Borbones,
familias ilustres y fuerzas vivas de la Restauración y el franquismo: un siglo
de evasión fiscal
Por
Andrés
Gil
Horacios,
Lucrecios, Verginios, Menenios. La historia dice que fueron las familias más
antiguas y fundadoras de la antigua Roma. Pater familias que
crearon un orden social en el que ellos, los patricios, gozaban de privilegios
y prerrogativas. Con el tiempo, aparecieron los Julios, Domicios, Pinarios,
Postumios, Claudios, Valerios, Junios, Sergios, Servilios y Cornelios. Y, entre
todos ellos, se repartían territorios, cargos, prebendas, corruptelas,
negocios, esclavos y ejércitos.
Han
pasado dos mil años. Ya no hay Imperio Romano. Pero en la entonces conocida
Hispania se puede distinguir un puñado de entidades y apellidos –los Borbones,
los Pujol, los Rato, los Botín– que quizá no se repartan privilegios y
prebendas como en la edad Antigua, pero que sí se comportan como patricios,
disfrutando de prebendas y privilegios –concesiones públicas, incentivos
fiscales, puertas giratorias–. Y, cuando esas prebendas y privilegios no
resultan suficientes, se aprovechan de paraísos fiscales para pagar menos
impuestos.
Los papeles de la Castellana y otras
revelaciones, como las de los papeles de Panamá y la lista Falciani, así como
procesos judiciales abiertos y lo que se ha ido conociendo de la amnistía
fiscal de Cristóbal Montoro, están dibujando un siglo largo de evasión fiscal:
desde Antonio Maura hasta José María Amusátegui, pasando por Rodrigo Rato, Juan
de Borbón y su hija, Pilar, y ministros franquistas. Un hilo negro que conecta
a las tradicionales fuerzas vivas en la opacidad financiera.
'Los Papeles de la Castellana'
es una investigación conjunta de las redacciones de eldiario.es,
La Marea y Diagonal a partir de una documentación
remitida al buzón seguro filtrala.org. Varios
despachos de asesoría tributaria ubicados en La Castellana, el distrito
financiero de Madrid, manejan expedientes en los que constan estas operaciones
y ponen al descubierto las fórmulas que distintas empresas y fortunas españolas
han utilizado para ocultar su patrimonio en el extranjero.
A día de hoy se sabe que 705 personas
con cargos públicos se acogieron a la amnistía fiscal, de las que por ahora solo
se conocen un puñado de estos nombres: Rodrigo Rato, Luis Bárcenas, José Ángel
Fernández Villa –el líder del sindicalismo minero–, Francisco Granados y la
esposa de Miguel Arias Cañete, Micaela Domecq, entre los más relevantes. Del
resto de los políticos o familiares directos de políticos que tuvieron acceso
al dinero público y además guardaban patrimonio opaco poco o nada se sabe. Al
menos por ahora.
Una lista de 705 nombres que se
podría quedar pequeña con otra lista, de 872, aprehendida por la policía del
franquismo en 1958 y conocida por la agenda Rivara.
Agenda
Rivara
Los nombres que figuraban en la
libreta de George Laurent Rivara, enlace de la Société de la Banque Suisse, fueron publicados en el BOE
en marzo de 1959, "haciendo público el resumen de las
actuaciones del Juzgado Especial de Delitos Monetarios con motivo de la
documentación al súbdito suizo D. George Laurenz Rivara".
¿Y qué había en esa lista? Personas y
entidades españolas con cuentas secretas en la banca suiza, con un montante
superior a los 70.000 millones de pesetas de la época. Entre ellos, figuran el
padre del que fue presidente de Catalunya Jordi Pujol; el hermano de Juan
Antonio Samaranch (expresidente del COI), nobles, banqueros, deportistas,
farmcéuticos, embajadores..., fundamentalmente radicados en Madrid, Barcelona,
Bilbao y San Sebastián.
