A la cita el 20 próximo por la Audiencia Nacional imputado por 720 millones de euros en dudosos créditos, se añade el juicio por los sobresueldos o irregulares repartos ¿pagando silencios? el 4 de octubre de este año en la Audiencia de Barcelona con petición fiscal de 4 años de cárcel por administración desleal.
Entre los dos sumarios más que 'administración desleal' mi particular calificación fuera de saqueo o masivo desfalco de varias decenas de millones de euros. Desde hace 9 años en que se inicia la crisis o quiebra de Catalunya Caixa insisto en el vulgar 'coge la maleta y corre'. Interpreto que la Fiscalía Anticorrupción en Barcelona trató con guante de seda, o sospechosa benevolencia, los primeros casos de 'gran corrupción' que provocarán los siguientes años de crisis.
A recordar que Zapatero decía aquello de 'tenemos el mejor sistema financiero de la comunidad internacional' y 'el sistema financiero español es el más sólido del mundo', refiriéndose a lo que achacaba de 'turbulencias' por culpa de la crisis mundial. Anticorrupción no desobedecería a su cúpula de mando y minimizaría el escándalo que se gritaba a voces en el mundo financiero y político. En concreto sobre Cataluña Caixa los mercados y agencias calificadoras advertían de su posible insolvencia por concesión de créditos 'insolventes' creando unos irregulares balances.
Desde multimillonarios créditos a empresas totalmente insolventes o fantasmales -rezando en la carpeta el único dato de 'amigo de' según empleados declararon en el Caso Hacienda de Barcelona- y varias del Clan Pujol y cercanos ¡la sociovergencia!, a miles de hipotecas concedidas por ejemplo en Badía del Vallés, o barrios-dormitorio franquistas, por 160 hasta 200.000 € cuando sobre las viviendas pesaban límites de venta que en casos no alcanzaba el 10% de esa valoración. Extraños repartos. Ni que decir tiene que la mayoría de compradores hipotecados jamás pagaron esas hipotecas. Un balance que alcanzaba unos 75.000 millones de euros, que podríamos sumar al 'España nos roba'.
Y Anticorrupción no se lanzaría a degüello al igual que en otras cajas de ahorro, por ejemplo con cinco directivos de Novagalicia que el pasado año ingresaron en prisión. Ni menos se lanzarían contra quién fuera uno de los hombres del PSOE con más Poder durante la etapa González y de siempre en Barcelona. Sin olvidar que en el consejo y sumario se acusa a 40 políticos de todos los partidos catalanes de entonces y sindicatos CCOO y UGT.
Pedir 4 años para el repito mayor saqueo en cifras de la historia de Cataluña, y puede que de España, insisto se trata de una 'sospechosa insignificancia' que si los jueces recortan, Narcís se irá de rositas, a menos que sume para una segunda condena en la Audiencia Nacional. Entraría en prisión, aunque pasara de los 80 años como su amigo Millet. Mi ingenuidad no se rinde.
Publica ELDIARIO: "Con evidente abuso del cargo – concluyó la Fiscalía– utilizaron los fondos de una entidad con connotaciones y trascendencia pública en beneficio propio y con claro perjuicio para la entidad". "Los acuerdos por los que el consejo de administración de la caja aprobó el aumento de remuneraciones tuvieron lugar el 19 de enero y el 13 de octubre de 2010, cuando la entidad se veía inmersa en un primer rescate público de 1.250 millones de euros y un ERE en el que se despidieron 1.300 empleados. En total, las ayudas públicas a Catalunya Caixa ascendieron a 11.600 millones de euros. El BBVA terminó comprando la entidad."
