Imagina
que eres un agricultor y que tienes árboles frutales de muchas clases: manzanos,
naranjos, perales, melocotoneros, cerezos y kiwis. Todos son bastante baratos de
producir, excepto los kiwis, que dan mucho trabajo y son caros porque requieren
instalaciones y mano de obra que los cuide.
Imagina que tienes un amigo que posee una fábrica de conservas de fruta, y le debes dinero que le pediste prestado para plantar todos esos bonitos árboles que tanta fruta te dan. Imagina que tú no eres capaz de vender toda esa fruta, sobre todo los kiwis. Son buenos y están bien considerados, pero en tu pueblo la gente no los compra y necesitas medios para llevarlos a mercados de otras localidades. Imagina que tu amigo se ofrece a comprarte los kiwis porque sus conservas se venden muy bien, y el kiwi es difícil y caro de plantar en sus tierras, pero te los paga a un precio de chiste con el que no cubrirías ni los gastos, pero, total, a ti se te van a echar a perder y se aprovecha de la situación, y no quiere oír hablar de pagarlos a precio de mercado para zanjar vuestra deuda. Imagina lo que harías, podrías malvender tus productos y la que deuda siga creciendo porque no cubres ni costos o podrías intentar hacer la competencia a su fábrica, asentada y con renombre, tus productos son buenos, aunque la inversión en maquinaria para hacer conservas es alta. Imagina que tú no eres un agricultor, sino que eres España. Imagina que tu amigo al que le debes dinero es Alemania. Imagina que no plantas kiwis, sino que formas a ingenieros, físicos, médicos… Y esto no te lo tienes que imaginar, le estás malvendiendo tus kiwis a precio de un curso de alemán.Copia y comparte! |
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