En marzo
de 2009, el organismo autónomo (pero integrado en Medio Ambiente) AUGAS DE
GALICIA presentaba a bombo y platillo un documento técnico de más de 400
páginas, que llevaba por pomposo título el de INFORME DE SOSTENIBILIDADE
AMBIENTAL DO PLAN AUGA, en el que se detallaban una serie de actuaciones que
alcanzarían el horizonte del año 2019.
Dicho
documento, muy prometedor en su día, se ha demostrado como una mera declaración
de intenciones con muy escasa repercusión práctica y un nivel de ejecución
decepcionante. Con unas inversiones totales de más de 820 millones de euros, el
Plan Auga pretendía ofrecer una serie de opciones divididas en hasta 5
trayectos para hacer frente al aumento del consumo y al previsible descenso de
las precipitaciones causado por el cambio climático. Estos 5 trayectos se
diferenciaban entre ellos según el grado de impacto ambiental que su ejecución
produciría en el entorno.
Por
desgracia, a día de hoy y cuando la ciudad de Vigo está a punto de entrar en
situación de emergencia hídrica, el Plan Auga solo existe sobre el papel a
pesar de que mantenía dos o tres captaciones en la cabecera del Verdugo y hasta
seis bombeos municipales del río Verdugo, con un caudal de hasta 350 litros por
segundo. Por supuesto, los previstos bombeos al embalse de Eiras se realizarían
en meses en los que el caudal ecológico del río fuera respetado y no en
situaciones de stress hídrico como la actual.
ARCO IRIS
lamenta y denuncia esta situación de crisis ambiental e insta al organismo
AUGAS DE GALICIA a constituir de una vez y con previsión de continuidad en el
área coruñesa una mesa de participación social como la ya instalada en Vigo y
de la que forman parte organizaciones ecologistas y sociales, con el fin de
aportar entre todos las soluciones más sostenibles para paliar esta emergencia.
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