Mariano
Fernández Enguita. JAVI MARTÍNEZ
Zaragoza,
1952. Catedrático de Sociología en la Universidad Complutense.Tiene tanta
autoridad en educación que le da igual meterse en líos:«Los profesores están a
la defensiva. Por eso la hipersensibilidad en Cataluña».
¿A
qué colegio fue?
A un colegio nacional de los de antaño. Público, masculino, lleno
de profesores que habían jurado el Alzamiento Nacional... No tengo un recuerdo
ni muy negativo ni muy positivo. Profesores medio malos recuerdo bastantes;
simpáticos, algunos.
¿Había
afectos con los profesores?
Pocos. Era una época autoritaria.
¿Es
razonable esperar ese afecto de los profesores para nuestros hijos?
Es razonable esperar confianza.
Los
padres de antes tenían una relación casi de temor con el colegio de sus hijos.
Hoy somos como clientes exigentes y desconfiados.
Ese es un problema de todas las instituciones. Pregúntele a
la Guardia Civil, cada vez que salen alguien les dice que les va a denunciar al
Tribunal de Derechos Humanos... Ocurre también que la formación de los
maestros, hace 50 años, era mayor que la de los padres y por eso tenían
autoridad sobre ellos. Eso ya no ocurre.
¿Está
bien que los padres presionemos?
Sí. Lo que pasa es que la escuela es una institución es muy
poco transparente y por eso aparecen conflictos, porque no se explican bien las
decisiones que se toman.
Habla
de los profesores como un colectivo hipersensible y corporativista.
Es un colectivo a la defensiva, entre otras cosas, porque
los claustros son claustrofóbicos: son ambientes cerrados en los que la gente
siempre dice lo mismo, escucha lo mismo... Se maximizan los problemas que
vienen de fuera. Por eso la hipersensibilidad. En Cataluña lo estamos viendo
ahora.
En
Cataluña, las familias defienden su escuela como algo personal. Podemos estar
en desacuerdo, pero hay algo admirable en eso.
Yo no veo a las familias defender la escuela catalana, veo a
la FAPAC [Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Catalunya]. No sé
cuántas familias serían tan incondicionales si les preguntasen en casa. En las
encuestas, entre el 60 y el 80 y tantos por ciento quiere un mix
de catalán y castellano, en un grado u otro. De ahí pasamos a 80
familias que lo reclamaron aunque la Generalitat diga que son ocho. O sea, que
hay una espiral de silencio que no me parece tan admirable.
Esa
idea de que muchos profesores catalanes son nacionalistas, ¿es demostrable?
La ha medido SCC, acumulando los datos del CIS de varios
años. El porcentaje de voto nacionalista entre profesores es el doble.
¿Por
qué?
Primero, porque aquel que hable catalán como lengua materna
lo tiene más fácil para entrar en la escuela catalana. Segundo, porque el
nacionalismo ha privilegiado a la escuela catalana durante 30, 40 años. Y puede
que la profesión predisponga, tengo mis dudas. El maestro habla del territorio,
de la cultura propia... Pero también se supone que es una persona ilustrada que
apunta al humanismo.
Si
hubiese un 25% de clases en castellano, ¿el idioma catalán se volvería
marginal?
Ni en broma. Pero es que, además, lo del porcentaje da
igual, lo que importa es transmitir el mensaje de que el castellano «no es
nuestra lengua»... Eso entre tantos otros mensajes. El otro día leía un texto
de un autor que es muy sensato en cualquier otro tema decir que la escuela
catalana se esfuerza por la integración pero el Estado Español la sabotea
porque destina una cantidad ínfima del PIB a educación... Bueno, pues no hay
ningún fundamento para decir una cosa ni la otra. Resulta que el gasto por alumno
en Cataluña es uno de los más bajos de España.
¿La
educación en España es pobre? Pobre en a recursos, quiero decir.
No. Ni es pobre ni el dinero es su problema. Si comparamos
con otros países, el gasto por alumno es relativamente alto, aunque que ha bajado
con los recortes de estos años.
Hablo
con amigos profesores y me dicen que los problemas de indisciplina, falta de
respeto y actitudes desafiantes se han vuelto muy extraños en comparación con
lo que ocurría hace ocho, nueve años.
Es la primera vez que lo oigo... Soy escéptico. Me parece
más probable que lo que varíe sea la alarma entre la profesión. En Sociología
Criminal es un lugar común que la percepción espontánea de la frecuencia de
delitos y peligrosidad (por barrios o por temporadas) no suele corresponder a
la realidad. En el sistema educativo hubo unos años en que el tema fue
obsesivo, sobre todo cuando el sindicato ANPE salió con los absolutamente
infumables informes
de Iñaki Piñuel sobre acoso y violencia escolar y con su bastante demagógico
defensor del profesor.
LA
ÚLTIMA PREGUNTA. La vieja promesa de "estudiad mucho Y prosperaréiss a
través del conocimiento..." ¿ha caducado?
Está más vigente que que nunca: aunque veamos licenciados de
camareros y millonarios que dejaron la carrera, es en adelante cuando la
educación más va a marcar la diferencia entre éxito y fracaso.
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