El
fiscal Horrach ocultó al juez Castro durante un mes la confesión del contable
del Instituto Nóos
La exnovia de Pujol Ferrusola: los 55 millones "se pueden quedar
cortos"
Rafael del Barco Carreras
Barcelona 4-07-2014. Esposas,
amantes, y contables, en primera página. Se deberían añadir chóferes y
mayordomos para completar a los grandes enemigos de los "grandes
hombres". El contable canta a favor de la infanta. Urdangarín y Torres
eran los cerebros.
Deducción; la fiscalía defendiendo a
la infanta no podía caer más bajo. Comprar a un contable imputado es sencillo y
barato. Los contables solemos ser gente pusilánime, fácil de tumbar por
defensas al estilo Roca Junyent y fiscales como Horrach, capaz de
lanzar más improperios de los que caben en el diccionario.
Doña Cristina jamás diera una orden al
contable, o se interesara por el dinero que su presencia generaba. Quizá ni
sabía de la peligrosa existencia de tan peculiar empleado. Un contable tan
convencido de que todo aquello de los patrocinios y apariciones de los duques,
y demás familia real, en cobrados eventos, era delictivo, que enriquecía su
contabilidad con detalles para el futuro. Mientras Torres guardaba
contra Urdangarín, el contable lo hacía contra los dos. ¡Menuda cueva de
cretinos el Instituto Nöos!
Pero ni Diego Torres, ni
tampoco Urdangarín, hubieran podido mangonear a la real familia, ni
menos obligar a los políticos de no ser
por la infanta, que con cuatro hijos y sus sirvientes o doncellas, más la
gobernanza del palacete de Pedralbes, con gran aparato de seguridad, y su
empleo y viajes en La Caixa, sabía ni quería saber de donde salía tanto
dinero. Las defensas y fiscalía tienen razón… la infanta es inocente. Tanta
razón como el juez Castro. Partiendo del final que cada quién pretenda… se
pueden escribir infinidad de guiones.
Tan inocente como Anna Vidal
Maragall esposa de Oriol Pujol, cuyo patrimonio supera al del
marido. ¿Pero alguien se imagina el trajín diario de las “esposas de”? ¿Cómo
saber de donde saca el marido tanto dinero para peluquerías, tiendas y “gran
vida”? Normalmente los detalles y cuentas en los paraísos fiscales, con las
correspondientes tarjetas de crédito, se guardan para el predivorcio… o el
descubrimiento de los cuernos.
Me dirán machista o resentido. Ni lo
uno ni lo otro, jamás me he encontrado en situaciones parecidas, aunque algún
contable me haya vendido, y mis anotaciones también hayan aparecido misteriosamente
en manos de fiscalía y de mis abogados que las utilizaron contra mí,
construyendo “su versión”. Pero la experiencia me ha situado ante tanto zoquete
o semisimio masculino, que por fuerza la mujer o amante era mucho más que un
florero firmón y beneficiario.
Viene a cuento contar que una de mis
antiguas fichas contables rezaba “coca”, interpretado como mi gasto
semanal. Preguntado insistentemente por mi camello, demostré que pagaba un
crédito al Banco Coca. Para mi suerte el Banesto que “compró” el
quebrado banco guardaba la documentación.
En particular me da lo mismo que la
infanta sea o no culpable. Ella forma parte de la total Corrupción, con o sin
su conocimiento. Que interesa a la Política que sea inocente… ¡pues que lo sea!
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