¿Serán vendidos los paradores de
turismo?
La historia de los paradores
de turismo españoles, empieza por la construcción del primero de ellos, que más
que pensando en el turismo, lo fue, para satisfacer al monarca reinante (Alfonso
XIII) el que aficionado a la caza, la quería “servida en bandeja” y con
aposentos reales cerca de la misma... Y como no eran tiempos como para
construir el consabido “pabellón de caza real”; se idearon aquello para
aposentar al monarca en la sierra de Gredos, puesto que allí existía (no sé si
aún existe) una pieza muy valorada por los cazadores... parador que en
principio, vete tú a saber lo que costaría al contribuyente español
(construcción y mantenimiento) y no sabemos si aún le sigue costando; puesto que
no todos los paradores se autofinancian y menos aún, son rentables al erario
público; por tanto las diferencias las pagamos el contribuyente.
Aquel capricho real y cuyo destinatario,
apenas lo disfrutó dos temporadas de caza, sería el germen de lo que luego y en
tiempos de Franco, se convirtió en una magnífica red de paradores de turismo,
que sirvieron para atraer turismo de calidad (“alto precio”) a España; y los que
indudablemente, han prestigiado y prestigian al turismo español... pero puede
ser que su función pública ya haya cumplido hace tiempo y mejor vender esa red y
hacerlo con las condiciones suficientes, para que los mismos tengan la
continuidad necesaria para el mantenimiento de su
prestigio.
La red de los 93 paradores actuales, se valora en
dos mil millones de euros, cantidad respetable y que el vacío y exhausto tesoro
español, necesita perentoriamente, puesto que el devastador equipo del
exterminador Zapatero (PSOE), en vez de recursos sólo ha dejado deudas a pagar
por no sabemos cuantas décadas en el futuro.
Las voces de la venta, nacen (según leo en Minuto
Digital 18-11-2011) en “fuentes cercanas al equipo económico del Partido
Popular”, que lo tienen en cartera para allegar recursos, cosa que no debe
sorprendernos, puesto que el anterior gobierno, ya pensó en vender hasta los
aeropuertos rentables; e incluso el más rentable de los negocios estatales, o
sea, todo el conglomerado de las loterías nacionales; recuerden que fue
publicado y si bien no se realizó, fue debido a la recesión
económica.
Por otra parte, hoy y aparte de aquellos
paradores (que nadie puede negar marcaron época en su momento) existen infinidad
de establecimientos similares, instalados a lo ancho y largo de toda la
geografía española; y los que gracias a la iniciativa privada y su dinero;
fueron puestos en marcha y como tal industria privada, unos prosperaron y otros
fenecieron, como marca la realidad del comercio e industria, que debe regirse
por la sabia ley de... “la oferta y la demanda”; y sin subvenciones de
ninguna clase... “préstamos sí, pero bien apalancados para que el Estado no
pierda ni un solo céntimo”... puesto que las subvenciones a troche y moche,
fueron motivo de una enorme pérdida de dinero público, acentuado todo ello en...
“los malditos ocho años del socialismo capitaneado por el devastador José Luís
Rodríguez Zapatero y su mariachi”.
España cuenta en la actualidad (“si bien se
resiente en muchos lugares y por muchos motivos”) con la mejor red de
establecimientos hoteleros y de hostelería, de todo el mundo; y los gobiernos deben preocuparse de que siga funcionando y
que prospere de una forma normal (no se piden negocios fabulosos, hoy carentes
de sentido por la imposibilidad de ellos) y rentable, simplemente para mantener los puestos de
trabajo y las instalaciones en buen huso, con las renovaciones que son precisas;
más aún en este sector, cuyo mobiliario y utillaje (amén del remozamiento de
obras y servicios) se deterioran a una velocidad, de la que sólo saben (sabemos)
los que hemos instalado un hotel y derivados que éste conlleva... “aunque nunca
se olvide que... SIN CAMAS NO HAY TURISMO”; de ahí el especial cuido a procurar
al sector de hospedaje.
Por todo ello, el Estado no debe ser
competidor de la iniciativa privada y seguir gastando enormes cantidades en el
mantenimiento de la red de paradores, los que no sólo no son rentables, sino que
necesitan inyecciones de dinero público y en cantidades que los tiempos actuales
ya no permiten... no entro en que algunos establecimientos de la red se
sostengan por sus propios medios o incluso tengan alguna rentabilidad; pero
nunca a tenor con el dinero allí gastado... “eufemísticamente se dice que invertido”; pero la
inversión comercial siempre se hace para obtener rentabilidad... y si el negocio
falla, pues... sencillamente se vende si hay comprador... o se cierra... “esa es
la sabia ley del comercio y siempre debiera ser así y respetada como tal, ella
beneficia a todos”.
Así es que nada; a vender los paradores de
turismo y todo aquello que el Estado considere de igual o parecida índole (nunca
las loterías nacionales) y que la iniciativa privada cargue con la
comercialización de lo que sea. El Estado debe quedarse con las mínimas
obligaciones empresariales, puesto que lo que
indiscutiblemente hay que hacer, es “adelgazar el monstruoso aparato oficial que
han creado una serie de inútiles políticos y que es en sí, la peor enfermedad
económica con que nos cargaron; hasta llegar a esa situación en que ya no hay
dinero ni para pagar las nóminas”.
Masas de gentes subvencionadas o incrustadas en el
dinero público, deben pasar cuanto antes a la iniciativa privada y donde el que
vale, vale... y el que no... pues ya valdrá, puesto que la necesidad es el mejor
motor para estimular al individuo”... en palabras
de mi sabia abuela materna... “Hijo mío el hambre es carrera del
infierno”... lo sé por experiencia... “gracias a Dios viví cerca de
ello y fue ello lo que me enseñó todo lo que luego necesité a lo largo de mi ya
larga vida”, siempre en la iniciativa privada.
Antonio García
Fuentes
(Escritor y
filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí más)
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