El día 30 de enero del año 2004 partió de San Sebastián un autobús fletado
por Basta Ya en el que miembros de esa plataforma cívica y víctimas del
terrorismo recorrimos la Península recabando de todos nuestros conciudadanos
españoles un compromiso en pro de la Libertad. El viaje duró cuatro días y tras
celebrar una serie de actos en Burgos, Madrid, Toledo y Sevilla, llegamos a
Cádiz el día tres de febrero. Y allí, en el Oratorio de San Felipe Neri, dimos
por cumplido el objetivo tras mi intervención a modo de conclusión y
balance.
Como ya sabéis que tengo la manía de guardar papeles, rescato los
apuntes de aquel día para compartirlos con todos vosotros.
Fin del recorrido del Primer Autobús de la Libertad.
Este es un acto de conclusión y de balance; también un homenaje a las
víctimas del Terrorismo de Andalucía. Queremos hacer también un reconocimiento a
las Asociaciones y Colectivos que en Euskadi y fuera de ella trabajan por la
libertad: Manos Blancas, Foro Ermua, Gesto por la Paz, Fundación de Víctimas del
Terrorismo, Fundación para la Libertad, ciudadanos anónimos que colaboran con
estos movimientos… Todos, desde distintos planteamientos, tienen un objetivo
común: derrotar al terrorismo y al fanatismo.
Es un honor que el recorrido finalice en la Iglesia en la que en 1812 se
reunieron las Cortes y se proclamó la Constitución, una Constitución contra el
absolutismo representado por carlistas y trabucaires. Los nietos de quienes la
proclamaron estamos hoy aquí: somos los constitucionalistas vascos. Estamos aquí
reivindicando que se cumpla, también en nuestra tierra, la Constitución de 19
78. Estamos aquí para recordarles a todos ustedes, ciudadanos de Cádiz, que en
nuestra tierra, en el País Vasco, no se cumplen los derechos fundamentales que
proclama nuestra Carta Magna. Estamos aquí para recordarles que en nuestra
tierra se produce la gran paradoja de que derechos como la libertad de
expresión, la igualdad ante la ley, a elegir y ser elegido en libertad, e
incluso el derecho a la propia vida son defendidos por unos y disfrutados por
otros. Y los que los defendemos somos amenazados, perseguidos y excluidos por
quienes los disfrutan.
He definido como constitucionalistas vascos a un grupo plural de ciudadanos.
Entre nosotros hay víctimas, militantes socialistas, militantes populares,
sindicalistas, periodistas, profesores, filósofos, jóvenes, menos jóvenes…
Personas religiosas, agnósticos, ateos.. Somos un grupo heterogéneo desde todo
punto de vista, buen exponente de una sociedad mestiza como la vasca, unidos por
una causa común: la defensa de los valores de la convivencia, la defensa de la
libertad. Hay quien nos ha definido también como militantes todos de un mismo
partido, del Partido de la Libertad, en el que coinciden el programa máximo y
mínimo: defender la democracia y conseguir la libertad.
Lo singular de este grupo se explica por lo singular de la situación del País
Vasco y por la necesidad de explicar nuestra realidad en toda España: Que
ejercer como ciudadano entraña un riesgo y requiere vencer cada día el miedo
para hacer las cosas más habituales, más sencillas en cualquier otra parte de
España: ir a la compra, al trabajo, al parque con los niños, al cine, a la
playa, a comprar los periódicos…
En el País Vasco sufrimos estas paradojas:
. Se mata a la oposición.
. Conviven opulencia y terrorismo.
. La
libertad la defienden unos y la disfrutan otros.
. Nos jugamos la vida para
defender una Constitución que derogó la pena de muerte y que nos colocó entre
los países decentes del mundo.
La vida cotidiana nos ofrece hechos como estos:
. Hay jóvenes que van escoltados a la universidad.
. También llevan
escoltas personas que se dedican a la limpieza, jardineros, profesores,
periodistas… Y toda la oposición.
Durante estos días de viaje se han podido escuchar este tipo de
testimonios:
. Concejales que reciben amenazas constantes, atentados contra su vivienda,
su coche…que encuentran en el portal de su casa un sobre con la llave de su
puerta para recordarle que él y su familia son vulnerables…
. Concejales que
nunca se reúnen en público con sus seres queridos para no ponerles en riesgo,
que van siempre solos. Solos… con sus escoltas. Personas libres de espíritu y
pensamiento, pero libres sólo entre las cuatro paredes de su casa.
