Sentir y pensar. Programa de actividades para desarrollar la educación emocional en la escuela
Sentir y pensar. Programa de actividades para desarrollar la educación emocional en la escuela es una colección de materiales prácticos para facilitar la labor del profesorado que se proponga el desarrollo de las competencias emocionales del alumnado. Consiste en seis cuadernos para el alumnado: uno para cada nivel de Educación Primaria (de primer curso a sexto). Dentro de cada cuaderno se incluye un material para las familias.
Cada cuaderno contiene ejercicios prácticos que se pueden realizar en el aula con el apoyo del profesor-tutor. La hora de tutoría es el momento más apropiado para la realización de estas actividades. Tanto es así que estos materiales se pueden considerar como un libro de texto de tutoría, como mínimo de una parte de la tutoría.
Las actividades prácticas se estructuran en cinco grandes bloques de competencias: conciencia emocional, regulación emocional, autonomía emocional, competencias sociales, competencias para la vida y el bienestar. Cada actividad está ilustrada con dibujos a todo color, lo cual da una emocionalidad añadida a la actividad.
El concepto de la educación emocional
Algunos puntos clave para entender qué es la educación emocional:
- La educación emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo integral de la persona, con objeto de capacitarle para la vida. Todo ello tiene como finalidad aumentar el bienestar personal y social.
- La educación emocional supone una innovación educativa que se justifica en las necesidades sociales que no están suficientemente atendidas a través de los contenidos de las materias académicas ordinarias. Estas necesidades están relacionadas con: ansiedad, estrés, depresión, violencia, consumo de drogas, comportamientos de riesgo, etc. Todas estas necesidades tienen un fondo emocional.
- La finalidad de la educación emocional es el desarrollo de competencias emocionales que contribuyan a afrontar mejor los retos de la vida y como consecuencia aportar un mejor bienestar personal y social.
- La educación emocional es un proceso educativo continuo y permanente, puesto que debe estar presente a lo largo de todo el currículum académico y en la formación permanente a lo largo de toda la vida. Es decir, debe empezar desde el momento del nacimiento, incluso antes, y estar presente a lo largo de la educación infantil, primaria, secundaria, universitaria y formación permanente a lo largo de la vida. La educación emocional adopta un enfoque del ciclo vital en el que debe participar todo el profesorado, las familias y comunidad en general.
- La educación emocional es una forma de “prevención primaria inespecífica”, es decir, un modo de adquisición de competencias que se pueden aplicar a una multiplicidad de situaciones. La prevención primaria inespecífica pretende minimizar la vulnerabilidad de la persona a determinadas disfunciones (estrés, depresión, impulsividad, agresividad, etc.) o prevenir su aparición. Para ello se propone el desarrollo de competencias básicas para la vida. Se trata de maximizar las tendencias constructivas y minimizar las destructivas.
- Los objetivos generales de la educación emocional pueden resumirse en:
- adquirir un mejor conocimiento de las propias emociones e identificar las emociones de los demás;
- desarrollar la habilidad para regular las propias emociones;
- prevenir los efectos nocivos de las emociones negativas y desarrollar la habilidad para generar emociones positivas;
- desarrollar la habilidad de automotivarse;
- adoptar una actitud positiva ante la vida;
- aprender a fluir, gestionar los conflictos de forma positiva
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