11.600 millones de euros a los que el BBVA presumo un día pedirá al Estado añadir buena parte de los créditos fallidos de entre el 60% de los impagados, publicaron, de la cártera asumida en la compra, cesión, regalo, o imposición. Al igual los 'activos' inmobiliarios 'adquiridos' por el Estado tras el Real Decreto-Ley 9/
Pero si sobre las cajas de ahorro y prioritaria Catalunya Caixa he escrito cientos o miles de artículos en mi blog,vuelvo sobre
¡¡¡hace 10 años!!!
que entiendo encajan entre el 'procés', 'posprocés', y la directa intervención del Estado con el 155 de la Constitución ante la quiebra insisto por saqueo de la Generalitat:
La Gran Corrupción: ELECCIONES 2008
lagrancorrupcion.blogspot.com/2008/02/elecciones-2008_11.html
12 feb. 2008 - ELECCIONES 2008.ELECCIONES 2008 Los
Fernández DíazEl PP en Barcelona
En equipo con Joseph Piqué Camps, hombre políticamente
creado por Pujol, y colaborador (empleado) de Javier de la Rosa.
Con esos antecedentes cualquier equipo político debiera desaparecer y dedicarse
a anexas empresas, o en las de Lara de Planeta, otra estrella. En
Madrid, Jorge Fernández Díaz, en Barcelona Alberto Fernández Díaz,
y con Enrique Lacalle Coll, financiado por De la Rosa, quizá por conocer
con exactitud por sus cargos en el Ayuntamiento y Consorcio de la Zona Franca
el destino, forma y maneras, del Gran Desfalco. No en vano se sentaba en las
mismas asambleas que los otros financiados, los socialistas de Serra y
Maragall.
Me equivoqué al escribir sobre el mayor, Jorge.
Yo le tenía por abogado, él ni lo recordará, cuando visitaba el locutorio de
“jueces y abogados” por los 80 en La Modelo, por el caso Seguros Sociales,
y resulta que es ingeniero, y era, inspector del Ministerio de Trabajo. ¿Qué
hacía allí un Inspector de Trabajo presentado como abogado en un caso donde con
absoluta seguridad habían inspectores de Trabajo involucrados?. Un caso que de
darle la publicidad que merece entra de lleno en la Gran Corrupción, www.lagrancorrupcion.com. Cien
importantes empresarios involucrados, cuarenta detenidos, todos en libertad con
fianza a los máximo cuatro meses, y Juan Piqué Vidal, defensor de la
mayoría, y de uno o dos, Pascual Estevill, unos detenidos y otros,
curiosamente, no, y juzgados diez años después sin ingresos en prisión.
Liquidaciones falsas, no ingresadas, con sellos y registro. Cobraban en
efectivo el 10 % de la deuda, y liquidada. Nunca jamás se detuvo en Barcelona a
tanto empresario, ni con los cientos involucrados en algo parecido, las
liquidaciones por IVA, también en manos de Piqué Vidal y Pascual Estevill (una
de las operaciones de sus extorsiones). Lo viví, y lo cuenta Antoni Piñol,
secretario de Juan Piqué Vidal (que entró en la Fiscalía a denunciar a su Jefe
y salió como denunciado), en su escaso libro “La toga manchada de Piqué
Vidal”, Ediciones de la Tempestad, 1998, con Vicens Cardellach
Marsá y su gestoría, presidente casi vitalicio del Colegio de Graduados
Sociales. ¡Otra víctima, Antoni Piñol!.
La Gran Corrupción: 15. LA MODELO. Primer semestre 1983.
lagrancorrupcion.blogspot.com/2008/02/15-la-modelo-primer-semestre-1983.html
12 feb. 2008 15. LA MODELO. Primer semestre de 1983 HUELGA GENERAL
A alguien se le ocurrió que los de la Séptima galería, los
enchufados, el centro del odio de cualquiera en la Cuarta, y la llamada COPEL,
se reunieran para discutir lo de la huelga general, la paralización de la
cárcel. La convocatoria en la Séptima. Una asamblea. Cualquiera de los
convidados acumulaba tantos años de cárcel que un muerto más o menos no solo no
les significaba nada en cuanto a años de condena sino que mejoraba su estatus
interior. La filosofía de que se paga lo mismo por un “mullao” que por
doscientos abolía la disuasión de otras penas a quien ya sumara el tope máximo.
