ACABA EL
AÑO QUE VIVIMOS.
Acaba el año del Cachopo, de esas
mamandurrias que decía ya una casi senil Esperanza Aguirre, a la que ahora le
sacan que las empresas de su marido se le dio 5 millones de Euros en
subvenciones,los y las ídolas de barro acaban así.
Acaba el año con el antiguo
socialismo con respiración asistida, Podemos dividido por las ansias de poder,
Leganemos también divididos en adscritos y no adscritos, El PP, como la canción
franquista"Prietas las Filas".Y exprimiendo
a la clase media y baja hasta la extenuación.
Urdangarín espera la sentencia,
que se tarda tanto en redactarla que Cervantes hubiera escrito dos Quijotes.
Los banqueros se van de rositas,
ninguno en la cárcel y se despide el año con las Claúsulas Suelo, Europa nos
manda apretarnos el cinturón, y el monaguillo de Rajoy nos asfixia, la Justicia
Europea después poco a poco le tumba cada injusticia.
Y el retrato Judicial de las
Tarjetas negra de Bankia o Caja Madrid, nos retrata una sociedad en podredumbre
de representantes de partidos, sindicatos y empresarios, donde en alguna
ocasión eran lencería fina de seda.
Las pensiones vuelve a subir por
debajo de IPC, el 0,25% y los que somos abuelos de este postfranquismo, lo que
damos con la mano derecha ya no lo tenemos en la izquierda.
Y no es pesimismo, es la realidad
diaria nauseabunda.
Mientras la llamada izquierda
vive en el desorden, han dejado de ser populistas, para buscar el sillón más
adecuado.
Los llamados socialistas, que
nunca lo fueron son la Celestina de un PP en minoría, son la botella de oxígeno
de una derechona rancia a la que sólo le falta ser una Teocracia, designada por
Dios, hoy representada por una Iglesia heredera de la que ponía a Franco bajo
palio en mi infancia.
Es decir el PP le dio la subida
del SMI, a cambio de todo, y el PSOE ha perdido la brújula, y parecen 85
escaños como gaviotas desorientadas de aquellas que llegaron de Cantabria al
Valle de los Caídos a picotear en la imagen de la Piedad hasta romper el brazo
del Cristo.
Hemos vivido, hemos soñado, y
vemos que, los ídolos flaquean hasta el "primo" de Ribera, que como
Podemos se ha embriagado de escaño, y cuando el escaño embriaga, aparece
"la abuela de Podemos" y les da una colleja, porque aún no han dejado
de ser niños.
"Prietas las filas"
cantaban los niños de mi generación. "Prietas las filas" y "Las
Montañas nevadas" al fin y al cabo, tenemos cuanto merecemos, sólo nos
falta lo que llevaba mi abuela, un velo negro.
JOSMAN.
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