Un juzgado reconoce daño psicológico en un vecino al que Mos desatendió sus denuncias

Un juzgado reconoce daño psicológico en un vecino al que Mos desatendió sus denuncias

El Concello está obligado a indemnizarlo con 12.000 euros - Se admite la inactividad en materia de disciplina urbanística entre 1999 y 2009 - Arévalo dice que buscó soluciones

El Juzgado Contencioso Administrativo número uno de Pontevedra reconoció daños psicológicos a un vecino de Mos, Manuel R.L. al que el Concello no atendió en sus denuncias urbanísticas al menos durante diez años, entre 1999 y 2009 en los que, según la sentencia, "hubo inactividad en materia de disciplina urbanística". Como consecuencia de ello y por responsabilidad patrimonial, el Concello debe indemnizarlo con 12.000 euros, si bien su petición inicial era de 50.000. 

Entre las pruebas practicadas destaca la declaración de su médica de cabecera en la que asegura que el vecino tiene un trastorno ansioso depresivo, y que no mejoró con el tratamiento. 

También se hace mención a un informe de Fiscalía, por una denuncia presentada por este vecino, en la que dice que si bien los hechos denunciados no son constitutivos de delito "el Concello de Mos no actuó de forma diligente en las inspecciones ni en los controles desde 2003 a 2009 pese a que en 2003 se ordenó la paralización de las obras sin licencia". 

La alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, que junto a la concejala de Urbanismo, Julia Loureiro, consiguió una orden de alejamiento para este vecino por supuestas amenazas de muerte, por las que está abierto un proceso penal, aseguró ayer que desde que ella entró en la alcaldía -diciembre de 2008- resolvió las problemáticas derivadas de las denuncias de este vecino. 

Los hechos se remontan a 1999, cuando era alcalde el popular Ramón Alonso (PP) y se instalaron al lado de la casa del damnificado tres empresas, a pesar de que legalmente no podían hacerlo. La cruzada de Manuel contra la instalación de estas mercantiles y que comenzó con Alonso, continuó con María Jesús Escudero (PSOE) -que llegó a la Alcaldía en 2003- y posteriormente con Nidia Arévalo. "Este desagradable asunto se debió a una situación que se produjo antes de que yo llegase a a la alcaldía y que, además, se fue resolviendo a partir del año 2011 quedando regularizada la situación de las tres empresas que concretamente denunciaba este vecino", dijo. Así, destaca que de las empresas denunciadas, concretamente Mecanizados Hermida se encuentra a fecha de hoy cerrada y trasladada con sentencia favorable al Ayuntamiento de Mos, Trepa trasladó su actividad de almacenaje y se ajusta actualmente a la licencia municipal otorgada con sentencia favorable al Ayuntamiento tanto del juzgado como del Tribunal Superior de Xustiza (TSXG) y Miraflores se ajusta actualmente al reconocimiento de uso otorgado con auto favorable al Ayuntamiento tanto del juzgado como del TSXG". 

Y si el denunciante logró que se le reconociese en el Juzgado "daños psicológicos", la alcaldesa afirma haber pasado "verdadero miedo" a causa de este asunto "al tener que escuchar gritos e improperios por parte de este vecino en las cercanías de la Casa Consistorial. "Hasta el punto de tener que llegar a ser acompañada en algunos momentos por un agente de la Policía Local", asegura.