El terrorista Mevlid Jasarevic, un islamista de 23 años de origen serbio, fue el protagonista del más reciente ejemplo de cómo actúa un ‘Lobo Solitario’. Es el concepto con el que los expertos en la materia definen a la figura del atacante que actúa de forma independiente, sin ayuda.
Jasarevic, como se puede ver en el vídeo, fue abatido por un francotirador de los grupos de élite de la policía bosnia. El suceso, que no revistió mayor gravedad, ha sido observado con mucha atención por los servicios de seguridad del resto de Europa. Incluida España.
Según aseguran a El Confidencial Digital fuentes involucradas en la lucha antiterrorista de tipo yihadista, el suceso ha encendido las alarmas. Es la amenaza más plausible a la que se enfrentan las fuerzas de seguridad.
De hecho, es bastante común encontrar llamamientos a ataques solitarios en los principales foros yihadistas de Internet. Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Alemania y España son los principales objetivos. La justificación, casi siempre, tiene que ver con la presencia de tropas de estos países en el conflicto de Afganistán.
La principal referencia ideológica de estos ‘lobos solitarios’ se encuentra en el libro ‘La Llamada a la Resistencia Islámica Global’, firmado por Mustafa Setmarian, un ciudadano español de origen sirio casado con una española y perteneciente a la cúpula de Al Qaeda.
“Es muy probable que haya planes similar en marcha en España” confiesan estas voces. Y no sería la primera vez.
Un marroquí en Girona
Tal y como indican estas fuentes a ECD, las Fuerzas de Seguridad españolas ya tienen experiencia en este tipo de casos. Ninguno de los intentos, hasta ahora, ha tenido éxito. Recuerdan, por ejemplo, la detención de un joven francés de origen marroquí en Gerona en 2008.
Este ‘lobo solitario’ viajaba desde Francia en un coche cargado de bombonas de gas y llevaba una katana ajustada en posición horizontal justo detrás del asiento del conductor. El joven aseguró que iba a suicidarse por un desengaño amoroso, pero finalmente se encontraron pruebas de que tramaba un plan ‘suicida’ con connotaciones islámicas.
Su objetivo era estrellar el coche en llamas contra algún lugar público, tal y como había ocurrido un año antes en Escocia. La espada serviría para matarle rápidamente tras el choque del vehículo y ahorrarse el hecho de morir abrasado por las llamas.
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