Dice la Real Academia Española de la Lengua que
eficacia es la capacidad de lograr el efecto que se desea o
se espera. Después de asistir al curso impartido por Ángel
Lafuente sobre oratoria corroboro que no había podido elegir un título
mejor: Hablar siempre con
eficacia.
Sucede que en estas cuestiones del dominio de la palabra, en la mayoría de
las ocasiones, menos es más. Por esto, Lafuente
recomienda seguir siete reglas de
oro, entre las que se encuentra optar por la frase breve,
el silencio o la no interrupción.
Transmitir un mensaje con eficacia es mucho más sencillo de lo que
imaginamos: se trata, simplemente, de comunicar. Y para ello,
es necesario, escuchar y por supuesto,
escucharnos, una práctica muy poco extendida entre los seres
humanos.
Diez horas, repartidas en dos jornadas, observando entre más de trescientas
personas como alguien habla con eficacia, sin agotarse ni un solo
instante, provoca cuanto menos admiración y cuanto más interés
por absorber todos y cada uno de los contenidos que explica
exprimiendo un manual de apenas 35 páginas. Y es que ya lo hemos dicho antes:
menos, en cuestiones de palabras habladas, es más.
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