Interés
de La MoncloaLA GACETA ha podido saber de fuentes dignas de todo crédito
que, en efecto, en La Moncloa están muy interesados en que las informaciones
sobre la corrupción nacionalista circulen. Pero no se trata de “dossieres”
artificiales montados para la ocasión, sino de informes y pesquisas oficiales
que –y esto es lo grave– hasta la fecha había dormido el sueño de los justos por
la inacción de los tribunales. Puede considerarse “irregular” que la Presidencia
del Gobierno haya instituido una “célula” para seguir este asunto, pero más
irregular es todavía que durante años nadie haya podido investigar y juzgar
todos estos escándalos. Ahora las declaraciones de ciertos testigos protegidos
pueden dar un vuelco a la situación, y esto es lo que El País, los Pujol y la
oligarquía nacionalista intentan impedir a toda costa.
Los
testigos que han declarado son dos y sus nombres son bien conocidos: el
financiero Javier de la Rosa y la señorita María Victoria López. De los
testimonios de ambos, recibidos en la Audiencia Nacional, se deduce sin género
de duda que nos hallamos ante una red delictiva de tráfico de influencias,
comisiones ilegales y evasión fiscal. La descripción de la señorita López sobre
los viajes a Andorra de Jordi Pujol junior, armado con bolsas de basura con
billetes de 500 euros con destino a la Banca Mora, retratan con suficiente
elocuencia el grosor del asunto.
La investigaciónEn tal tesitura, el juez Ruz ha pedido a la Fiscalía permiso para investigar todos estos extremos, vinculados al caso Palau que se sigue en el juzgado del magistrado Pijuan en Barcelona. Oriol Pujol se ha apresurado a pedir amparo a la propia Fiscalía, presuponiendo –lo cual es muy grave– que un juez de Barcelona va a resultarle más benigno que uno de la Audiencia Nacional. La Fiscalía ha denegado tal amparo y ahora todo está en el campo del fiscal general, que debe decidir si autoriza a Ruz para hacerse cargo de la investigación.
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