TRAS QUITÁRSELO A LOS FUNCIONARIOS, "HAY QUE DAR EJEMPLO"
El Congreso estudiará por fin suprimir la aportación al plan de pensiones de sus señorías
En tiempos de adversidad, se impone la ejemplaridad para
todos y de ello ha tomado buena nota el presidente del Congreso de los
Diputados, Jesús Posada, que está dispuesto a que Sus Señorías por fin se
aprieten el cinturón un poco más. La Mesa de la Cámara Baja estudia suprimir el
polémico fondo de pensiones privados del que disfrutan todos los parlamentarios
y al que solo han renunciado, de forma voluntaria, algunos diputados de
Izquierda Unida, como Cayo Lara, y alguna que otra excepción
dentro del hemiciclo. Fuentes de la Mesa aseguran que la decisión es lógica
después de que el Gobierno de Mariano Rajoy haya suprimido también la
aportación a los planes de pensiones de los funcionarios.
El debate sobre qué hacer con las aportaciones al Fondo de
los diputados surgió, de manera informal, en la reunión de la Mesa del Congreso
de la semana pasada, en la que se puso de manifiesto la incongruencia de que el
Parlamento siga contemplando estas aportaciones cuando, desde el propio
Gobierno, se han congelado para el resto de trabajadores públicos. Hay que
recordar que ese fondo, que data de la presidencia de Manuel Marín y que
lo gestiona el BBVA, es un plan colectivo de pensiones del que se benefician
tanto los parlamentarios como los funcionarios de la Cámara Baja y, por tanto,
si se equipara a esos mismos funcionarios con los sacrificios que están
sufriendo los del resto del Estado, el efecto acaba por afectar también a sus
señorías.
El plan es muy similar al que suscriben mucha otras empresas
como complemento al salario de sus empleados. El Congreso ingresa un 10% de la
asignación constitucional base de cada diputado, unos 281 euros al mes, en un
fondo común que incluye un seguro de vida, otro de invalidez y un concepto de
“prestación de supervivencia” que se abona mediante un pago cuando llega la
jubilación. Cada diputado puede decidir después si, además, quiere aportar más
ingresos a ese plan.
Fuentes de la Mesa aseguran que el propio presidente del
Congreso, Jesús Posada, se ha mostrado partidario de suprimirlo y la decisión se
podría producir en breve. La medida cancelaría la aportación prevista para este
próximo mes de febrero. El fondo seguiría vigente, pero sin recibir más dinero
por parte de la Cámara.
No es la primera vez que este asunto ha generado polémica
dentro del hemiciclo. De hecho, Cayo Lara renunció a la pensión por "una
cuestión de coherencia". Sobre todo, después de que el partido hubiera centrado
su campaña en una encendida defensa de los servicios públicos y, entre otras
cosas, de las pensiones. Lara explicó entonces que los parlamentarios debían
tener el mismo régimen que cualquier otro ciudadano. Algo que, a la postre, está
más cerca de ser realidad gracias a la última oleada de recortes y ajustes
emprendida por el Ejecutivo popular.
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