Cosidó
firmó personalmente el otro soborno al chófer de Bárcenas: la entrada en la
Academia de Policía.
Ignacio
Cosidó, portavoz del PP en el Senado. (EP) Carlos Cuesta
y Manuel Cerdán
Esos fueron los dos pagos
correspondientes al soborno que recibió Sergio Ríos Esgueva
como contraprestación por una labor muy especial y delicada: el rescate de documentos
de altos cargos del PP que se encontraban en poder de Luis Bárcenas y que,
según el plan inicial, debían ser retirados de circulación para evitar que
llegasen a manos de la Justicia. La orden incluía la recuperación de documentos
de Javier
Arenas, Soraya Sáenz de Santamaría y María
Dolores de Cospedal.
La labor del conductor del ex
tesorero no debió dejar descontentos a los coordinadores del dispositivo
policial de recuperación de documentos. Porque efectivamente se cumplieron los
pagos. Y uno de ellos era efectivamente la entrada del conductor de Bárcenas en
la Academia de Policía Nacional en la escala básica. Y el máximo responsable de
la Academia era el propio director general de la Policía: Ignacio Cosidó.
Cosidó
validó la orden de entrada en la Academia de Policía del chófer de Bárcenas el
27 de julio de 2015
La orden de ingreso en la
Academia, de hecho, fue firmada personalmente por Cosidó y publicada en el
Boletín Oficial del Estado con fecha de 27 de julio de 2015, tal y como revea
el documento que hoy publica OKDIARIO.
La Resolución en cuestión con
el nombre de Sergio Ríos como aspirante a ser policía con derecho a entrar en
la Academia fue emitida por el entonces director de la Policía el “16 de julio
de 2015”, con membrete de “la Dirección General de la Policía, por la que
publica la relación de aspirantes a ingreso en la Escala Básica, categoría de
Policía, del Cuerpo Nacional de Policía”. El paso se realizaba tras superar “la
fase de oposición, convocada por Resolución de 24 de junio de 2014”, aunque,
casualmente, el
resultado de la oposición confirmaba el soborno pactado con el conductor:
que incluía, efectivamente, entrar en la Academia. Gracias a ello, el chófer
del ex tesorero fue nombrado dentro del grupo de “Policías alumnos” que “han de
realizar el curso de formación”. El curso de formación también lo pasó. Y en la
misma posición que la entrada en la Academia: el penúltimo de
toda la promoción.
El documento plasma
literalmente la firma de quién se hace responsable de la entrada en el ciclo
formativo de policía: “Madrid, 16 de julio de 2015.–El Director General de la
Policía, Ignacio Cosidó Gutiérrez”. La entrada de Ríos en la Policía dejo en
evidencia el enchufe desde el primer momento. Y es que el chófer de Bárcenas
había nacido el 20 de enero de 1975, como recoge otro de los documentos
publicados por este diario.
Entró
en la Academia con 40 años y fue destinado a la ‘privilegiada’ Brigada Móvil
Sergio
Ríos entró en la academia con 40 años y salió hacia su primer
destino con 42 años. Todo un récord cuando lo norma es que los acuden a la
Academia de la Policía lo hagan con una edad cercana a los 25 años.
Y es que fue incrustado en la
Academia con el destino ya fijado fuese como fuese: él iba a ser policía
nacional, no porque estuviese más o menos preparado. Sino porque así se había
pactado como parte del pago por rescatar documentos y
grabaciones mientras estaba ocupado como conductor de Luis Bárcenas.
Sergio Ríos, además, acabó en
una de las plazas más deseadas de la Policía: la de policía en el transporte,
lo que antes se denominaba Brigada Móvil. En esa plaza, los
policías realizan viajes en AVE, avión, barco, etc.
Y descuentan todo el tiempo del viaje del horario logrando librar durante
varios días. Además, esta plaza permite viajar gratis en el AVE. Y accedió a
esa plaza pese a haber quedado el penúltimo.
Fondos
reservados
La realidad es que desde
Interior gestionaron los pagos de dinero con cargo a la bolsa de fondos
reservados. Y desde el mismo Ministerio igualmente gestionaron el enchufe en el
Cuerpo Nacional de Policía. El mecanismo de soborno dejaba, de este modo,
contento a Sergio Ríos -el chófer topo- y generaba un sistema aparentemente
discreto y secreto que no debería haber sido desvelado. De hecho, no lo fue
hasta que el registro del domicilio del comisario José
Villarejo por parte de Asuntos Internos desveló las pistas de
la existencia de este dispositivo de destrucción de pruebas.
El fin último era -tal y como
ha publicado OKDIARIO- detectar y retirar documentos y grabaciones de tres
personas en concreto: Javier Arenas, Soraya Sáenz de
Santamaría y María Dolores de Cospedal, tal y como consta en el
material investigado por Asuntos Internos y en la propia Fiscalía.
Sergio Ríos se había ganado la
confianza del ex tesorero del PP. Y eso lo convertía en el hombre perfecto para
este cometido. Y esa idoneidad hizo pensar a los mandos de Interior que, si
quería una plaza en la Policía como parte del pago, tampoco pasaba nada por
dársela.
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