
JOSMAN.