.
Matrimonios jóvenes, concejales ambos, siempre vigilados… ¿Cómo pensar así en
educar a un hijo?
. Concejales con niños pequeños que ven cómo se vacían los
columpios en el parque cuando llegan con la niña y los escoltas. Que ven crecer
a sus hijos rodeados de “amigos especiales”.
Tanto que las primeras palabras tras papá y mamá sueles ser los nombres de
los escoltas…
Estamos aquí buscando algo más que su solidaridad y su cariño. Eso nos parece
estupendo; pero no es suficiente. Tampoco es suficiente decir ETA NO. Porque
esto que pasa en el País Vasco no es sólo nuestro problema. Nuestra falta de
libertad no sólo es producto del terrorismo; lo es también de quienes se
benefician políticamente de su existencia. Nuestra tragedia debe ser considerada
como su problema, el de todos los españoles, el de la propia democracia.
Por eso reclamamos a los ciudadanos y a los políticos acción común y
compromiso. Porque en la situación que hemos descrito, a los amenazados y
perseguidos por ETA, se nos ha añadido una nueva amenaza: el Plan Ibarretxe, una
iniciativa sostenida por el Partido Nacionalista Vasco, Eusko Askartasuna e
Izquierda Unida. Una iniciativa que pretende institucionalizar la falta de
libertad, la desigualdad entre ciudadanos del País Vasco, la socialización del
sufrimiento que ETA ha producido. Este Plan es una nueva amenaza y un chantaje
que se presenta ahora, antes de que el estado acabe con ETA. Un Plan que divide
porque discrimina; que es anticonstitucional por antidemocrático; que es inmoral
porque se aprovecha de la existencia de ETA; que no ofrece más autonomía, sino
menos democracia.
Un Plan que se trata de imponer ahora, en una sociedad de la que en los
últimos doce años han tenido que exilarse más de doscientos mil ciudadanos; en
la que hasta las elecciones están trucadas, porque si democracia es igualdad de
oportunidades allí eso no existe. ¿Cabe mayor inmoralidad?
Por eso les pedimos, conciudadanos nuestros, compromiso para derrotar ese
Plan que es un nuevo atentado contra las libertades. Les pedimos ayuda para
derrotar una iniciativa antidemocrática, porque lograr esa derrota es la
obligación de todos los demócratas españoles. Ustedes tienen capacidad para
actuar sobre su trozo de Euskadi como yo lo hago sobre mi trozo de España.
Nosotros no renunciamos a ser españoles; no renuncien ustedes a ser vascos.
Derrotar esa iniciativa llamada Plan Ibarretxe no es sólo derrotar a ETA. ETA
es un problema de la justicia; quienes sostienen ese Plan, nacionalistas más
Izquierda Unida, son un problema de la política. ETA es culpable de nuestra
falta de libertad; el nacionalismo y el Gobierno Vasco son responsables. Sí,
porque en Euskadi tenemos un Gobierno que hace discursos contra la violencia,
pero no persigue a los violentos. Un Gobierno que subvenciona al Grupo
Parlamentario de Josu Ternera.
No se olviden de esto: nosotros, los constitucionalistas vascos, somos sus
escudos contra el totalitarismo, lo mismo que antes lo fueron y lo siguen siendo
otros, la guardia civil, la policía… Sepan que no nos vamos a ir; nunca por
miedo, quizá por asco… No olviden que si nos fuéramos lo que nosotros hoy les
contamos terminaría siendo su propia experiencia. No se olviden que el problema
no es sólo ETA; lo que pasa tiene solución, no se cansen de nosotros. De
entrada, el PNV a la oposición.
Este autobús ha sido una experiencia rica, ha sido un alegato contra la
neutralidad. Hemos convivido, hemos ampliado y compartido experiencias, hemos
aprendido a querernos. Hemos recibido a lo largo de nuestro recorrido una
respuesta humana emocionante y reconfortante, tanto de las instituciones que
hemos visitado como de los ciudadanos. Hemos confirmado que la dignidad está por
encima del color político de los gobiernos. A todos los responsables
institucionales les hemos transmitido la idea más importante: que hablando con
los terroristas no se entiende la gente; que el dialogo les da oxígeno, y eso es
malo; y que la fortaleza les desalienta, y eso es bueno.
