El autor leyó a Steven Johnson en Sistemas emergentes – O qué tienen en
común hormigas, neuronas, ciudades y software. Posiblemente también a Barábasi
en Bursts, para llegar a las conclusiones que expresa en el
vídeo: cuanto más sofisticadas son nuestras tecnologías, más se parecen sus
leyes a las de la naturaleza.
También como colectivo, como sociedad, seguimos leyes universales, en su mayoría por identificar pero que nos alejan de la sensación de azar aparente. Somos, en definitiva, más predecibles de lo que podría parecer. Vivimos en un universo probabilístico, tal y como postulan algunas leyes estudiadas en la fisica, como la teoría cuántica o las teorías del caos, aplicadas también a las redes sociales hoy.
En lo biológico, en lo cosmológico, en lo tecnológico, en lo sociológico, todo son patrones.
Y cuando estamos cerca de entenderlos, cuando parece que la tecnología es capaz de convertirse en una extensión de nuestra conciencia, todo se convierte en posible.
Entiendo a la perfección su entusiasmo. Disfrutad de la magistral realización del vídeo:
También como colectivo, como sociedad, seguimos leyes universales, en su mayoría por identificar pero que nos alejan de la sensación de azar aparente. Somos, en definitiva, más predecibles de lo que podría parecer. Vivimos en un universo probabilístico, tal y como postulan algunas leyes estudiadas en la fisica, como la teoría cuántica o las teorías del caos, aplicadas también a las redes sociales hoy.
En lo biológico, en lo cosmológico, en lo tecnológico, en lo sociológico, todo son patrones.
Y cuando estamos cerca de entenderlos, cuando parece que la tecnología es capaz de convertirse en una extensión de nuestra conciencia, todo se convierte en posible.
Entiendo a la perfección su entusiasmo. Disfrutad de la magistral realización del vídeo:
.
|