Entre los nombres, se puede encontrar
Juan Villalonga Villalba, director general del Banco Central en la época y
abuelo del que fue compañero de pupitre de José María Aznar y director general
de Telefónica –y tío abuelo de Fernando Villalonga, exconseller con Zaplana–.
Además, estaba Juan Trias Bertrán,
padre de Xavier Trias, y un tío del alcalde de Barcelona, Ramón Trias Bertrán.
En la agenda, también, figuraba Florenci Pujol Brugat, padre de Jordi Pujol
Soley, ex presidente de la Generalitat que confesó en 2014 haber ocultado a la
Hacienda Pública durante 34 años "un dinero ubicado en el extranjero".
Pero no sólo hay apellidos en la
agenda Rivara, también figuraban entidades financieras como el Banco Español de
Crédito, el Banco Central y el Banco Atlántico, entre otras, además de
directivos del Popular y el Zaragozano.
Fueron los representantes más
acrisolados de la oligarquía financiera, encabezados por Juan March, quienes
aparte de poner a salvo una gran parte de sus dineritos en bancos franceses,
ingleses, alemanes y suizos, no dudaron en añadir su ayudita financiera para la
creación de un “estado de necesidad” que en último término justificase la
sublevación.
Borbones
Según reveló el diario El Mundo, el conde de
Barcelona –cuyo padre, Alfonso XIII, se llevó dinero fuera de España tras
instaurarse la Segunda República en 1931– dejó a sus hijos bienes y fondos por
un valor de 1.100 millones de pesetas tras su muerte, el 1 de abril de 1993. La
mayor parte de ese patrimonio se encontraba en tres cuentas en Suiza, dos en Lausanne
y una en Ginebra. En ellas había fondos depositados por un valor de 728,75
millones de pesetas, que al cambio actual, y aplicando el IPC de estos últimos
20 años, serían unos 7,85 millones de euros. A esa cantidad se sumaría un
patrimonio inmobiliario cercano a los 350 millones de pesetas, entre el que
destacan el chalet familiar de Puerta de Hierro en Madrid, un edificio en la
Gran Vía de la capital y un apartamento en la ciudad portuguesa de Estoril.
Siempre según el diario El Mundo, el grueso de las cantidades depositados en
las cuentas suizas de Juan de Borbón acabó en manos del rey. En concreto, unos
375 millones de pesetas. Juan Carlos de Borbón los recibió a través de tres
cheques que fueron ingresados el 21 de octubre de 1993, momento en el que se
procedió al reparto de la herencia, en la cuenta 10.031 de Sogenal –Société
Générale Alsacienne de Banque–, de Ginebra.
Juan de Borbón no ha sido el único
con cuentas en Suiza. La familia de su primo
Alfonso de Borbón –tío de Juan Carlos–, también, como se detalla en
su testamento: una
tía del rey Juan Carlos, su primo e infante de España Carlos de Borbón y dos de
sus hijos mantenían bienes opacos al fisco español hasta 2012. El dinero
procede de cuentas en Suiza y una parte tiene su origen en la herencia de María
Cristina de Borbón-Parma, fallecida en 2009: los Borbón-Dos Sicilias ocupan el
primer puesto de la línea de sucesión de la Corona española tras los
descendientes del rey Juan Carlos. Alfonso de Borbón –uno de los catorce nietos
legítimos de Alfonso XII– murió en 1964 y dejó en herencia 90
millones de pesetas: el equivalente hoy a 17 millones de euros,
descontada la inflación.
Alicia de Borbón Parma, esposa de
Alfonso de Borbón, y su hijo, Carlos de Borbón-Dos Sicilias –infantes reales– y
dos primos del rey Felipe VI –Pedro de Borbón-Dos Sicilias y su hermana
Cristina de Borbón-Dos Sicilias– regularizaron, en 2012, 4.000.816 euros
procedentes de cuentas en el banco suizo Lombard Odier gracias a la amnistía
fiscal que planteó entonces el Gobierno de Mariano Rajoy.
