El "Club Gola", destino del viaje Canarias-Madrid del
senador Curbelo (PSOE)
"No soy partidario de
controlar la actividad del diputado que, en algunos casos tiene un carácter
que, si no es secreto, al menos es discreto", ha declarado el presidente
del Congreso, Jesús
Posada (PP) y corroborado el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso. Y
los demás partidos del régimen han callado. No les falta razón: hay
parlamentarios que en sus viajes han sido detenidos por tráfico de drogas
(diputado cántabro Félix
de la Fuente (AP), senador malagueño Enrique Bolín
(PP), otros han organizado altercados en prostíbulos (el canario Casimiro Curbelo,
PSOE), los hay incluso que se han suicidado al ser sorprendidos usando sus
tarjetas del Grupo Parlamentario en locales de alterne (el aragonés Carlos Piquer,
PSOE)... Otro colega, que llegó a presidente del Senado, presumía hace años
ante un grupo de senadores y periodistas de confianza: conocía las mejores
"salas de masaje" de toda España gracias a su tarjeta de viaje "gratis total"
y se permitía incluso hacer recomendaciones. "Me cuesta menos ir en avión que
coger un taxi", señalaba el citado parlamentario cuando se
le desataba la locuacidad con alguna copa de más. Esa es la
"libertad" que reclaman los diputados y senadores de la actual
partitocracia: libertad
para sustraer de esta forma dinero público sufragado por todos los demás
ciudadanos, para visitar a sus amantes o novias en otras
provincias o disfrutar de las mejores casas de citas. Leer más de esta entrada