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domingo, 13 de febrero de 2011

Internet y las redes sociales, escenario y arma de las nuevas revoluciones

LAS REVUELTAS EN VARIOS PAÍSES ÁRABES SE HAN VALIDO DE LA RED

Internet y las redes sociales, escenario

y arma de las nuevas revoluciones

Internet y las redes sociales, escenario y arma de las nuevas revoluciones

Una manifestante contra Mubarak muestra un cartel que parodia su amistad con Ben Ali en Facebook

@Alejandra Abad.-

La Red se ha revelado como un eficaz instrumento para los revolucionarios que se enfrentan los gobiernos árabes que en las últimas semanas están sufriendo duras sacudidas sociales. La existencia de redes sociales que facilitan la comunicación entre los disidentes no ha sido determinante para las revoluciones, pero desde luego sí ha sido “un factor clave”, que ha conseguido “efectos que los medios de comunicación tradicional no alcanzan a desarrollar”, como asegura Arturo Guerrero Enterría, investigador del Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos y autor de la tesina El ciberislam en español.

En efecto, redes como Facebook, Twitter o Youtube han protagonizado las revueltas de Túnez, Yemen o, especialmente, Egipto que se han producido desde principios de año. A pesar de que estos países tienen unaimplantación muy irregular de Internet (desde el 0,421,80% de Yemen hasta el 10,43% de Marruecos), han sido los jóvenes los impulsores de las propuestas y son precisamente ellos los principales usuarios de estas herramientas sociales.

Antes de las protestas las utilizaban básicamente para fomentar sus relaciones sociales, pero ahora se han dado cuenta de su fuerza como catalizadores sociales. Por Facebook se han convocado muchas de las manifestaciones y se han puesto en contacto cientos de activistas para organizarse; por Twitter se ha retransmitido la revolución en directo minuto a minuto, por Youtube se han visto las imágenes que ninguna televisión conseguía captar o se atrevía a emitir.

Ahmed Hijazi, editor de la web MundoArabe, justifica esta explosión internauta explicando que “en los últimos 10 años, ha habido un aumento sustancial en sitios web de crítica social y política que, a su vez, ha permitido que muchos jóvenes e iniciativas particulares puedan expresarse en los medios digitales lejos de la prensa oficialista”. Esto ha ayudado a dar a conocer nuevas opciones a los jóvenes amordazados por las dictaduras, disidentes que no han dudado en echarse a la calle en cuanto han visto una pequeña chispa de revolución.

Según el Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2005), más del 60% de la población árabe tiene menos de 40 años de edad y de esta cifra casi un 70% son menores de 30 años. Estos factores, unidos a las altas tasas de paro y de pobreza en los países que se han levantado contra sus gobiernos, forman un caldo de cultivo perfecto para la respuesta social.

Adolfo Plasencia, director del programa de TV Tecnópolis y profesor de conceptos multimedia en un postgrado de la Universidad Politécnica de Valencia, expone una metáfora de lo que significan estas redes sociales: “Si Facebook fuera un país, sería el cuarto más poblado del mundo. La comunidad de usuarios de Skype es más numerosa que la población del tercer país más poblado del mundo”.

El guerrillero que cambia el fusil por la blackberry

Egipto es quizá el ejemplo más paradigmático del uso de internet como herramienta revolucionaria. El portavoz de Facebook en el país, Andrew Noyes, aseguraba al diario The Huffington Post que en las últimas semanas ha habido un "aumento drástico" en el número de grupos y páginas creados desde Egipto. En total, se han creado alrededor de 32.000 grupos y 14.000 páginas para el intercambio de información.

Y eso a pesar de que el Gobierno de Hosni Mubarak cortó la conexión a internet durante cinco días completos. Aún así, los egipcios consiguieron saltarse las barreras gracias, entre otras cosas, a la ‘ayuda’ de Google. El gigante de internet reaccionó rápidamente y creó un servicio, Speak2Twitter, gracias al cual los disidentes podían llamar a varios número de teléfono y dejar mensajes de voz que se convertían automáticamente en tweetsy se publicaban con el ‘hastag’ (palabra clave) ‘#egypt’.

