Feroz reacción empresarial a Pablo Iglesias por su tope
salarial “suizo”: máximo 7.700 euros al mes
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“Populismo mortal”;
“El populismo de
Podemos”; “Pablo Iglesias sufre cuando baja al campo abierto de
los remedios”; “se niega a admitir que sus medidas tengan efectos indeseados”;
“cree que si sube
los impuestos recaudará más, que si mejora el salario mínimo las
empresas lo pagarán religiosamente, y que si baja el sueldo a los directivos,
estos lo aceptarán sin rechistar”, “no termina de concretar de dónde saldrá el dinero
necesario para sufragar su generoso programa”; “las medidas que
plantea para acabar con la economía sumergida permitirían aflorar 38.500 millones y
solo la renta básica
que Podemos pretende repartir cuesta 145.000 millones”; “parece
original que Podemos
elija Suiza,
patria del secreto bancario y un país poco ejemplar por tantas razones”; “promovería
una fuga de talento”; “si
gana Podemos, yo no vuelvo a trabajar. Te dan una renta básica,
vivienda, sanidad, educación, pensión…”; “¿Alguien en Podemos se ha parado a
evaluar lo que cuesta eso y su impacto
en el déficit?”. Toda esta catarata de comentarios hostiles
rodeó a Pablo
Iglesias (Podemos) cuando visitó la revista “Actualidad Económica”,
decana de la prensa económica española y refugio de los economistas liberales.
¿Y qué dijo Pablo Iglesias que enfureció tanto a sus anfitriones? Simplemente
anunciar que traería a España la propuesta suiza de salario máximo. Entonces
aconteció el apocalipsis, pero esa iniciativa, que está en pleno debate en toda
Europa, provocaría que hasta que no se alcanzase el pleno empleo ningún ciudadano podría ganar más
de 12 veces el Salario Mínimo Interprofesional. Eso quiere
decir que si en España está ahora establecido en 645,3 euros mensuales,
el máximo que podría pagar la administración pública a sus políticos o altos
funcionarios o la empresa privada a sus gestores serían 7.743,6 euros mensuales.
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