|
Renuncia al cargo de administrador. La fantochada de la convocatoria previa. |
A menudo recibo consultas relacionadas con la posibilidad de
cesar en el cargo de administrador sin que quede nombrado otro. Es curioso,
pero hay mucha reticencia por parte de los registros mercantiles a aceptar e
inscribir la renuncia de un administrador si no se ha nombrado a otro
previamente, pero es algo totalmente posible y que puedo afirmar haber
realizado en varias ocasiones en distintos registros mercantiles. Trámites a
veces no exentos de problemática y que pueden alargarse más de lo que debieran,
pero poderse, se puede.
Renuncia al cargo de administrador. ¿Novedosa resolución?
Me ha llamado la atención una reciente noticia en la que se dice
que, según una novedosa resolución de la Dirección General de los Registros y
del Notariado (DGRN), no es posible inscribir en el Registro Mercantil la
renuncia llevada a cabo por el administrador único de una sociedad anónima a
quien le ha notificado por correo su cese porque la consecuencia de la renuncia
es que la sociedad queda en situación de no poder ser debidamente administrada.
Renuncia al cargo de administrador. ¿Entonces estoy condenado
a serlo de por vida?
Está claro que eso no es así y se trata solo de un tecnicismo
estúpido muy fácil de saltar, y no hablo de ninguna ilegalidad, simplemente
digo que es un tecnicismo que no sirve para nada y uno tiene todo el derecho
del mundo a dimitir de su cargo de administrador cuando le venga en gana, sin
que tenga que importarle que otro ocupe su lugar o no.
¿Qué más dice la resolución?
«... no procede la inscripción sin que se acredite que el
renunciante ha llevado a cabo la oportuna convocatoria de junta con tal
finalidad» (nombramiento de nuevo administrador, se entiende).
Bien, ¿dónde está la fantochada?
1.
Que dicen que no se
puede inscribir el cese porque la sociedad queda sin representación.
2.
Pero al mismo tiempo
admiten que si se ha hecho la convocatoria para nombramiento de un nuevo
administrador, entonces sí se admite. Incoherente porque el resultado es el
mismo, o sea, que al final se admite el cese aunque no se nombre a otro, porque
el hecho de que exista una convocatoria solicitando que se nombre a un nuevo
administrador no significa que nadie vaya a presentarse o a aceptar el cargo.
Ergo: la sociedad queda igualmente sin representación.
¿Qué consiguen con eso? Nada, lo que he comentado antes, que se
trata de un tecnicismo.
Pero otra cosa que me sorprende es «la novedad» que no es tal. Invito a mis lectores a que lean un post de octubre de
2008, que ya tiene casi seis añitos aquí en el blog. Ya entonces
explicaba cómo hacerlo, y era así, convocando junta para nombrar a otro que
finalmente no se nombraba.
Ramón Cerdá
|