¿Socialismo o capitalismo disfrazado?
Como vivimos en una época donde la mentira predomina en todo o casi todo; el significado de las palabras lo han retorcido tan demagógicamente; resulta que ya de lo poco que va quedando no camuflable es el color blanco y el negro, que por más que quieran no lo pueden tergiversar; pero el denominado socialismo, si es que alguna vez tuvo significado, fue sólo en los escasos idealistas que soñaron con unas metas imposibles y a los que, o los mataron, o fueron relajados al ostracismo más completo y borrados de la actualidad del tiempo que fuera.
Para mí, el primer socialista fue Cristo y los primeros núcleos socialistas, las primeras comunidades cristianas; pero después y “subidos al carro del poder”, todo se fue al traste y… “hermanos haced lo que yo os diga y no os fijéis en lo que yo haga”; cosa que en los socialismos del siglo pasado y lo que va de este, se practica a la perfección y a la vista están, los capitalistas actuales y cuyas primeras etapas, fueron gritando aquello de… “igualdad, fraternidad, legalidad y otros cantos similares”; pero a la hora de “repartir el trigo”; da lo mismo que los que han de repartirlo, lleven traje de calle o traje religioso y del credo que sea. ¿Necesito señalar algún lugar concreto? No.
El capitalismo no engaña a nadie, puesto que se sabe que el capitalismo siempre ha ido por todas y caiga quién caiga, el capitalismo es aún peor enfermedad, tal y como se sigue manteniendo; pero lo no explicable es que… “asociados capitalismo y socialismo”, hayan llevado al mundo desarrollado a la catástrofe que hoy padece ese mundo, dicen que “desarrollado y rico”, pero que hoy aparece endeudado hasta sus más profundos recursos y todo ello no es explicable por mucho que lo quieran explicar; salvo que se reconozca, lo que digo en las primeras frases de este párrafo, que se completan con la avaricia, frase que cierra todos los apetitos, ansias y deseos de poder, que anidan en muchos seres humanos… que para mí, no son otra cosa que enormes desgraciados, puesto que han caído en la peor de las enfermedades, cual es… “el tratar de poner el mayor número de ceros a la derecha de sus cuentas dinerarias”; ya que esa es una carrera sin fin y al final devora al desgraciado que la padece.
Atribuyen a Winston Churchill la frase siguiente: “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de los ignorantes y la prédica de la envidia. Su misión es distribuir la miseria de forma igualitaria entre las gentes del pueblo”. Margaret Thatcher, también ex-premier británica, opinaba de forma parecida, aunque de forma diferente: "El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero… de los demás”. Y aunque ellos vivieron y defendieron siempre el capitalismo, pero hay que reconocer que supieron definir lo que era lo que se consideraba opuesto, que ahora estamos comprobando que al final todo era lo mismo, el atesorar dinero sobre la base de controlar los erarios públicos y derivar cantidades enormes hacia bolsillos ya preparados para recibirlas; “eso sí, mediante todas las artimañas que consideradas legales, son delictivas y condenables”; pero ya se sabe que una cosa es la legalidad establecida y otra mucho más lejana la justicia que debiera equilibrar todos estos latrocinios.
Aunque los desastres socialistas ya son tan abundantes, que uno no se explica el cómo aún siguen existiendo partidos o grupos, que enarbolen una bandera tan destrozada… lo ocurrido en España (que es donde nací y vivo) demuestra todo ello, con una abundancia que abruma. La terrible experiencia de 2004/2011; (el bienestar social retrocede nueve o diez años y sigue bajando) los ocho años del exterminador José Luís Rodríguez Zapatero, es aleccionadora y será estudiada, con toda seguridad, por las futuras generaciones que deseen mejorar la calidad de la política y la decencia democrática; cosa bastante difícil (esto último) por lo que arriba digo de Cristo; que no olvidemos fue crucificado por sus ideas; y que tras dos milenios de tiempo, siguen estando pendientes de aplicarse las mismas… y en las que seguro que se fijaron los modernos socialistas, sin reconocer nunca la fuente religiosa de aquellas “nuevas ideas”, que en realidad eran muy viejas en el tiempo… “equidad, justicia, fraternidad, etc.”; puesto que ellas fueron las que conformarían la primera agrupación humana y a la que luego seguiría la de la tribu.
Por todo ello el soñado equilibrio y tal como ha ocurrido en estos dos últimos milenios… es posible que transcurran otros dos más y la humanidad siga lo mismo; puesto que todo se traduce en los mismos motivos… apropiarse de la riqueza del otro de la forma que sea, ponerlo a trabajar para que produzca para el que tiene y mantiene la fuerza, darle lo mínimo necesario… incluso permitiendo que muchos mueran en la ignorancia y la miseria más horrendas… y luego yéndose a los templos (modernos o antiguos) a dar discursos religiosos o ateos, implorando a Dios o a la Justicia, para que se arreglen las cosas… “por sí solas”.
Pensar en que los gobiernos equilibren y acorten distancias, estimulando al que verdaderamente lo merece y amparando al que verdaderamente lo necesita… eso es impensable, puesto que siempre gobiernan los mismos y con la misma política; que no es otra que… “la razón de la fuerza y no la fuerza de la razón”… así es que como dicen que gritaban aquellos desgraciados en las arenas del circo… ¡¡Ave César… los que van a morir te saludan!! Y es que el césar sigue en su estrado, alrededor sigue su guardia pretoriana; y las arenas circenses, ya fueron instaladas en todo el mundo… y aunque maten al césar (como ya lo hacían con frecuencia)… “otro césar será puesto”.
Antonio García Fuentes (Escritor y filósofo)
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