PERE NAVARRO MORERA, NUEVO SECRETARIO GENERAL DEL PSC.
Rafael del Barco
Carreras
Barcelona 17-12-2011. Si Josep
Montilla, el anterior secretario general del mayor y quebrado Club
Inmobiliario de Cataluña (digo “mayor” porque el de LA CAIXA o CIU, más que
competir se complementaban) gozó del Poder repartiendo nombramientos,
recalificaciones, presupuestos, obras públicas y créditos, el elegido Pere Navarro, tras una cuidadosa selección para
que no se les colara cualquier desaprensivo convencido que el Socialismo y las
inmobiliarias o caixas no encajan bien en el ideario, deberá vigilar un proceso
en descomposición putrefacta que podría acabar con sus padrinos en el
Juzgado.
Montilla (parapetado en la inmunidad de senador) y Narsís Serra
(con sus poderes ocultos) dormirán un poco más tranquilos. No es que los dos
oponentes significaran peligro alguno, pero un muchacho que por 1977 pegara
carteles… es una garantía total; o es tonto perdido (que parece que no) y no se
enteraba de nada, o navegaba en las infectas aguas a plena satisfacción de la
Jefatura.
Pere Navarro. Alcalde de Tarrasa, “un alcalde conciliador para reconstruir un PSC en
mínimos”, “un biólogo para oxigenar el PSC”, dicen las noticias. Deberá
conciliar a demasiados (oxigenando boca a boca) que no caben en un “proyecto
político” falto de enchufes y sueldos para los muchísimos que consiguieron
asirse a los presupuestos públicos, o a los créditos de por ejemplo
CataluñaCaixa, problema mucho más complejo que perder un empleo o
cargo.
Imaginar no ya a un peticionario de crédito (que eso ya no se le
ocurre a nadie) sino a quien por administrador de alguna de las muchísimas
inmobiliarias socialistas se vea ante un ejecutivo bancario, que sin reparo, le
amenace con declarar la inmobiliaria, o incluso una caixa o financiera, en
quiebra fraudulenta, sería una escena digna de una serie negra.
¡El
sabrá! por lo que veo en la tele todos aplauden, le abrazan, besan y felicitan
¡lo normal entre políticos!... convencidos de tener entre manos el mejor Negocio
del Mundo.
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