Las estafas
piramidales no son nada nuevo, y cada vez que alguna de ellas estalla
arruinando a miles de personas, yo quiero creer que eso servirá de
experiencia para que la gente no vuelva a caer en ellas, pero me
asombro una y otra vez de que la historia se repita sin cesar, como
si nadie tuviera memoria... y nunca faltan incautos que se dejan
arrastrar por unos supuestos beneficios fáciles a cambio de poco
trabajo (o ninguno). Hay negocios que funcionan de manera piramidal
que no necesariamente son una estafa, como podría ser Herbalife,
aunque también ha tenido algún que otro problema y acusación de este
tipo. Otras, que parecían de gran solera y que nadie parecía haber
identificado como piramidales (y lo eran), han acabado cayendo
también con el tiempo y arrastrando la economía de muchos inversores,
como bien podría ser el caso de Forum Filatélico.
¿Por qué la gente sigue cayendo una y otra vez en las
mismas estafas piramidales?
Yo intento
entender el motivo de que estos fraudes se sigan repitiendo y no lo
acabo de entender. La única explicación es la insaciable codicia
humana que nos sigue haciendo creer que hay gente que vende duros a
cuatro pesetas.
Cómo identificar las
estafas piramidales
1. Alguien
cercano (conocido, amigo, familiar...) nos presenta la empresa
o el producto como un chollo, además de una fórmula de autoempleo que
acabará con todos nuestros problemas económicos. Nos dirán que se
gana dinero fácil y rápido, y posiblemente nos den algunos ejemplos
de otros conocidos, o conocidos de conocidos que ya están recibiendo
ingresos mensuales.
2. El negocio
básicamente consiste en hacer la cadena (pirámide en este caso) más
grande, captando otros miembros que, a su vez, también tendrán que
reclutar a más gente. Todos cobran de todos, bueno, de los que se
apuntan después de uno, de manera que cuando antes entras en el
«negocio», más posibilidades de tener ingresos de los que
entran después vas a tener. Esa es una de las medidas de presión que
se utilizan para reclutarte. En el último caso que ha estallado hace
poco —Telexfree—, la labor, además de captar a más individuos, era la
de copiar y pegar anuncios clasificados en internet. Se supone que
los beneficios que se obtienen de tan peregrina actividad es la de
posicionar páginas web, claro que yo más bien entiendo que era una
manera de tener entretenido al personal y de justificar de alguna
manera que hay negocio donde no lo hay.
3. Por el simple
hecho de entrar en la pirámide, lo normal es que nos pidan alguna
cuota de inscripción. En el caso de Telexfree esa cuota podía variar
entre los 211 y los 759 euros. La promesa: 10 minutos diarios de
trabajo con ingresos del 265% sobre la cantidad invertida. Más
inversión, más tiempo de dedicación y, por lo tanto, un supuesto
beneficio mayor. De ahí que haya gente que ha perdido los ahorros de
toda una vida en un absurdo «negocio» como este.
4. Una de las
cosas en común de todas las pirámides es la venta de humo, nos venden
que podemos ganar dinero sin trabajar y sin ningún riesgo, y eso, por
lo visto, la gente QUIERE CREER QUE ES VERDAD.
En lo que
llevamos de año me han ofrecido dos de estos suculentos negocios que,
al menos en apariencia, están funcionando. Los he rechazado ambos
porque entiendo que son piramidales. Tampoco voy a mencionarlos
porque no tengo pruebas de ello y no quiero que me demanden, pero
tengo claro que no voy a formar parte del sistema en ninguno de los
casos.
Mi recomendación
es rechazar cualquier «negocio» de altísima rentabilidad que consista
en reclutar gente para que a su vez reclute a más gente... Los únicos
que se enriquecen con estas historias si no acaban en la cárcel son
sus promotores iniciales.
Ramón Cerdá
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