Un principio aplicado por la ETA, cuyos caídos se confesaban autores de los más
posibles de sus atentados, ahorrándose torturas y librando a los reales
culpables, al paso que enredaban investigaciones con la complacida colaboración
oficial siempre dispuesta a poner nombre de autor a todo delito. Al sumario por
Carrero Blanco le sobraron autores. Esa realidad creaba en si misma el
dominio por miedo de unos sobre otros. Matar, entre habituales, un argumento
sin tapujos, y no solo entre presos, he visto a funcionarios arrugarse ante los
de la ETA y salir de la galería. Una situación que con cualquier otro preso
conllevaría su ingreso en la Quinta, una vez cerradas las celdas al anochecer,
y mínimo una paliza de muerte.
No se trataba de una reunión entre “asesinos” y “buena gente”,
pero sí de gente con largas condenas y otros con la “libertad” a la vista. Allí
ni había “santos” entregados a ideologías ni siquiera “ideologías”. Unas
doscientas personas llenaban la pequeña galería. Ningún funcionario. Pero
alguien abrió las cancelas. Las llaves, uno de los pocos trabajos indelegable
de los funcionarios. Ignoro quien propició y ordenó aquella barbaridad pero sin
la intervención de la Dirección, perfecta conocedora de cualquier movimiento
interior, no se hubiera producido. No existía una clara dirección ni autoridad
definida por ninguno de los inexistentes bandos, solo distinguidos por su
situación en la cárcel, ni entre los conducidos o añadidos a la asamblea se
distinguía o encabezaba la etérea COPEL de las “reuniones oficiales”, ni
siquiera en la Cuarta gobernaba un solo grupo, y ni todos eran de esa galería.
En pocas palabras, la concentración de más “asesinos” por metro cuadrado que se
pueda imaginar. Si “las masas, ni de obispos”, aquella “masa” era la más
explosiva de las imaginables, y todos en la pura desesperación.
Mi compañero Camacho, con gran predicamento y negocios en el
Interior, con total fama de duro, inició, desde el piso superior, un discurso
directo. Él, que de “menor” conoció los motines de 1977 y la verdadera
COPEL, gente del anarquismo y comunismo, políticos, no estaba dispuesto a que
se repitiera la historia, la entrada de los antidisturbios y el traslado a
penales de cualquiera de los participantes y además estampado en el expediente
“sedición”, “motín”, acabando en amnistías e indultos para unos y largas
condenas para otros con “primeros grados” de por vida.
Duró poco. La palabra “chivato” se oyó clara y contundente. Tan
clara como la reacción. Bajó a saltos la escalera, apartando a quien se pusiera
por delante, y sin mediar discusión, le clavó al insultador unas enormes
tijeras. Le partió el hígado hasta los pulmones. Los de la cercana enfermería,
sin medios para ese tipo de sucesos, muy frecuentes, se llevaron el cadáver, y
al propio Camacho, que acto seguido se autolesionó clavándose en el muslo la
misma tijera para justificar una pelea y defensa propia. La galería se llenó de
funcionarios. Si de guardia en el interior había pocos, en el exterior llenaban
de sobras la Séptima. Se disolvió de inmediato la peculiar asamblea. Supongo que
la Guardia Civil de vigilancia exterior se puso en alerta. Ninguna oposición a
la orden de repliegue a las galerías y celdas. Se ordenó un recuento, todos en
sus celdas, y cerradas.
A Camacho, la situación y el arrebato le costaron además de un
traslado a ignoro donde, 19 años más de condena. También iba a tope. El muerto
pertenecía a un clan gitano aunque no fuera uno de sus significados actores. La
palabra “chivato” donde lo impregnaba todo, que añadida al terror permitía
pocos funcionarios para tanta gente, significó la muerte en ese y otros muchos
lances.
