La última propuesta de la UE garantiza el 63% de las ayudas a Galicia a partir de 2014
La presidencia cuestionaba en principio los fondos a regiones como la gallega - Chipre plantea un recorte de 50.000 millones en el presupuesto y España podría ser uno de los más perjudicados
M. VÁZQUEZ / X. A. TABOADA - SANTIAGO A pesar de sus reticencias iniciales a que Galicia y otras regiones que dejarán de ser objetivo prioritario a partir de 2014 siguieran recibiendo fondos europeos, la presidencia europea de turno, que recae sobre Chipre, propone ahora que los próximos presupuestos comunitarios (para el periodo 2014-2021) contemplen ayudas específicas para las llamadas "regiones en transición" -entre las que figura la comunidad gallega- que debido la ampliación de la UE superarán el 75% del PIB medio comunitario. Así consta en su última propuesta, presentada ayer oficialmente y que suaviza de forma notable su postura inicial, en la que cuestionaba incluso la necesidad de habilitar ayudas para este tipo de regiones en transición, que por primera vez abandonarán el objetivo de convergencia y su desarrollo ya no se considera prioritario por superar el 75% del PIB europeo.
La última propuesta de Chipre aboga porque sigan recibiendo el 63% de las ayudas que les correspondieron en el periodo actual, tres puntos menos de lo que reclama la Comisión Europea (CE) y que es del agrado de la Xunta. Esto se traduciría en el caso gallego en unos 3.340 millones entre los años 2014 y 2021, aunque el documento chipriota todavía puede sufrir cambios y la última palabra, en todo caso, la tendrá la Eurocámara.
El cambio de actitud de Chipre se produce apenas un mes después de que se hiciese pública su planteamientos inicial, que causó una gran alarma en regiones que como Galicia, Castilla-La Mancha o Andalucía perderían el derecho a seguir recibiendo fondos de cohesión a partir de 2014, al haber superado ya el 75% del PIB comunitario.
La Xunta insistió entonces en que se trataba tan solo de una "propuesta" no vinculante y que seguiría luchando para que Galicia y el resto de regiones en su situación tuviesen asegurado un "aterrizaje suave". De hecho, en las últimas semanas el Ejecutivo gallego ha intensificado sus contactos al más alto nivel en Europa, defendiendo la necesidad de que se habiliten ayudas de transición ante el Parlamento europeo, el Comité de las Regiones y la comisaria de Desarrollo Regional. Para el Gobierno gallego, la última propuesta es "un paso más en este camino" para que Galicia conserve una parte sustancial de los fondos.
Chipre plantea también un recorte 50.000 millones de euros sobre el marco presupuestario original de Bruselas y matiza que el documento todavía puede ser objeto de más recortes y alerta de que solo las regiones más pobres se salvarán si es necesario acometer más reducciones en el presupuesto. Su postura, de hecho, coincide con la de Estados con mucho peso, como Reino Unido o Alemania, que han mostrado abiertamente sus recelos ante el proyecto presupuestario y exigen más recortes para cerrar un acuerdo.
Este tijeretazo de 50.000 millones afectaría a todos los capítulos del presupuesto europeo, como las ayudas al campo o a la pesca, aunque la mayor parte correspondería al apartado de infraestructuras, que perdería 13.600 millones de los planteados inicialmente. De este programa, llamado "Conectando Europa", dependen inversiones como las de los corredores europeos de transporte, entre ellos los grandes proyectos ferroviarios españoles cofinanciados por Bruselas: el corredor mediterráneo, el corredor atlántico y el corredor central. España podría ser uno de los países más afectados por el recorte presupuestario.
Poco después de conocerse la última propuesta de la presidencia chipriota, la Comisión Europea (presidida por el portugués Durao Barroso) criticó el recorte propuesto y subrayó que no lo apoya. "La Comisión sigue comprometida con su propuesta, que logra un equilibrio responsable en tiempos de crisis, tanto en la suma total como entre las distintas políticas", subrayó en un comunicado para defender un presupuesto global de 972.000 millones de euros, un 5 por ciento más que en las actuales perspectivas financieras.
Tampoco la Eurocámara ve con buenos ojos la propuesta chipriota y advierte de que es una "mala señal" sobre lo que deben ser las prioridades de la Unión Europea en los próximos años y que "contradice" a la apuesta anunciada por los Veintisiete por impulsar el crecimiento y el empleo.
