FUERTE CONTESTACIÓN A ZAPATERO EN EL COMITÉ FEDERAL
El PSOE dinamita el plan de Rubalcaba y Chacón confiesa que será candidata
Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón durante el Comité Federal del PSOE. (Efe) Alberto Mendoza
El PSOE vivió ayer un intenso Comité Federal de más de siete horas de duración en el que, pese al tono sosegado de las intervenciones, se revolucionó el futuro inmediato del partido. El cónclave comenzó marcado por la confesión de Carme Chacón a diversos dirigentes de que competirá por la Secretaría General, aunque la política catalana prefirió guardar silencio durante la reunión. Su previsible rival, Alfredo Pérez Rubalcaba, reivindicó la vigencia de su proyecto político para ejercer la oposición, sugiriendo así que peleará también por liderar el partido. Sin embargo, sus aspiraciones se vieron mermadas al confirmarse el reglamento del Congreso que la formación celebrará en febrero.
Como sucedió en el año 2000, el PSOE ha decidido facilitar la concurrencia de diversos candidatos, por lo que solo se exigirá el aval de un 10% del Comité Federal para lanzar una pre-candidatura. Ante este escenario “abierto”, los barones territoriales evitaron mojarse ayer a favor del ex vicepresidente, a la espera de que los aspirantes “salten a la pista”. Pero tampoco José Luis Rodríguez Zapatero pudo disfrutar de una jornada tranquila, ya que su tesis de que la crisis es la principal culpable de la debacle electoral desencadenó una fuerte contestación. Tomás Gómez, José María Barreda, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Guillermo Fernández Vara o Juan Antonio Barrio cargaron contra la posición del todavía secretario general para exigir un análisis más autocrítico.
La cúpula socialista ha ido asimilando durante la última semana el fuerte castigo del electorado. Y pese a las tentaciones para pasar página rápidamente de la mano de Rubalcaba, ha llegado a la conclusión de que un Congreso blindado que cercenara la participación equivaldría a un suicidio político. La decisión de eliminar obstáculos a la presentación de diferentes candidatos fue unánime, y el propio candidato derrotado el 20-N se puso al frente de las demandas para un “debate abierto”.
“Si se trata de fortalecer el partido, ya sabemos lo que tenemos que hacer: democracia, democracia, democracia”, aseguró Rubalcaba. Asimismo, el cántabro introdujo en el debate los conceptos de “unidad” e “integración, poniendo como ejemplo su reciclaje en el equipo de Zapatero tras haber apoyado a José Bono en 2000, y adelantando cuál debe ser el resultado del Congreso.
De esta forma, el resultado del Comité Federal alimenta las aspiraciones de Chacón, quien ha confesado en privado que luchará por el liderazgo del partido. Así lo confirmaron ayer diversos dirigentes consultados, aunque la política catalana sigue escondiendo sus cartas públicamente. Uno de los factores que puede estar retrasando su anuncio es la situación interna del PSC, actualmente inmerso en su propia batalla por el poder. No obstante, el 18 de diciembre los socialistas de Cataluña ya tendrán nuevo secretario general, y Chacón podrá comprobar si cuenta con la mayoría de los delegados de esta comunidad.
En todo caso, el voto a la Secretaría General del partido es secreto, y los delegados no siempre cumplen las consignas de sus barones territoriales. Esta peculiaridad favorece también la aparición de un tercer candidato, una opción que varios dirigentes consideraron probable, sobre todo tras comprobar que el descontento por los resultados electorales ya no se puede anestesiar con meras referencias a la crisis económica. Sin embargo, el hecho de ser diputado sigue siendo uno de los requisitos más solicitados para entrar en la pugna, lo que reduce significativamente las quinielas.
Rubalcaba se postula para liderar la oposición
Precisamente, el Parlamento es uno de los trampolines que trata de utilizar Rubalcaba para auparse a la Secretaría General. En el PSOE se da por hecho que protagonizará el debate de investidura con Mariano Rajoy, y aunque hay quien interpreta que será el “final de su periplo como candidato”, también resulta evidente que su objetivo es retener el liderazgo del Grupo Parlamentario Socialista. La Ejecutiva socialista decidirá probablemente el lunes los nombres que ocuparán la dirección del grupo, y si Zapatero no se opone, Rubalcaba estará entre ellos.
Y es que el veterano ex vicepresidente no piensa tirar la toalla, y ayer reivindicó su proyecto y su programa político como las “líneas maestras” para los próximos años en la oposición. Además, advirtió a los suyos que no deben “descentrarse” ni “despistarse” a la hora de afrontar cuanto antes esta tarea. Para Rubalcaba, el resultado del 20-N no es un impedimento para seguir adelante y aunque asumió en “primera persona” la debacle electoral, a continuación achacó la derrota casi exclusivamente a la crisis y a las condiciones “singulares” en que se han celebrado los últimos comicios.
Así se expresó en su primera intervención en abierto, pero horas más tarde, ya a puerta cerrada y como conclusión del Comité, insistió en defender su estrategia electoral, así como en culpar a la magnitud de la crisis del resultado. A su juicio, todos los gobiernos de Europa están siendo castigados en las urnas sin importar su color político, y puso como ejemplo las malas perspectivas que afrontan, según los sondeos, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.
Críticas a las tesis exculpatorias de Zapatero
Los mensajes de Zapatero también transitaron por una autocrítica limitada, reiterando que la magnitud de la crisis ha sido la trituradora que ha acabado con la preeminencia del PSOE. El presidente del Gobierno en funciones afirmó una vez más que desde mayo de 2010 ha puesto los intereses generales por encima de los del partido para garantizar la solvencia de España y evitar una situación similar a la de los países intervenidos. Y aunque admitió errores de “gestión y comunicación”, nadie pudo convencerle de que la depresión económica no era el único motivo por el que los votantes han abandonado al partido.
Pero fueron muchos los que llamaron a una reflexión más profunda y a un análisis ideológico, rechazando las tesis de Zapatero. Tomás Gómez, que se quedó solo pidiendo primarias para la elección del secretario general, sí consiguió aliados para responsabilizar de la desafección electoral a las políticas de ajuste contrarias al ideario socialdemócrata. Para Gómez, la derrota ante el PP tiene su origen en una pérdida de los valores ideológicos de la izquierda en España y en Europa, algo que también compartieron el ex presidente manchego José María Barreda, el portavoz en el Parlamento Europeo, Juan Fernando López Aguilar; o el portavoz de Izquierda Socialista, Juan Antonio Barrio, quien fue el único que espetó a Rubalcaba que no tiene "credibilidad ante la sociedad" para seguir adelante.
Por su parte, los extremeños Rodríguez Ibarra y Fernández Vara también reclamaron una revisión más a fondo de las causas del declive socialista. El primero mantuvo su petición para formar una gestora, previa dimisión de Zapatero y toda su Ejecutiva; mientras que el último presidente de Extremadura advirtió que el PSOE está dando la espalda a la sociedad, y que apenas incorpora jóvenes a la militancia. “Podemos pasar de ser un viejo partido a un partido viejo”, señaló. Aunque la edad del próximo líder sigue siendo un misterio.
|