¿Regenerar, reformar o... “lampedusear”?
He creado (pienso) la nueva palabra “lampedusear”, en recuerdo del famoso dicho del personaje de la novela “El gatopardo”, sobre aquello de que... “cambiemos algo para que al final no cambie nada” y que tan perversamente ha sido usado y en tal abundancia que es denigrante ello para “los lampedusianos”.
En Andalucía y del 21 al 23 de Enero, se ha celebrado el Congreso o Convención del Partido Popular (PP) y es claro que ello ha sido en la capital; Sevilla; como sede de “la alta política del sur de España”; considerada como “granero de los votos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE: al que ya hace tiempo le debieron cambiar nombre y siglas, puesto que las cúpulas, tienden más al capital que a otra cosa) y es que efectivamente, Andalucía es el soporte de cualquier partido que quiera gobernar desde Madrid; cosa que los inútiles políticos andaluces (siempre serviles al que manda en el “foro y corte”) no han aprendido aún; y es por lo que, “los de Madrid, bailan al tam tam, que les tocan en Cataluña y Vascongadas”; mucho mejor organizadas que el resto y por lo que sinceramente, hay que felicitarlas y pagarles “en la misma moneda”, por aquello de “la justicia nacional”.
Es por lo que los del PP vuelven una vez más a Andalucía, para desde ella, empezar de nuevo... “los vuelos más ambiciosos de la gaviota que llevan como enseña”.
Si ello beneficia a Andalucía (cosa que dudo visto la triste historia de la región más extensa y rica de España, pero empobrecida para tanta mezquindad política, antes durante y después de Franco)... bien venidos sean y buen viaje lleven; pero todo ello va a depender, de esa cantidad de electos representantes andaluces y sus votos, si es que los logran de la mayoría de andaluces, como ya presumen de ello.
Pero tras “el incienso, los cortinones, los grandes aplausos, los enormes abrazos (hasta se han abrazado el jefe anterior y el actual: Aznar y Rajoy) y “el olor de multitudes adictas” (el pueblo andaluz asqueado de unos y otros y como siempre... no dice ni pío); ha habido discursos y han dicho cosas interesantes; esperemos que no sean “lampedusianas”: veamos.
Tanto un jefe como el otro (“lo de líderes, permítanme que me sonría: no hay ni uno en España, incluidos el rey y su hijo) han prometido... Reformar y regenerar; y esto en España es algo muy nuevo y por lo importante de lo mismo, digno de ser tenido en cuenta; pero para ello han de darlo por escrito y ya mismo, antes de que se anuncien las nuevas urnas, que van a ser el cimiento para las siguientes y nacionales.
Han prometido que van a reformar los abusos y que con leyes del embudo, se colocaron los denominados “padres de la patria” (que no lo son: puesto que un padre no abusa de sus hijos) para sus jubilaciones y otros tipos de prebendas, regalías, mamandurrias y demás. Si la reforma se reduce a recortes, “se las pueden meter por donde se cisca”; puesto que una reforma honrada; es simplemente, que esos desnaturalizados “padres políticos”, se adapten al sistema general de pensiones, que todos los españoles padecemos o gozamos en el sistema general de las mismas y en el que deben ser incluidos, todos los españoles y al decir todos... reitero, todos... ¿se entiende?
En cuanto a la otra promesa de regenerar o regeneración; esta es tan importante o más que la anterior (considero que más); puesto que igualmente obliga a que constitucionalmente, seamos todos los españoles, iguales en obligaciones y derechos (nótese que antepongo obligación a derecho) y que por tanto, todos tenemos que ser iguales ante las leyes de cualquier tipo que se impongan en España (reitero todas) y que por tanto nada de “aforados, distinguidos, impunes, etc.”; puesto que si miramos hacia atrás... “es que da asco”; y regenerar es volver a un producto puro, depurando todo lo degenerado. Y no olviden regenerar también los abusos del sistema bancario/financiero, multinacionales, oligopolios y demás depredadores del indefenso usuario o consumidor.
Ello obliga a regenerar un sistema que nos dijeron democrático y nos engañaron miserablemente, puesto que esto no es una democracia ni cosa que se le parezca; por tanto, mientras no se llegue a la verdadera y efectiva separación de los tres poderes, la elección de hombre/mujer para cualquier cargo y que respondan del mismo, esto será lo que es en este momento... “un potaje hediondo y que terminará por pudrirse y será tirado a la basura, antes o después”.
Tomemos pues, nota de lo que han dicho “los jefes” que han hablado en Sevilla y esperemos que cumplan (aunque ya Aznar lo prometió en 1993 y 1996 y quedó en promesa), pero ya digo, antes de que los vayan a votar, tienen que dejarlo escrito; pues ya se sabe la norma... “de aquel buitre político, que con toda la cara dura del mundo y la desvergüenza máxima, lo dijo sin pudor alguno... “las promesas políticas se hacen para no cumplirse”. Más o menos, pues cito de memoria, pero lo dijo (así como otras barbaridades) Enrique Tierno Galván, que parece mentira, fuera catedrático en una universidad madrileña. Pues eso no lo dice ni... “un porquero”.
Y recuerden los que aspiren a gobernar; que al pueblo (a mí en particular) me importan dos cojones, quienes van a gobernar; lo que quiero/queremos, son gobiernos honestos, trabajadores, buenos administradores y que nos reduzcan los impuestos a grados soportables y llevaderos... “hemos sido esquilmados en estos 35 años que ya llevamos desde que fue enterrado el dictador Franco”... “no olviden este pequeño detalle” Pues el progreso en la dictadura, fue ese; unos impuestos mínimos y muy soportables, unos “papeleos” muy simples y que permitieron el emprender muchas, muchas actividades individuales, que fueron la mayor riqueza que se creó en la época “blanda” del dictador.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
|
|
