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Libertad de expresión en peligro, ataque a las
viñetas satíricas
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Libertad de expresión en peligro: Al paso que vamos, con
tanto ataque a la libertad de expresión, esta acabará siendo cosa del pasado;
todo son cortapisas a algo que debiera tener la condición de sagrado. Los
problemas que ha sufrido últimamente «El jueves» han sido múltiples, y por lo
visto su censura ha llegado a convertirse por prudencia en autocensura del
propio editor; de ahí que algunos de los ilustradores hayan abandonado el barco
al ver limitada su creatividad.
Libertad de expresión en peligro.
EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
Pero hoy no quería hablar de «El jueves», aunque sí que
compararé más adelante una sanción que se le aplicó no hace tanto tiempo. En
este caso voy a hablar de «El agitador», una página web satírica que lleva
activa más de ocho años y que tiene como objetivo la denuncia social sobre la
corrupción en Canarias. Recientemente ha sido sancionada por dos viñetas a
razón de 20.000 y 15.000 euros por cada una. Ambas viñetas «retrataban»
satíricamente al fiscal Miguel Pallarés, que, según se dice, tiene una casa ilegal
en Lanzarote. Una de las viñetas (2008) lo caracterizaba como Harpo Marx y se
le llamaba «Miguel Callaré, el fiscal mudo», en la otra (2011) aparecía como
Chiquito de la Calzada y decía que él mismo iba a derribar su propia casa
ilegal.
Pallarés presentó sendas querellas por injurias y ganó ambas,
aunque en la actualidad están recurridas.
Libertad de expresión en peligro
Según palabras del editor sancionado:
«si se denuncia la corrupción tercermundista que tenemos, te
puedes jugar el tipo». «Hemos dedicado viñetas muy duras en estos ochos años a
los principales iconos de la corrupción lanzaroteña, en todos sus niveles. Pero
los grandes problemas, más allá de las presiones cotidianas, llegaron cuando
señalamos al fiscal. Tenía todas las papeletas para ello: propietario de una
vivienda parcialmente ilegal y con orden de derribo; coordinador de una
fiscalía que, en nuestra opinión, no estuvo a la altura de las circunstancias
en una época de grandes escándalos de corrupción urbanística; y familiar de
Felipe Fernández Camero, considerado por informes policiales como el “cerebro
jurídico” de la trama para la concesión de licencias ilegales en la Isla. Para
cualquier medio humorístico de denuncia, Pallarés era un chollo».
Lo que puede verse es una gran diferencia en las sanciones
teniendo en cuenta que «El jueves» fue condenado a 3.000 euros por una viñeta
de los entonces príncipes. Claro que yo mismo fui condenado a 6.000
euros por algo que ni siquiera tuvo repercusión mediática.
Esperemos que el editor tenga suerte en los recursos por el bien
de la libertad de expresión.
Ramón Cerdá