Plasencia apunta a este uso de internet como nueva arma del revolucionario: “En el París de Mayo del 68 los manifestantes más aguerridos llevaba en su manos adoquines y cócteles Molotov para enfrentar al poder de la policía. En Túnez y Egipto llevaban smartphones con cámara, teclado y conexión móvil a Internet.”

Además de la ayuda de Google, el intento de Mubarak de ponerle puertas a internet funcionó sólo a medias. Efectivamente muchos egipcios se quedaron incomunicados, pero lo mismo ocurrió con bancos, aeropuertos y medios de comunicación, algo que no favorecía al régimen porque contribuía a aumentar el caos.

Para más inri, con esta actuación Mubarak alimentó el llamado “efecto Streisand”, que se da cuando un intento de censura u ocultamiento de cierta información fracasa o es incluso contraproducente para el censor, ya que ésta acaba siendo ampliamente divulgada, recibiendo mayor publicidad de la que habría tenido si no se la hubiese pretendido acallar. En este caso, el hecho de que Mubarak intentara ‘cortar’ Internet sólo sirvió, como asegura Hijazi, “para encender aún más los ánimos”.

Incluso, como suele ocurrir en las situaciones límite, la falta de recursos agudizó el ingenio de los disidentes y, como recuerda Guerrero, las dificultades de acceso a Internet fueron suplidas a través de la utilización de otros métodos, ”algunos antiguos como es la utilización de la telefonía fija y otro tipo de tecnología que se creía obsoleta como son los faxes y los modems telefónicos”.

Plasencia da por hecho que los gobernantes de estos países, aferrados a un modo de vida anclado en el pasado, “no se imaginaban la potencia y velocidad que se ocultaban de los efectos sociales de una multitud conectada”.

El héroe llegó de Google

Muy a su pesar, Wael Ghonim, director regional de ventas de Google en El Cairo, se ha convertido en el héroe visible de la revolución egipcia. Este joven fue arrestado por policías de civil el pasado 27 de enero en una calle de esta capital poco después de escribir en Twitter: "Reza por Egipto. Estoy preocupado porque parece que el Gobierno planea un crimen de guerra mañana y estamos dispuestos a morir". Además fue el creador en Facebook de la página ‘Todos somos Jaled Said’, un joven, que, según denuncias de organizaciones de derechos humanos, fue golpeado hasta la muerte el 7 de junio pasado por informantes policiales o agentes de paisano cuando se encontraba en un cibercafé en Alejandría.
El ejecutivo de Google Wael Gohnim

El ejecutivo de Google Wael Gohnim

Mientras Egipto continúa pidiendo la salida de Mubarak, en Marruecosmiles de jóvenes han tomado ejemplo y se han organizado a través Facebook, para llevar a cabo el próximo día 20 de febrero "un levantamiento" nacional en el que dicen que se pedirá una Constitución democrática.

A mediados de enero cuatro personas se conocieron por Internet y decidieron abrir un grupo en Facebook denominado "Democracia y Libertad Ahora", hoy ya son cinco las páginas que en Marruecos luchan por los mismos motivos, y que han conseguido reunir a más de 12.000 personas que unen sus fuerzas a través de la Red.

La Red, campo de batalla

Como explica Guerrero Enterría, además de servir para potenciar la comunicación entre disidentes y convocar las protestas, internet se ha convertido a sí mismo en un nuevo escenario de confrontaciones.

También ha servido de campo o escenario de confrontación, ya que en la propia red se han sucedido actuaciones online por ambos bandos para mermar la capacidad de actuación del adversario. Así, gobernantes y ciudadanos han recurrido a la censura, al bloqueo de páginas web, a la manipulación de la información e incluso al desarrollo de nuevas aplicaciones creadas ad hoc (como Speak2Tweet o los grupos de Facebook) para ‘la lucha’.

Así que parece ser que aunque internet no sea un factor definitivo para ‘provocar’ las protestas en el mundo árabe, sí ha sido determinante para la forma en que se han desarrollado. Ya lo decía el héroe ‘digital’ egipcio, Wael Ghonim, el 28 de enero. Ese día escribió en su página: "Dije hace un año que Internet cambiaría la escena política en Egipto y algunos amigos se rieron de mí"

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