Inés de Borbón, hermana de Carlos de
Borbón, prima de Juan Carlos, también cobró en bancos
suizos dos herencias valoradas en 6 millones de euros. Imputada por
blanqueo en la trama Púnica, ocultó al juez el detalle de sus cuentas: “En casa
nos enseñaron a no hablar de dinero”, ha afirmado. Los investigadores tienen
pruebas de que parte del dinero que entregaba a Inés de Borbón un ejecutivo de
una entidad de Ginebra procedía de la trama de Granados y Marjaliza.
Con este familiar serían cinco los
miembros conocidos de los Borbón que se han acogido a la amnistía fiscal.
La biografía del rey Juan
Carlos camina en paralelo al manejo de dinero que su hermana, Pilar de
Borbón, almacenó de manera opaca a través de una sociedadoffshore registrada
como "Delantera Financiera", según datos que obtuvieron
laSexta y El Confidencial junto
con el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ): Pilar de
Borbón accede a la presidencia de la empresa en agosto de 1974, cuando el
dictador Francisco Franco estaba ingresado por una flebitis y por primera vez
el rey Juan Carlos tomaba las riendas de la Jefatura del Estado de forma
provisional. La sociedad se cerró apenas cinco días después de la proclamación
del rey Felipe.
'Patricios'
de la Restauración y el franquismo
Borja Pérez-Maura –bisnieto del que
fue presidente cinco veces con Alfonso XIII, Antonio Maura– pagó 112.122 euros
para legalizar su patrimonio oculto: el 1,4%. "Por razones familiares,
desde hace muchas generaciones la familia ha tenido patrimonio fuera
de España", justifican desde su entorno.El dinero estaba escondido a
través de una fundación en Liechtenstein y su origen es la herencia del hijo de
Antonio Maura, Gabriel Maura, que fue también ministro en el último gobierno
monárquico antes de la II República.
La nueva revelación de Los Papeles de la Castellana conecta la época
de la Restauración española con la del Gobierno de Mariano Rajoy, a una
fundación en Liechtenstein con cuentas en Suiza, a la amnistía fiscal de 2012
con el régimen previo a la II República. Borja Pérez-Maura, nieto del ministro
Gabriel Pérez-Maura y Gamazo y bisnieto del por cinco veces presidente Antonio
Maura, usó la amnistía fiscal para regularizar más de ocho millones de euros
que guardaba en cuentas suizas a través de una fundación opaca. La saga
Pérez-Maura es una de las más ricas de España y está emparentada con otras
familias del poder económico, como los Botín, los Gamazo o los Herrera.
Otros apellidos ilustres también son
hilo conductor de la historia de España de los Goiberno de Antonio Maura a José
María Aznar. Es el caso de Ramón Rato Rodríguez-San Pedro, el padre de Rodrigo
Rato que llegó a pisar la cárcel en 1967 con una pena de tres años por evasión
fiscal. El abuelo de Don Ramón, Faustino Rodríguez-San Pedro había sido alcalde
de Madrid y ministro de Fomento con Antonio Maura en 1903. Su hijo, Rodrigo
Rato, una de las personalidades políticamente expuestas de la lista de la
amnistía bajo la lupa judicial. Dicen que
la detención del padre (y también del hermano mayor) de Rodrigo Rato
se hizo en el enlace de María Ángeles Rato con Emilio García Botín, sobrino de
Emilio Botín. Otro de los nombres salpicados en la historia reciente por los
escándalos de cuentas opacas en suiza.
