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viernes, 8 de enero de 2016

Contabilidad B informática. ¿Cómo está de generalizada?

Contabilidad B informática. ¿Cómo está de generalizada?

Últimamente Hacienda está buscando programas informáticos que permiten a las empresas falsear la contabilidad. Suelen encontrarse principalmente en negocios de cara al público, los cuales permiten emitir una factura real al cliente que paga en efectivo y luego sustituirla automáticamente por otra de menor cantidad. Es lo que se conoce como contabilidad B informática. Disponer de un programa de este tipo, bajo mi punto de vista es poco menos que una locura. En el momento Hacienda conoce la existencia del programa y sus funciones, le resulta muy fácil saber quiénes están cometiendo ese fraude de doble contabilidad y cómo.

Contabilidad B informática - Mi opinión:

#Contabilidad B informática
Contabilidad B informática. ¿Existe en todas las empresas?
Mi opinión es que ninguna empresa debería adquirir un programa que lleve implementado este tipo de posibilidades. Antes o después será detectado y, como ya he dicho antes, muy fácilmente rastreado. Hace veinte años los sistemas eran mucho mejores que ahora, precisamente porque no eran automáticos. Usted podía comprar un programa de contabilidad (o facturación) que simplemente llevaba una o varias empresas. Era tan sencillo como configurar una empresa para la contabilidad oficial, y otra para la contabilidad B, y cuando se quería saber la información real, bastaba con fusionar ambas «empresas» en una sola para tener disponible la contabilidad verídica de la empresa. Hacienda lo tenía mucho peor para demostrar que se llevaba una contabilidad B porque el programa en sí mismo no estaba preparado para desviar nada. Era el propio usuario quien, mediante la fusión de dos o más contabilidades, conseguía la información que buscaba. Se ha querido «avanzar» tanto en la solución que ahora los usuarios han quedado atrapados en unos programas que de por sí son fraudulentos porque están diseñados expresamente para engañar a Hacienda. El simple hecho de disponer de ese programa ya presupone que se lleva contabilidad B, algo así como los programas informáticos de los Volkswagen, diseñados para esconder emisiones.
Si alguien quiere llevar una contabilidad B, lo mejor es tenerla completamente separada del resto, o bien en un mismo programa pero como empresas distintas, o bien llevando la contabilidad B de manera manual, como se ha llevado toda la vida en una libretita de gusanillo, o mejor todavía, sin registrar los movimientos en B de la empresa. Si no existen registros, difícilmente se podrá detectar una contabilidad B.
En cualquier caso, recordemos que lo correcto es llevar una sola contabilidad y pagar todos los impuestos pertinentes, pero si alguien decide hacer algo distinto, lo último que debería hacer es utilizar uno de esos programas adulterados y mucho menos acudir a foros de internet solicitando algún programa de este tipo. Los señores de Hacienda también visitan esos foros, y un programa «a medida» siempre nos lo habrá hecho algún informático que luego querrá vender la idea a otras empresas y al final el problema será el mismo.
Ejemplo de foro:
«Yo comencé a hacer programas para pequeñas empresas allá por los años 90 y uno de los requisitos que siempre te pedían era que pudiesen llevar el B». «El porcentaje de dinero negro variaba sustancialmente de un sector a otro, pero en todos existía. En el sector textil, según mi estimación, el porcentaje de facturación en B rondaba desde el 50% hasta el 70%».
Confiar en el informático para estas cosas siempre será un problema.
Conclusión: Si es B, mejor que no existan registros de ningún tipo.
Pero recordemos, moralinas aparte, que la obligación de todos nosotros es la de declarar todo lo que se factura y pagar todos los impuestos, lo cual es aplicable también al consumidor. No vale eso de pedirle a la empresa que no nos cobre el IVA y luego criticar que exista la contabilidad B informática en las empresas. Seamos coherentes.
Ramón Cerdá
 
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