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La trampa de la amnistía fiscal está demostrada
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Parece que ya está confirmado. La trampa de la amnistía fiscal
es un hecho consumado. Como en otros numerosos artículos en los que hablé de este asunto durante los años 2012
y 2013, no voy a decir que una amnistía fiscal sea una solución.
Es cierto que siempre será un parche injusto, pero hay ocasiones
en las que podría estar justificada. Aún así, cuando hubo quien me preguntó si
valía la pena acogerse a la última propuesta por el PP, yo fui rotundo desde el
primero momento y desaconsejé hacerlo.
La trampa de la amnistía fiscal
Uno puede caer muy fácilmente en la trampa de la amnistía fiscal
porque supuestamente así regulariza una serie de capitales no declarados y, de
ese modo, por no mucho dinero, puede disponer de ellos de manera legal para
nuevas inversiones. Pero no podemos olvidar que cualquiera que se retrate en
una de estas amnistías, de una manera o de otra, va a figurar en una lista negra y
va a ser investigado, aunque prometan lo contrario.
Todos nos hemos ido enterando desde que se puso en marcha, de
gente que se había acogido a ella; es lo primero que no tendríamos que saber.
Una amnistía fiscal que se precie de serlo no puede difundir datos de los que
se han acogido... en ningún caso, o deja de ser una amnistía.
Por otra parte, al principio quedaron muchas dudas sobre si
luego se podría sancionar por el IVA o por otros impuestos y el gobierno
«aclaró» estos puntos para crear confianza y que la gente participara.
Desde luego no se acogieron todos los que podrían haberlo hecho,
ni mucho menos. La desconfianza se mantuvo hasta el final y solo una pequeña parte
decidió echarse al ruedo.
Desde entonces el comportamiento de Hacienda no ha sido
precisamente ejemplar, y ahora, definitivamente se ha quitado la piel de oveja
y nos muestra al lobo que siempre ha sido:
Ya es oficial, el director del fisco, Santiago Menéndez ha
anunciado que Hacienda investiga las rentas de los que se acogieron a la
amnistía fiscal. Dicho de otro modo, a los que cayeron en la trampa de la
amnistía fiscal.
Según afirma, la amnistía «no sirve para amparar comportamientos
fraudulentos» y está investigando a los contribuyentes que afloraron rentas en
la amnistía del 2012. Afirma
además que la actuación ya está dando sus frutos porque los más de 5.500
millones recaudados por las actuaciones de control del primer semestre del año
«no son una casualidad» y mostró su satisfacción por la labor de los
funcionarios en sus actuaciones relacionadas con la amnistía.
Mi opinión: La voy a resumir en una palabra... BOCHORNOSO.
Con esto no quiero decir que esté a favor del fraude, ni a favor
de las amnistías, pero si el propio gobierno propone una amnistía, tiene que
ser con todas las consecuencias, y no vale el juego sucio.
Ramón Cerdá
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