Contabilidad B informática. ¿Cómo está
de generalizada?
by Ramón
Cerdá
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Últimamente Hacienda está buscando programas informáticos que permiten
a las empresas falsear la contabilidad. Suelen encontrarse principalmente en
negocios de cara al público, los cuales permiten emitir una factura real al
cliente que paga en efectivo y luego sustituirla automáticamente por otra de
menor cantidad. Es lo que se conoce como contabilidad B informática. Disponer
de un programa de este tipo, bajo mi punto de vista es poco menos que una
locura. En el momento Hacienda conoce la existencia del programa y sus
funciones, le resulta muy fácil saber quiénes están cometiendo ese fraude de
doble contabilidad y cómo.
Contabilidad B informática - Mi opinión:
Mi opinión es que ninguna empresa debería adquirir un programa
que lleve implementado este tipo de posibilidades. Antes o después será
detectado y, como ya he dicho antes, muy fácilmente rastreado. Hace veinte años
los sistemas eran mucho mejores que ahora, precisamente porque no eran
automáticos. Usted podía comprar un programa de contabilidad (o facturación)
que simplemente llevaba una o varias empresas. Era tan sencillo como configurar
una empresa para la contabilidad oficial, y otra para la contabilidad B, y
cuando se quería saber la información real, bastaba con fusionar ambas
«empresas» en una sola para tener disponible la contabilidad verídica de la
empresa. Hacienda lo tenía mucho peor para demostrar que se llevaba una
contabilidad B porque el programa en sí mismo no estaba preparado para desviar
nada. Era el propio usuario quien, mediante la fusión de dos o más
contabilidades, conseguía la información que buscaba. Se ha querido «avanzar»
tanto en la solución que ahora los usuarios han quedado atrapados en unos
programas que de por sí son fraudulentos porque están diseñados expresamente
para engañar a Hacienda. El simple hecho de disponer de ese programa ya
presupone que se lleva contabilidad B, algo así como los programas
informáticos de los Volkswagen, diseñados para esconder emisiones.
Si alguien quiere llevar una contabilidad B, lo mejor es tenerla
completamente separada del resto, o bien en un mismo programa pero como
empresas distintas, o bien llevando la contabilidad B de manera manual, como se
ha llevado toda la vida en una libretita de gusanillo, o mejor todavía, sin
registrar los movimientos en B de la empresa. Si no existen registros,
difícilmente se podrá detectar una contabilidad B.
En cualquier caso, recordemos que lo correcto es llevar una sola
contabilidad y pagar todos los impuestos pertinentes, pero si alguien decide
hacer algo distinto, lo último que debería hacer es utilizar uno de esos
programas adulterados y mucho menos acudir a foros de internet solicitando
algún programa de este tipo. Los señores de Hacienda también visitan esos
foros, y un programa «a medida» siempre nos lo habrá hecho algún informático
que luego querrá vender la idea a otras empresas y al final el problema será el
mismo.
Ejemplo de foro:
«Yo comencé a hacer programas para pequeñas empresas allá por
los años 90 y uno de los requisitos que siempre te pedían era que pudiesen
llevar el B». «El porcentaje de dinero negro variaba sustancialmente de un
sector a otro, pero en todos existía. En el sector textil, según mi estimación,
el porcentaje de facturación en B rondaba desde el 50% hasta el 70%».
Confiar en el informático para estas cosas siempre será un
problema.
Conclusión: Si es B, mejor que no
existan registros de ningún tipo.
Pero recordemos, moralinas aparte, que la obligación de todos
nosotros es la de declarar todo lo que se factura y pagar todos los impuestos,
lo cual es aplicable también al consumidor. No vale eso de pedirle a la empresa
que no nos cobre el IVA y luego criticar que exista la contabilidad B informática
en las empresas. Seamos coherentes.
Ramón Cerdá
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