Nos hemos encontrado a muchos ciudadanos que nos preguntan qué pueden hacer;
que nos dicen que no estamos solos; que reconocen que “esto o es vida”, que “aún
hay gente buena”…Hemos sentido miradas húmedas, hemos escuchado: ”mi hijo fue
asesinado allí…”
A todos hemos explicado, hablando de los cómplices necesarios, que un partido
político que no respeta las reglas se convierte en un partido antidemocrático;
que un partido que no se conmueve con el dolor de las víctimas adquiere tintes y
perfiles antidemocráticos.
Alguien, en no sé qué parada de este viaje, nos recordó que Albert Camus
decía los hombres rebeldes son aquellos que saben decir no. Nosotros decimos NO
a:
- La hipocresía con la que el Gobierno Vasco hace campaña a favor de las
víctimas mientras que los partidos que lo forman se niegan a darle la medalla de
oro a Joseba Pagazauntundúa Ruíz.
- Decimos NO a los tibios, a los que miran
para otro lado mientras junto a ellos viven personas amenazadas por ETA por el
mero hecho de no ser nacionalistas.
- Decimos NO a quienes tratan por igual a
las víctimas y a los verdugos.
- Decimos NO a la marginación social de
quienes dicen NO.
- Decimos NO a quienes se benefician de los crímenes de
ETA.
- Decimos NO a quienes piensan que pueden negociar con ETA nuestra
libertad.
- Decimos NO a los neutrales, a los que reivindican la libertad de
expresión, que ya tienen, y no rechazan a ETA poniéndose una pegatina para que
no les confundan con las víctimas.
- Decimos NO a quienes olvidan que las
víctimas lo son por defender el Estado de Derecho y la libertad para todos,
también para ellos.
- Decimos NO a quienes quieren excluirnos por decir
no.
Termino. Estamos en una iglesia y eso me hizo recordar un artículo de Mario
Onaindía titulado “La Constitución es Sagrada”. En él explica como Numa, el
segundo rey de los romanos, diferenciaba las leyes entre las que consagraban los
derechos del pueblo, que eran santas, y las que regulaban otros aspectos
puntuales de la vida de los ciudadanos, que no lo eran. No se me ocurre manera
mejor de terminar este acto que leyendo su último párrafo:
“No conozco ninguna idea de Dios imaginada por ninguna religión que merezca
más adoración y veneración que los derechos cívicos que protegen mi derecho a la
vida, a opinar, reunirme, a manifestarme o a elegir a unos representantes
políticos que tengan como primer compromiso la defensa de estos derechos,
amparados en la Constitución; ni ningún cielo que merezca nuestro sacrificio
mejor que la sociedad plural y abierta que diseña la Constitución, ¿por qué
entonces no habríamos de considerarla sagrada?”
Muchas gracias a todos.
Cádiz, tres de febrero de 2004.
EPÍLOGO.
Algunas de las personas que viajamos en aquel autobús llegaremos a Cádiz este
domingo día 18 de marzo de 2012 para conmemorar el bicentenario de la
Constitución de las Cortes de Cádiz. Saldremos desde Madrid, en un tren mañanero
que irá recogiendo compañeros y simpatizantes magentas en todas las estaciones
hasta llegar a su destino. Allí, en el Palacio de Exposiciones y Congresos,
celebraremos un Acto Político en el que volveremos a reivindicar la ciudadanía.
Doscientos años después de aprobada esa Constitución que proclamó la ciudadanía
frente a las castas, la nobleza y el clero, hoy hay que reivindicar la igualdad
de los ciudadanos frente a los territorios o la prevalencia de los pretendidos
derechos históricos.
“La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos
hemisferios”, dice la Constitución de 1812 en su artículo primero. Para que los
españoles de toda España sean iguales ante la ley es para lo que nació Unión
Progreso y Democracia. A la vista está que es necesario.
Nos vemos en Cádiz. ¡Viva la Pepa!
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