Colectivos relacionados con el mundo del transporte aéreo, preocupados por la situación de nuestros aeropuertos nos comunican el “PROYECTO ESCÁNER” que responde a la inquietud que nace como hombre y profesional de la aviación ante la nueva normativa en seguridad en los aeropuertos y por extensión en recintos de máxima afluencia de personas.
Esta normativa viene experimentándose desde los ataques del 11 de Septiembre del año 2001 y demuestran una intención clara por parte de diferentes países de avanzar en el uso de tecnología que interfiere en la intimidad de las personas a la vez que represora de los derechos individuales.
El uso de estas tecnologías se produce en detrimento de otras como el uso de perros adiestrados ya probadas en tiempos de paz por las Fuerzas de seguridad del Estado y por el Ejército en tiempos de guerra. Que representan una menor intromisión en la vida cotidiana de los ciudadanos. Hay que añadir otra razón de peso a la rechazable idea del uso de estas nuevas tecnologías, el posible riesgo a la salud pública que plantea el uso de radiaciones ionizantes y tecnología de microondas que (irradian) estas máquinas con su funcionamiento. El Estado no puede obviar la preocupación de la población ante el riesgo que supone para los niños, las mujeres embarazadas y los viajeros habituales al pasar por estos controles. No cabe respuesta fácil ante estas preocupaciones y más ante la evidente oposición que han encontrado estos métodos de seguridad en otros países, oposición que se extiende a los protocolos desarrollados por empresas privadas de seguridad que entre otras cosas, humillan al pasajero convirtiéndolo en presuntamente culpable y desestimando los numerosos esfuerzos que ya están realizando los usuarios del transporte aéreo que colaboran día a día a mantener la seguridad más allá de lo lógico. No menos ilógicas son las cuestiones que emergen después del atentado terrorista que se vivió la jornada del 11 de Marzo de 2004 en España. ¿Cómo es posible que en los accesos a los trenes de cercanías y Metro no se establezcan medidas todavía más duras que las existentes en los aeropuertos al ser el tránsito de personas mucho mayor? ¿Es que no nos preocupan esas personas? ¿Ya no nos importan las víctimas? ¿Ponemos escáneres en todos los medios de transporte y accesos a instalaciones esenciales como centrales nucleares, hidroeléctricas, estaciones de autobuses, medios de comunicación, ministerios, hospitales y demás edificios públicos...? Porque de no ser así estaremos cometiendo un agravio comparativo, y se podría incluso llegar a pensar que realmente no se está haciendo todo lo posible para detener los numerosos actos terroristas que según las informaciones producidas por los medios de comunicación se están planeando.
Los expertos en la materia, creen que no sea necesario llegar a las medidas extremas de control que imponen las autoridades. Manifestando el portavoz del colectivo: que en base a la experiencia acumulada por parte de nuestras Fuerzas de seguridad de Estado que con su labor de información nos han protegido y nos protegen del terrorismo, mafias y demás bandas internacionales, a menudo pagando con su propia vida y en todo momento respetando la ley y los derechos de los ciudadanos a los que sirven. Esa es la diferencia entre las Fuerza de seguridad del Estado y los experimentos que nos plantea el gobierno. ¿Acaso un guarda jurado tiene que superar la mitad del curriculum que un guardia civil debe aprobar antes de poder desempeñar sus funciones al servicio de los ciudadanos? Yo como ciudadano digo No a la privatización de mi seguridad, como profesional digo NO a los experimentos con la seguridad de los viajeros, como hombre digo NO a continuar aguantando la humillación de desnudarme, dejarme robar y/o sobar por una persona no cualificada y que dice estar ayudando a los profesionales. Digo NO a los agravios comparativos en seguridad y digo, únete a esta protesta. ESCANERES NO!!
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