Comunicaciones de los bancos a Hacienda
by Ramón
Cerdá
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Las comunicaciones de los bancos a Hacienda son algo habitual;
de un modo u otro, Hacienda obtiene mucha información de nosotros gracias a los
las entidades bancarias, ese es uno de los motivos por los que prohiben los pagos
en efectivo superiores a 2.500 euros, porque uno de los objetivos a largo plazo
es que toda la economía acabe siendo virtual, sin billetes ni monedas de por
medio. A más transacciones «de plástico», más control de
Hacienda sobre nosotros... y más beneficio para los bancos. De alguna manera,
bancos y Hacienda se benefician mútuamente a nuestra costa.
¿Son muchas las comunicaciones de los bancos a Hacienda?
Tradicionalmente la información se limitaba a la fiscal:
intereses y retenciones, incluyendo el saldo de la cuenta a final de año y, si
no recuerdo mal, el saldo medio ponderado que también tenía implicaciones
fiscales. Aparte de esa comunicación anual, no solían haber muchas más
comunicaciones salvo que hubiesen requerimientos formales por parte de la
Agencia Tributaria. Pero las cosas van cambiando y cada vez las comunicaciones
de los bancos a Hacienda son más habituales y detalladas.
Los bancos están obligados a comunicar todas las transacciones
realizadas con billetes de 500 euros con independencia de su cuantía. Todas
estas operaciones deben quedar reflejadas para el control de posibles delitos
de blanqueo.
También deben comunicar todas las operaciones superiores a
10.000 euros, se realicen en efectivo o no.
Si son en efectivo, deben comunicarse todas las que superen los
3.000 euros.
También comunican a Hacienda de manera expresa los préstamos y
créditos de más de 6.000 euros.
Entre los datos que facilitan en estas operaciones está el
nombre de la persona que las lleva a cabo, la cuantía individualizada, el
número de cuenta afectado y los titulares de dicha cuenta.
Todos esos datos no son accesibles solo para la Hacienda
española, sino que cualquier estado comunitario puede cruzar dicha información
con el fin de perseguir el fraude fiscal en la Unión Europea y en los países
con los que España mantiene acuerdos de colaboración.
Ramón Cerdá
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