EL PRESIDENTE DARÁ EL MITIN DE ARRANQUE DE CAMPAÑA DEL 22-M EN ESTE ESCENARIO EMBLEMÁTICO
Blanco ultima en secreto un macroacto de despedida a Zapatero en Vista Alegre
Vista general del mítin celebrado en el Palacio Vista Alegre en 2009 (PSOE, vía Flickr). @José L. Lobo.-
El PSOE ya lo tiene muy asumido: José Luis Rodríguez Zapatero no repetirá en 2012 como candidato socialista a La Moncloa. Lo que sólo unos pocos elegidos saben es cuándo y dónde anunciará su decisión. Pero muy bien podría ser el próximo mes de abril y en un escenario tan emblemático para el presidente del Gobierno como la plaza de toros de Vista Alegre, en Madrid.
El Comité Electoral de Ferraz que preside José Blanco prepara con el mayor sigilo un macroacto electoral en ese templo sagrado socialista, que, además de marcar el arranque de la campaña para las autonómicas y municipales del 22 de mayo, servirá de homenaje y despedida a quien ha liderado el partido durante los últimos 11 años. Y para un amante del simbolismo como Zapatero, Vista Alegre parece el lugar idóneo para una suerte de catarsis colectiva.
Fuentes de Ferraz han confirmado a El Confidencial que la decisión de convocar ese multitudinario acto para rendir tributo al líder socialista, ahora en sus horas más bajas, ya está tomada. Sólo falta por cerrar la fecha definitiva, pero será un domingo de abril, probablemente antes del parón vacacional de Semana Santa, según las mismas fuentes.
Un escenario 'fetiche'
La elección del escenario no ha sido casual: la plaza de toros del barrio madrileño de Carabanchel es un lugar fetiche para Zapatero y su generación de dirigentes socialistas. Allí fue donde, el 27 de octubre de 2002, el secretario general del PSOE fue proclamado por primera vez candidato a la presidencia del Gobierno; y allí nació también el llamado espíritu de Vista Alegre, al que los socialistas atribuyen en su imaginario el impulso esencial que los condujo a la victoria electoral en 2004.
Ferraz quiere movilizar a todo el partido para que ese día no falte nadie en Vista Alegre, desde la cúpula del partido al Gobierno en pleno, pasando por los barones regionales, secretarios provinciales, candidatos municipales y autonómicos, diputados, senadores, alcaldes y miles de militantes y simpatizantes dispuestos a reventar el coso taurino -con un aforo de más de 20.000 personas- en un emotivo adiós a Zapatero. Y no sólo eso: el macroacto de Carabanchel pretende ser también una inyección de autoestima para un PSOE que parece prepararse para una larga travesía del desierto en la oposición.
Lo que las fuentes consultadas no se atreven a pronosticar es si Zapatero aprovechará su presencia estelar en ese mitin multitudinario para dar a conocer, por fin, la decisión sobre su candidatura para 2012. Prácticamente ningún dirigente socialista duda en privado de que el secretario general del partido dará un paso atrás y cederá el testigo a otro aspirante -todas las miradas están puestas en el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba-, y algunos hasta lo expresan ya en público.
Al vicepresidente tercero del Gobierno y presidente del PSOE, Manuel Chaves -tan poco dado a revelar secretos-, muy probablemente se le escapó de los labios, pero lo que dijo ayer es bien elocuente: "Yo hubiera preferido que hubiera seguido José Luis Rodríguez Zapatero, pero hay que afrontar con absoluta normalidad el supuesto de otro candidato".
Comité Federal en marzo
Las fuentes socialistas consultadas tampoco descartan que Zapatero anuncie su decisión unas semanas antes del mitin de Vista Alegre, aprovechando la reunión del Comité Federal -el máximo órgano de decisión del PSOE entre congreso y congreso- prevista para el próximo mes de marzo, y que aún no ha sido convocada.
Ese Comité Federal será el que dé el visto bueno definitivo a las listas electorales para las autonómicas y municipales del 22 de mayo; y en ese escenario, ante casi 300 dirigentes del partido, Zapatero podría optar por seguir al pie de la letra la ortodoxia interna para comunicar a sus compañeros que no será candidato. De ser así, el líder socialista se daría pocos días después un baño de multitudes -esta vez de despedida- en el ya mítico Vista Alegre.
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