Las negociaciones en las próximas semanas se prevén tensas y difíciles por las discrepancias evidentes entre los Veintisiete. El primer debate sobre la propuesta chipriota se producirá hoy, entre los miembros del Comité de Representantes Permanentes de la Unión Europea (Coreper), aunque será en la cumbre de jefes de Estado de los días 22 y 23 de noviembre cuando se tratará de buscar un acuerdo ya definitivo sobre el futuro marco presupuestario
La última propuesta de Chipre aboga porque sigan recibiendo el 63% de las ayudas que les correspondieron en el periodo actual, tres puntos menos de lo que reclama la Comisión Europea (CE) y que es del agrado de la Xunta. Esto se traduciría en el caso gallego en unos 3.340 millones entre los años 2014 y 2021, aunque el documento chipriota todavía puede sufrir cambios y la última palabra, en todo caso, la tendrá la Eurocámara.
El cambio de actitud de Chipre se produce apenas un mes después de que se hiciese pública su planteamientos inicial, que causó una gran alarma en regiones que como Galicia, Castilla-La Mancha o Andalucía perderían el derecho a seguir recibiendo fondos de cohesión a partir de 2014, al haber superado ya el 75% del PIB comunitario.
La Xunta insistió entonces en que se trataba tan solo de una "propuesta" no vinculante y que seguiría luchando para que Galicia y el resto de regiones en su situación tuviesen asegurado un "aterrizaje suave". De hecho, en las últimas semanas el Ejecutivo gallego ha intensificado sus contactos al más alto nivel en Europa, defendiendo la necesidad de que se habiliten ayudas de transición ante el Parlamento europeo, el Comité de las Regiones y la comisaria de Desarrollo Regional. Para el Gobierno gallego, la última propuesta es "un paso más en este camino" para que Galicia conserve una parte sustancial de los fondos.
Chipre plantea también un recorte 50.000 millones de euros sobre el marco presupuestario original de Bruselas y matiza que el documento todavía puede ser objeto de más recortes y alerta de que solo las regiones más pobres se salvarán si es necesario acometer más reducciones en el presupuesto. Su postura, de hecho, coincide con la de Estados con mucho peso, como Reino Unido o Alemania, que han mostrado abiertamente sus recelos ante el proyecto presupuestario y exigen más recortes para cerrar un acuerdo.
Este tijeretazo de 50.000 millones afectaría a todos los capítulos del presupuesto europeo, como las ayudas al campo o a la pesca, aunque la mayor parte correspondería al apartado de infraestructuras, que perdería 13.600 millones de los planteados inicialmente. De este programa, llamado "Conectando Europa", dependen inversiones como las de los corredores europeos de transporte, entre ellos los grandes proyectos ferroviarios españoles cofinanciados por Bruselas: el corredor mediterráneo, el corredor atlántico y el corredor central. España podría ser uno de los países más afectados por el recorte presupuestario.
Poco después de conocerse la última propuesta de la presidencia chipriota, la Comisión Europea (presidida por el portugués Durao Barroso) criticó el recorte propuesto y subrayó que no lo apoya. "La Comisión sigue comprometida con su propuesta, que logra un equilibrio responsable en tiempos de crisis, tanto en la suma total como entre las distintas políticas", subrayó en un comunicado para defender un presupuesto global de 972.000 millones de euros, un 5 por ciento más que en las actuales perspectivas financieras.
Tampoco la Eurocámara ve con buenos ojos la propuesta chipriota y advierte de que es una "mala señal" sobre lo que deben ser las prioridades de la Unión Europea en los próximos años y que "contradice" a la apuesta anunciada por los Veintisiete por impulsar el crecimiento y el empleo.
Las negociaciones en las próximas semanas se prevén tensas y difíciles por las discrepancias evidentes entre los Veintisiete. El primer debate sobre la propuesta chipriota se producirá hoy, entre los miembros del Comité de Representantes Permanentes de la Unión Europea (Coreper), aunque será en la cumbre de jefes de Estado de los días 22 y 23 de noviembre cuando se tratará de buscar un acuerdo ya definitivo sobre el futuro marco presupuestario
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