EMPLEADOS DE LA SANIDAD CORTARÁN ESTE MIÉRCOLES EL TRÁFICO EN BARCELONA
Hospitales catalanes bajo mínimos: comienzan los ‘despidos’ y las altas médicas anticipadas
Concentración de los trabajadores del Hospital de la Esperanza de Barcelona (EFE). @A. Fernández (Barcelona).- 12
La sanidad catalana está que arde. El Gobierno que encabeza Artur Mas salió este martes al paso de las críticas sobre el supuesto desmantelamiento del sistema público y aprobó un acuerdo por el que garantiza “al 100%” la calidad de la sanidad primaria, la urgente y la de las enfermedades graves. El consejero de Salud, Boi Ruiz, calificó de “irrenunciables e inamovibles” estos tres elementos y sentenció: “El catalán es uno de los mejores sistemas de Europa y estamos firmemente decididos a que lo siga siendo”, dijo Ruiz.
Pero los sindicatos y los médicos no lo ven de esta manera. El secretario general de Metges de Catalunya, Antoni Gallego, manifestó, tras la declaración de intenciones del Gobierno, que lo que hace éste es “el ridículo” y que “ha perdido el control de la situación”. “Actualmente, corremos el riesgo de transformar una planificación sanitaria seria en una medicina de guerra que sólo mantiene la emergencia sanitaria”, subrayó Gallego.
Además, el pasado lunes por la noche, el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona y a la vez presidente del consejo asesor de Artur Mas para temas de sanidad, Miquel Vilardell, se reunió con los gerentes de los hospitales de la red pública, que le hicieron llegar sus quejas por los recortes impuestos desde la consejería. Vilardell, no obstante, ya había hecho público su desacuerdo con las medidas adoptadas por el consejero pidiendo el replanteamiento de los recortes. En este sentido, coincide plenamente con el portavoz de Metges de Catalunya. Pero para Boi Ruiz, su opinión es una más. “No hay ninguna disfunción ni novedad en nuestro posicionamiento. El posicionamiento de Vilardell será un elemento más que tendremos en consideración, hablaremos y escucharemos”.
Los sindicatos son, también, muy críticos con los planes del Gobierno, ya que lo que sospechan es que se está desmantelando el sistema público de la sanidad, diga lo que diga el Gobierno. Valgan, si no, algunas decisiones: el hospital de Can Ruti, en Badalona, anunció el cierre de la tercera planta del edificio, donde se concentra la unidad de traumatología, aunque ésta ya se encontraba operativa al 50%. La planta dispone de 28 camas. Además, ha comenzado a dar el alta a los enfermos con medio día de antelación de media. Además, se ha propuesto reducir en farmacia y en electricidad.
En el hospital de Bellvitge, la situación también es grave. El gerente había elaborado un plan de choque que preveía una reducción del presupuesto en un 5%, pero este plan fue rechazado por el consejero de Salud. La orden fue que el recorte debía llegar al 13%. En otras palabras, reducir en 78 millones de euros la actividad del hospital. Algunas de las medidas propuestas, sin embargo, ya se están aplicando: en este centro no se cubren las bajas por jubilación o vacaciones desde el pasado 1 de abril. De momento, además, han quedado vacantes ocho puestos de celadores y dos administrativas. Los trabajadores del laboratorio de urgencias han sido trasladados de turno. Y de julio a septiembre, se cerrarán nueve plantas.
Por si fuera poco, cinco quirófanos ya no abren por las tardes y puede decretarse el cierre definitivo de los mismos. La junta de personal se reunió este martes y acordó apoyar una gran concentración de trabajadores hoy a mediodía. Hasta el momento, sólo la Confederación General de Trabajadores (CGT), la Usoc y el Sindicato de Médicos apoyaban las protestas del personal -que realiza protestas diarias desde el pasado miércoles-, pero este martes se sumaron el resto de los sindicatos: UGT, CCOO, Satse, SAE y Metges Independents. ”Las medidas previstas suponen menos intervenciones y, por tanto, más demora y más listas de espera. Pero nuestra obligación es defender los intereses tanto de los trabajadores como de los usuarios”, señala a El Confidencial Manel de los Riscos, representante de la CGT del centro.
En el Hospital Clínico de Barcelona, ya existen los primeros planes de reducción de personal, según la documentación en poder de El Confidencial: los recortes afectan a 61 empleados, excedentes según la nomenclatura oficial. De ellos, 52 son consecuencia de la eliminación de 71 camas y 9 pertenecen al centro de urgencias que el hospital tenía en la calle Valencia. El plan de choque del hospital prevé reducir los ingresos en 24 millones al año, de los que 15,7 millones corresponden a la reducción de la actividad y 4,8 millones, a la reducción de tarifas. Pero en las partidas variables es donde se centrará la batalla entre la dirección y los sindicatos.
La reducción prevista en estos conceptos es de 4,5 millones de euros, aunque los representantes de los trabajadores afirman que se gastan en este apartado unos 17 millones al año. En ellos, se engloban desde los trasplantes hasta las guardias extra. “Se trata de acuerdos que se llevan aplicando desde hace años pero que están fuera de convenio”, señala una fuente de la CGT a este diario. Una racionalización, pues, de los gastos variables aliviaría la presión sobre el presupuesto global del hospital.
Los empleados de la sanidad no se quedarán con los brazos cruzados. En varios hospitales catalanes se celebrarán este miércoles concentraciones de protesta por los recortes. Los trabajadores del hospital Vall d’Hebron tienen previsto cortar la Ronda de Dalt, al norte de Barcelona, la gran vía que circunda la capital catalana, a la 1 de la tarde. Por el sureste, los del Hospital del Mar harán lo mismo. Y hacia el suroeste, los de Bellvitge cortarán la vía de entrada a la ciudad. Al mismo tiempo, los del Hospital Clínico harán lo propio en las inmediaciones del centro sanitario, en el centro de la ciudad. En resumidas cuentas, que cortadas las principales vías de comunicación, el tráfico puede ser, durante algunos minutos, un auténtico caos.
Un movimiento surgido de la Red, Indignados, ha convocado una manifestación para este miércoles en Barcelona, a la que teóricamente han confirmado su asistencia casi 6.000 personas. Estas protestas no están dirigidas por sindicatos, pero hay algunos, como la CGT o Metges de Cataluya, que las apoyan. Pero el gran día será el jueves, cuando está prevista una gran concentración en la plaza de Sant Jaume de la capital catalana. A esta protesta se han sumado ya colectivos de trabajadores de otros sectores, como enseñanza y justicia.
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