MIGUEL BLESA CULPA A LOS JUBILADOS
Rafael del Barco Carreras
Barcelona 4-03-2014. Más
desvergüenza. Miguel Blesa, al igual que Narcís Serra con Adolf Todó,
había conseguido pasar el muerto a Rodrigo Rato. Su nombre apenas
aparecía hace unos meses. Proceso indispensable en toda gran estafa. Pero el
muerto se hallaba tan putrefacto que no sirvieron reanimación ni maquillajes.
Rato y Todó sacarían provecho, poco dadas la cifras barajadas, diluyendo la
atención sobre los autores principales. Y entrando en la fase judicial para
centrar culpabilidades por las desaparición de decenas ¡o centenares! de miles de millones de euros, aunque Gobierno y
PP torpedeen a la Justicia, o en Cataluña la “omertá” silencie el caso Catalunya
Caixa, los presuntos estafadores no solo meten la pata sino que desbarran
intentando salvarse.
Blesa resulta un pajarraco que según el apartado juez Silva debería
estar en la jaula, pero ayer tras declarar debiera haber entrado de nuevo en
prisión. Si en el tocomocho el estafado es culpable de avaricia, en la estafa
piramidal a la víctima no se le puede culpar de intentar más rendimiento a sus
ahorros, pero además BANKIA suma al tocomocho y la estafa piramidal, el engaño
masivo, la falsedad contable, el abuso de confianza, el agravio del fuerte
frente el débil al que en ocasiones sin más se le roban los ahorros.
Insisto porque ayer el muy
cretino alegó en su defensa que “
los jubilados que invirtieron en preferentes 'no son ignorantes' “.
Indiscutible que eran ignorantes,
pero no solamente los jubilados, sino absolutamente todos quienes voluntaria o
involuntariamente suscribieron. A nadie se le informó que BANKIA o Catalunya
Caixa se hallaban en quiebra total, y que en teoría no solamente no se les
podría pagar “dividendos”, sino que su dinero se convertiría en nada a poco que
se obligara a las entidades a regularizar sus falseadas valoraciones contables.
Blesa y Narcís Serra, antes de pasar el muerto, lo maquillaron
para cubrir las exigencias de Bruselas en materia de “capital”, engañando, o
simplemente, repito, robando los saldos a los más débiles.
Digno final a su expolio-gestión,
“capitalizada”
la entidad, firmados los balances por
consejos e incluso auditores, se sintieron unos genios. La digna dimisión. El
non plus ultra de la estafa, las mayores de la historia en Madrid o Barcelona.
Indiscutible que los miles de millones no
acabaron todos en sus cuentas particulares,
repartieron a diestro y siniestro. Sin untar hubiera resultado imposible
llevarse un euro. En más o menos todos los partidos políticos y sindicatos
consiguieron respetables mordidas, y en Cataluña hasta en particular la familia
Pujol o íntimos, como ayer se
deducía de la portada en EL MUNDO.
Al igual que las preferentes
afectando a centenares de miles de estafados ¡sobra el presunto!, ahora la
Justicia deberá esclarecer porqué se compra en plena quiebra un quebrado banco
en Miami, o un terreno al Ayuntamiento de Lérida por ¡50 millones
de euros! transformados en 80 en el Banco Malo.
Y aquí es donde mis dudas, o puro
escepticismo, aparecen con total insistencia. Los preferentistas,
llenando las calles, y acudiendo a abogados, han conseguido movilizar la
Justicia, pero el mayor estafado, el ESTADO, no está claro que exija
Justicia. Por el momento ha destituido a un juez, y en Barcelona el griterío
independentista ahoga la responsabilidad de todos los partidos en la quiebra de
Catalunya Caixa.
El futuro dirá…
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