Las querencias franquistas no
libraron a Ramón Rato de la cárcel. Y es que no está exenta la dictadura de sus
agujeros negros. Una de los cuatro hijos de Gonzalo Fernández de la
Mora, ministro de Obras Públicas en la dictadura entre 1970 y 1974,
legalizó una cartera de inversiones oculta en Suiza gracias a la amnistía
fiscal del Gobierno de Mariano Rajoy. Como el resto de los que recurrieron a
esas declaraciones tributarias especiales que habilitó el Ministerio de
Hacienda en 2012, Isabel Fernández de la Mora pagó el 10% de los beneficios
generados por sus inversiones entre 2008 y 2010. Abonó una cuota de 4.022
euros, el 0,6% del capital regularizado.
En la documentación de Los Papeles de
la Castellana figuran más descendientes directos de otros prohombres de la
dictadura como Pilar Tello, hija de Blas Tello y Fernández Caballero, consejero
nacional del Movimiento, gobernador civil en Toledo y director general de
Política Interior en el franquismo.
Lista
Falciani y Papeles de Panamá
En 2010 las autoridades francesas
compartieron con varios países europeos, entre ellos España, la conocida como
'lista Falciani' de contribuyentes con cuentas en el HSBC de Suiza. Fruto de
esa investigación, la familia del banquero ya fallecido Emilio Botín regularizó
su situación y pagó 200 millones a la Hacienda española.
En total,
Hacienda descubrió gracias a los datos de Falciani que 659 españoles tenían
cuentas en este banco suizo sin declarar, lo que le permitió ingresar alrededor
de 260 millones de euros por regularizaciones voluntarias una vez que fueron
apercibidos por la Agencia Tributaria. Y como en el caso de la agenda Rivara,
algunos bancos también aparecen salpicados. Banco Santander y la filial
española de BNP Paribas están siendo investigados en el marco de estas
operaciones de evasión.
Precisamente hace unas semanas, el
Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación sacó a la luz el nombre
de contribuyentes de todo el mundo en la investigación de Los Papeles de
Panamá, con cuentas y empresas opacas en paraísos fiscales. La información, que
ya ha sido solicitada al Consorcio por la Fiscalía Anticorrupción y por la
Agencia Tributaria, incluye nombres como Pilar de Borbón, Pedro Almodóvar,
Rodrigo Rato, Lionel Messi, Bertín Osborne o José Manuel Soria.
El propio Soria, uno de los ministros
más protegidos por Mariano Rajoy, dimitió el pasado abril
como ministro de Industria, diputado y presidente del PP de Canarias
ante sus numerosas contradicciones sobre su participación en sociedades offshore
radicadas en paraísos fiscales incluidas en los papeles de Panamá. Hasta el
final, el presidente en funciones dijo confiar en sus explicaciones, pero en la
dirección del PP crecía el enfado por sus falsedades. Finalmente, su jefe y
amigo decidió dejarle caer.
eldiario.es
reveló que la empresa familiar de los
Soria, Oceanic Lines estaba participada en un 80% por una sociedad instrumental
con sede en Jersey. Poco después, el diario El Mundo
sumaba un nuevo documento, el del acta anual de UK Lines, que Soria
firmaba en su condición de secretario de la misma. El cerco se estrechó tras
publicarse horas después que el ministro tenía una
sociedad en el paraíso fiscal de Jersey cuando era alcalde de Las
Palmas de Gran Canaria. La versión oficial del Gobierno y del PP se mantuvo a
pesar de que las diferentes comparecencias públicas del ministro fueron
demostrando las falsedades en cuanto a
su relación con UK Lines, donde figuraba como administrador a pesar
de que él atribuyó a "un error" la aparición de su firma y la de su
hermano. "Ni tengo ni he tenido empresas registradas en Panamá. Es
falso", fue la primera versión defendida en una rueda de prensa convocada
en Lanzarote poco después de que El Confidencial
y La Sexta hicieran
pública su investigación.
La carrera política de Soria terminó
hace dos meses con la publicación de los papeles de Panamá. Un patricio más del
hilo negro de la opacidad financiera que conecta a Borbones, empresarios,
familias ilustres y fuerzas vivas de la Restauración y el franquismo en más de
un siglo de evasión fiscal.
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