Los acontecimientos se precipitaron, y el más importante los
traslados masivos a “penales”, pero con otro externo que por si solo acabó con
la tensión interior. La reforma de los artículos 503 y 504 del Código Penal
con el límite de la “prisión preventiva”. Quien más quien menos se veía
en la calle. La mayoría “preventivos” y la mitad con dos, tres, cuatro y más
años de Modelo. Yo mismo caía dentro de esa Ley. O me juzgaban, o la libertad.
Hacía dos años que el sumario estaba cerrado. Mis perspectivas entraban en más
variantes. En libertad, convencido que el caso daría un vuelco.
Si los acontecimientos interiores me confirmaban que Don Daniel
tenía razón, los presos no participarían en empleos propios de funcionarios, en
cuanto a mí, después de la incorporación de uno para la Oficina Técnica,
ahorrándome el trabajo de mecanógrafo (solo por unos días porque aprendió
pronto lo de quitarse de encima a mi cargo la máquina de escribir), y dada la
reforma, mi objetivo hacia un “Tercer Grado” vía Pilar Pato, perdía prioridad.
Pero la retomó de inmediato, pues antes que entrara en vigor se fijó la fecha
de juicio para Mayo. El presidente de la Audiencia y presidente especial para
el Caso Consorcio no soltaría su presa. Soltarían a un buen número de
criminales, entre ellos a un compañero que mató a su mujer y su abogado, por
sobrepasar los dos años de prisión preventiva, pero los del Consorcio no se le
escaparían. Aquel año, la genialidad socialista, vació las cárceles. Más de mil
de los dos mil seiscientos en la Modelo salieron en libertad provisional. Nunca
mejor dicho lo de “provisional” porque la mayoría o volvió tras el juicio o por
su “profesión”, sin embargo unos cientos desaparecieron para siempre. Algunos
se perdieron por Brasil o México, sin extradición entonces.
Si por mis abogados, Gonzalo Quintero y Francés Jufresa,
poco sabría, sus escasas visitas nada me aportaron durante el año de
defensores, un recorte de periódico me demostró que algo se movía “fuera”. Con
dos años y medio de cárcel, y con la vida pendiente de un hilo, el caso
Consorcio desaparecía de mis prioridades. La gota que rebasó el baso de mi
paciencia despidiendo a los funestos Luis Pascual Estevill y Eduardo Soler
Fisas, un recurso en el Supremo del que comprobamos con otro abogado que no
existía, tomaba una segunda lectura.
Martes, 8-03-1983 EL PAIS, “Una encargada de limpieza en el
Supremo tiró a la basura parte del sumario de la Zona Franca”. Hacía un año
que por toda solución Pascual me contestara que se habían “pegado los trocitos”
y el recurso se resolvería con carácter de urgencia. Si un año más o menos en
los burocratizados y repletos juzgados no es nada, que se publicara la noticia
debía tener algún significado. Se reafirmaba la competencia de los juzgados de
Barcelona. Ni que decir tiene que la noticia despertó en el pequeño ambiente de
los implicados todos los bulos imaginables, entre ellos la del porqué del
inmediato juicio, tan deseado antes de la Reforma del Código Penal. De vernos
libres, a la angustia del más que dudoso juicio. Entre fábulas exteriores y
amenazas interiores, las de fuera ya formaban parte de los misterios sin
solución que envuelven la vida, por lo tanto mortificarse poco aportaría. Me
preocupaba mucho más la situación interior, que además de la propia vida
afectaba la posibilidad de un “tercer grado”, tan necesario de nuevo a la vista
del juicio. Me había “institucionalizado”, ese integrarse y vivir por y para la
Institución con el consiguiente paso mental de olvidarse del más allá de los
muros. Sucedía más de lo que se puede suponer, y yo era consciente de la
absorción del medio, la morbosa entrega al infortunio, la inmersión en la
esclavitud, la anulación de la propia personalidad, y en definitiva, comer y
obedecer, más de lo que han tenido miles de millones de individuos, y ni se les
ocurrió arrasar a los dioses que les esclavizaban, y ¡adorándoles!. Si la
libertad es un sueño para el hombre, la esclavitud también forma parte de sus
complejos circuitos internos. Y si al Síndrome de la “Institucionalización” se
une el de “Estocolmo” se entiende la pasiva entrega al cruel Destino de la mayor
parte de toda la humanidad. El Ulises rompiendo escaparates para que le
encarcelaran.
