LA ZARZUELA HA TENIDO ACCESO A INFORMACIÓN PRIVILEGIADA
- La Justicia no es igual para todos: el Rey supo con antelación cuándo imputarían a Urdangarín
El Rey y, tras él, Urdangarín, junto a otros miembros de la Familia Real
(Reuters) José L. Lobo
La Justicia no
siempre es igual para todos. La Casa del Rey supo por adelantado la fecha
en la que Iñaki Urdangarín
iba a ser imputado por presunta apropiación de fondos públicos, lo que permitió
a Don Juan Carlos y sus
principales asesores preparar con
suficiente antelación la estrategia para
desvincularse del duque de Palma. Así lo han revelado a El Confidencial fuentes muy cercanas a la
Corona, que aseguran que La Zarzuela ha tenido acceso a "información
privilegiada" sobre los pasos dados por la Fiscalía Anticorrupción y el
Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, instructor del caso Urdangarín.
El marido de la
infanta Cristina de Borbón fue imputado ayer por el juez José Castro, al día siguiente de que
la Casa del Rey, por primera vez en los 36 años de reinado de Juan Carlos
I, hiciese públicas sus cuentas, y solo cinco días
después del mensaje navideño del jefe del Estado, en el que éste, en
una clara alusión a su yerno, condenó las "conductas irregulares que
no se ajustan a la legalidad o la ética". Urdangarín, que ha sido citado a
declarar el próximo 6 de febrero,
tendrá que responder ante la Justicia al menos por cuatro presuntos delitos:
malversación, fraude a la Administración, prevaricación y falsedad documental.
Cuando el jefe de
la Casa del Rey, Rafael Spottorno,
anunció el pasado día 12 que Urdangarín quedaba apartado de la agenda oficial de la Familia Real por su
"comportamiento no ejemplar", aseguró también que la Corona, por
primera vez, rendiría cuentas sobre sus finanzas "antes de final de
año". La razón de que el número dos
de La Zarzuela se cuidara mucho de
señalar entonces una fecha concreta es que aquel día los
asesores de Don Juan Carlos aún desconocían cuándo sería imputado Urdangarín. Y
el destape presupuestario del
monarca perdería todo su valor si se producía tras la imputación del duque de
Palma, pues daría la impresión de que ese supuesto ejercicio de transparencia
era forzado.
Las fuentes
consultadas por El Confidencial
aseguran que la intención del juez Castro, con el beneplácito del fiscal
Anticorrupción de Baleares, Pedro
Horrach, era dictar el auto de imputación de Urdangarín antes de Nochebuena. Es
decir, previamente a que el Rey pronunciase su tradicional discurso navideño,
en el que afirmó que "la Justicia es igual para todos" y criticó la
"actuación censurable" del duque de Palma, al que no citó por su
nombre. Ese calendario daría al traste
con la estrategia de la Casa del Rey, que pasaba por lavar la imagen de la Corona antes de
que el ex jugador internacional de balonmano y actual consejero de Telefónica
fuese imputado.
Spottorno
contacta con Dívar
Para los
intereses de La Zarzuela resultaba vital que el auto judicial de Castro se
hiciese público tras el mensaje navideño del Rey y después de que éste revelase
los entresijos de sus finanzas, nunca
antes. Fue entonces cuando Spottorno, según las fuentes
consultadas, movió sus hilos para que el juez retrasara su decisión hasta una
fecha lo más cercana posible a Nochevieja. El jefe de la Casa del Rey se puso
entonces en contacto con el presidente del Consejo General del Poder Judicial
(CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos
Dívar, a quien ya había trasladado anteriormente la "honda
preocupación" del monarca por la dilación de la investigación judicial
y el grave daño que ésta estaba causando a la Corona.
Spottorno, según
las mismas fuentes, apeló a "razones
de Estado" para salvaguardar la imagen y la credibilidad
de la monarquía, y finalmente se pactó la fecha del 29 de diciembre para hacer
pública la imputación de Urdangarín, que ya sólo cuenta con el apoyo de su
esposa, la infanta Cristina, y de su suegra, la reina Doña Sofía.
De esta forma, la
decisión del juez Castro se ha conocido tras la secuencia temporal que
arrancó con las instrucciones dictadas por el asesor jurídico de Don Juan
Carlos, José Manuel Romero Moreno,
conde de Fontao, al duque de Palma, a quien advirtió que no viajase a Madrid en Navidad; siguió
con el comunicado de Urdangarín en el que éste lamentaba el "grave daño" que sus negocios
estaban causando a la Casa del Rey; continuó con su marginación de la agenda
oficial de la Familia Real; prosiguió con el mensaje de Nochebuena del monarca
y concluyó con la publicación de las cuentas de La Zarzuela. Es decir, un
calendario ajustado al guión diseñado
por el entorno del jefe del Estado.
No ha sido ésta,
sin embargo, la única ocasión en que la Casa del Rey ha manejado información privilegiada
en relación con el caso Urdangarín.
El pasado 7 de noviembre Don Juan Carlos suspendió por sorpresa un viaje
oficial a Barcelona programado para visitar la 50ª edición del Salón Náutico.
Desde La Zarzuela se informó de que la cancelación de la visita
obedecía a las súbitas molestias que el monarca sufría en su pie
izquierdo, del que fue operado el 4 de septiembre por una lesión en el talón de
Aquiles. Pero la verdadera razón, según algunos medios, fue que ese mismo día
la policía iba a registrar la sede del Instituto Nóos en la capital catalana, y
el Ministerio del Interior advirtió con antelación al jefe del Estado para
evitar tan embarazosa coincidencia.
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