TRAS ALIVIAR EL FUTURO FINANCIERO DE PRISA
Rubalcaba 'resucita' las ayudas a la prensa con las elecciones a la vista.
Rubalcaba durante la clausura de la VIII Jornada de Periodismo (EFE). @D.Toledo.-
El nuevo vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dejado muy claro cuáles son las prioridades del nuevo gabinete en el trato con los medios de comunicación. Primero, ha dado vida al Grupo Prisa al tutelar la entrada de Telefónica y Telecinco en Digital+. Una operación por la que estos dos últimos grupos abonarán a los Polanco cerca de 1.000 millones de euros sin apenas restricciones de la Comisión Nacional de Competencia (CNC). Y, segundo, quiere tener éxito donde fracasó María Teresa Fernández de la Vega. Busca un plan de ayudas a la prensa que alivie las caóticas finanzas del sector. ¿Gratis? La medida se tomará en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas en mayo de 2011.
Rubalcaba aseguró el pasado jueves, durante la clausura de las VIII Jornadas de Periodismo organizadas por la Asociación de Periodistas Europeos, que el Gobierno quiere retomar las negociaciones con los diarios. “Merecen una ayuda por parte de los poderes públicos”, subrayó. El número dos de Zapatero recordó que De la Vega ya planteó un conjunto de acuerdos con los editores de prensa para facilitar la reconversión del sector, pero que los diarios no lo consideraron suficiente. ¿Cuál es el camino a seguir? Rubalcaba incidió en que la publicidad institucional ha descendido un 50%. También en que es preciso fomentar la difusión de prensa en colegios y administraciones. Dos buenas vías de compensación siguiendo el modelo Sarkozy. No hace falta más a buen entendedor para intuir cuál es la hoja de ruta del factótum de Zapatero.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció en enero de 2009 un plan estatal para modernizar la prensa escrita que suponía destinar al sector 200 millones de euros en tres años, es decir, un total de 600 millones. Entre las medidas planteadas figuraba duplicar el gasto en comunicación institucional del Estado y los organismos públicos en prensa escrita, incluida la digital. También se ofrecía un abono anual a los jóvenes al cumplir los 18 años para animar en ellos el hábito de leer prensa. Y la congelación durante un año de las tarifas postales para los diarios y el compromiso del Estado de compensar a La Poste por la falta de ingresos derivada de tal decisión.
A cualquier editor al que se le plantease la cuestión hace apenas tres semanas aportaría la misma respuesta: “Las negociaciones con el Gobierno están cerradas. No queremos ser un sector subsidiado”. Esto es, Rubalcaba resucita algo que los propios afectados daban por muerto. Es más, las conversaciones con De la Vega se cerraron en falso por la falta de unidad de los editores de periódicos, un disenso con el que tendrá que lidiar Rubalcaba. Los dueños de la prensa se conformaban en la última época con que no les tocaran los anuncios de contactos, una vía por la que logran importantes ingresos y que el Gobierno quería cortar de raíz. Ya no. Habrá árnica. “No son tolerables”, dijo el vicepresidente, pero añadió que su desaparición se hará “de manera progresiva”. Toda una señal; que nadie se enfade.
Luna de miel con los diarios
La nueva luna de miel que pretende forjar Rubalcaba vía transferencia de fondos a los periódicos contrasta con la dureza mostrada por De la Vega. Su relación con los medios se resume rápido: todo para las televisiones -que besan por donde pasa- y nada para la prensa, con la que apenas hubo feeling. La vicepresidenta chocó primero con Pilar de Yarza, editora de El Heraldo de Aragón, mientras fue presidenta de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE). Después, tampoco fue capaz de llegar a un acuerdo con Antonio Fernández-Galiano, consejero delegado de Unidad Editorial, cuando éste asumió la representación de los rotativos españoles a finales de 2009. Pidió entonces al ejecutivo de El Mundo que le hiciera llegar una batería de medidas posibles.
No es una cuestión de ayudas directas. No queremos que nos den nada que no nos corresponde. Simplemente lo que se ha ofrecido a otros sectores en crisis. En el planteamiento a la vicepresidenta se incluirá la petición de ayudas para la modernización de la prensa, para la distribución, etc.”, apuntaban entonces fuentes de AEDE. Finalmente, nada de nada. Y ahora Moncloa, como dejó claro Rubalcaba, no puede gastar demasiado dinero. Dicho de otro modo, los editores no pueden esperar ni ayudas directas ni la reducción del IVA para la prensa a un tipo mínimo, como los editores defendieron cuando se inició la negociación con De la Vega.
El planteamiento de la vicepresidenta consignaba más bien líneas específicas del ICO para la modernización de la prensa por valor de 300 millones de euros, más el aplazamiento de las cuotas a la Seguridad Social durante un año a aquellas empresas no inmersas en expedientes de regulación de empleo. Una propuesta valorada en otros 300 millones de euros. “Incluye innovación tecnológica, implica a todos los ministerios, toda una política de suscripciones. Es mucho más completo que el plan francés, que aporta 600 millones, pero en varios años”, se aseguraba en su momento desde el departamento de De la Vega para defender del plan.
El camino de Rubalcaba no puede salirse de esa senda. Más artero que De la Vega, aseguró en las jornadas del jueves que el papel de la prensa es “muy importante para el futuro” y se mostró partidario de un plan que pueda echarle una mano. El diario Abc registró pérdidas por encima de los 56 millones de euros en 2009, expediente de regulación de empleo incluido. RCS, la sociedad italiana editora de El Mundo, acumula una deuda de 1.035 millones de euros, y El País, que gana dinero, depende de una matriz cuya deuda roza los 4.700 millones y está a la espera de que un grupo de fondos americanos tome la mayoría de Prisa. Mal panorama para grupos que necesitan ayuda. Donde De la Vega dijo no, Rubalcaba está dispuesto a echar el resto.
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