Darle vueltas a porqué se publicaba, un año después, una pequeña
noticia sobre un caso del que poco o nada se publicaba ya, no tenía más sentido
de que alguien desde algún despacho meneaba el tema. Sea como fuere, habría
juicio, y la Sala de la Sección Primera no la presidiría para ese solo caso su
titular, Manuel Derqui Valbuena (del que Pascual Estevill me comentara
su disposición a conceder la libertad con fianza, por lo que quizá le apartaran
del caso), sino el Presidente de la Audiencia, Alfonso Hernández
Pardo, que excluido de juicios por su cargo, se lo había atribuido, al
igual que los recursos, aplicando por encima de la Constitución una Real
Orden del Ministerio de Gracia y Justicia de 1896 que ni de lejos atribuía
al Presidente de la Audiencia “reservarse un caso” sustituyendo al presidente
de la Sección propietario de la plaza. En el inútil recurso al Constitucional
se aseguró que jamás se había dado esa situación. Es de suponer que cualquiera
de los motivos que le indujeron, aun excluyendo la posibilidad de que le
pagaran un buen maletín repleto de billetes (ya entonces se tildaba en los
medios jurídicos a Piqué Vidal como el “hombre del maletín”), y se tratara de
una inspiración divina convencido (por alguien) que aquel caso solo lo podía
juzgar él, y únicamente él, caían dentro de la arbitrariedad y corrupción, y
por tanto me indicaba que me condenaría. El posterior concepto de “Sala
Contaminada” (no poder juzgar por ya haber decidido recursos), una tontería que
no cabía en su cerebro fascista, y por tanto corrupto y corrompido, ni de ese
presidente ni de la mayoría. Él se sentiría virrey, y lo peor que los demás
servidores de la Justicia se sentían sus súbditos (el concepto fascista del
Mando por encima de la Ley), entre ellos el Presidente Derqui, que ni de lejos
lo era bajo el imperio de un Estado Democrático y de Derecho, con leyes
taxativas convirtiéndole en el Juez Natural para ese y todos los casos de su jurisdicción.
¡Y Hernández Pardo presidió la Junta Electoral de Cataluña, pobre Democracia!.
Veinticinco
años después analizando las trayectorias profesionales, delictivas y judiciales
del trío “Piqué Vidal-Javier de la Rosa-Pascual Estevill”, no me cabe duda
que el desaparecido recurso en el Supremo o la propia celebración del juicio
formaban parte de su estrategia. Ya no disponían de tiempo, los acontecimientos
se precipitaban y no por la lógica aplicación de la Justicia tras casi tres
años de cárcel, sino por una Ley que les obligaba. Se daría el paso final, que
nos condenaran. Y si el juicio paralelo de la prensa les dio el magnífico
resultado de la sin duda culpabilidad de los encarcelados, el último acto se
dirigiría y controlaría como todo el proceso. Y lo estaba. 10.000 millones de
desfalco dan para comprar las suficientes voluntades, y en este caso todas
estaban compradas. Jamás se comentó en la prensa mis declaraciones en el
Juzgado, surgidas de los propios documentos entregados por el Consorcio de la
Zona Franca, sobre la intervención directa de Javier de la Rosa. Tan directa
que el propio “juez especial” la calificó de tal al aceptar mi petición de
declaración. Ni “directa” ni declaración, nunca se citó su nombre en relación
con el Caso. Nunca. Siempre me pregunto, ¿cuantos millones, y para quién, le
costó al quebrado por 100.000 millones Banco Garriga y Nogués?. Continuará.
|