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Radares móviles, la Guardia Civil no está formada para
colocarlos correctamente.
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Los radares móviles, incluso cuando se colocan como fijos
temporales (en trípode, con el coche parado en el arcén, etc.) deben colocarse
justo a 22º con respecto de los vehículos que pretende controlar. No basta con
colocarse de cualquier modo en el arcén, o con montarlo en el trípode sin más
parafernalias. Habría que medir con detenimiento y fiabilidad esta inclinación
de 22º porque cada grado de desviación supone un error de un 0,7% sobre la velocidad
real. Lo suficiente también como para que una de estas mediciones sea
considerada delito o no por haber rebasado supuestamente los 200 kilómetros
hora.
Uno de los consejos que se están dando últimamente es que, al
recurrir la multa, se exija una prueba de que el radar estaba bien colocado.
Prueba que hoy por hoy resulta imposible. Además, los propios agentes admiten
que no tienen la formación adecuada. Y según dice Agustín Falcón, perito
experto en estas cuestiones: «Yo llegué a reunirme con personal de la Guardia
Civil, incluso un capitán, y me reconocían que estas mediciones son una chapuza
más de las muchas que tenemos a nuestro alrededor». Y recomienda «exigir a la
Guardia Civil que nos demuestre que el radar estaba colocado correctamente,
algo que es muy complicado porque la prueba de que la antena estaba bien
colocada se destruye en el momento en que el vehículo de la Guardia Civil sale
persiguiendo al infractor».
Radares móviles mal colocados: Que una chapuza de estas te
pueda llevar a la cárcel... es preocupante.
Los cinemómetros menos fiables: Cinemómetro 6FMR. Según
Falcón, «El 60% de los radares que portan los coches camuflados son de este
tipo. Funcionan por efecto Doppter. Es decir, envía ondas electromagnéticas que
se reflejan en el vehículo al que quieren medir y que al volver calcula una
velocidad gracias a una fórmula matemática».
Ramón Cerdá
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